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Gigante ideal

Con la firma de contrato de un año de Randy Johnson, los Gigantes realizaron otra movida positiva hacia el 2009, sin hacer daño a su plan a largo plazo de reconstrucción.

A pesar de su edad (cumplió 45 años en septiembre), Johnson demostró que aún tenía mucho por dar en el 2008, realizando 30 aperturas, ponchando al 22,4 por ciento de los bateadores de oposición y marcando una efectividad superior al promedio de la liga.

Ha estado lanzando durante un par de años con material reducido, pero su recta todavía es sólida a un promedio de 89-93 millas por hora, y su slider sigue siendo afilado, a 82-86 MPH con buena profundidad. Su tercer lanzamiento, un splitter, es más débil; se ubica por sobre el lanzamiento, pero tiene un bajón lento en lugar de la caída rápida más asociada con el splitter. Los bateadores derechos pueden registrar bien el lanzamiento porque su caída comienza antes de tiempo.

Aún tiene buena decepción, especialmente contra los zurdos, pero tiend a lanzar en la parte del medio de la zona con su recta, lo que, en combinación a su caída gradual de velocidad, lo ha convertido en un lanzador de elevados en los últimos años. El parque de San Francisco es el lugar ideal para un lanzador con esta tendencia, porque es uno de los parques menos amistosos para los jonrones.

Le da a lo Gigantes una de las rotaciones más fuertes de la liga, con el reinante ganador del premio Cy Young al tope, Tim Lincecum, un potencial primer abridor en Matt Cain y un candidato estelar para el 2009 en el zurdo Jonathan Sánchez. Barry Zito ahora se convierte en el quinto abridor; consideren el contraste entre la filosofía de los Gigantes en firmar a Zito con un contrato de siete años que les costó una selección del sorteo, y su filosofía de firmar a Johnson a corto plazo que no les cuesta una selección.

Los Gigantes ahora pueden intercambiar a un abridor por ayuda ofensiva, y su ofensiva lo necesita; San Francisco fue el primer equipo en una década que no alcanza la cifra de 100 jonrones en una temporada. Los Gigantes también tuvieron el peor OBP en la liga y terminaron con apenas tres carreras anotadas por delante de los sotaneros de la Liga Nacional en ese renglón, los Padres de San Diego.

Aún necesitan ayuda en los dos puestos dentro del cuadro, o los Gigantes podrían intentar mejorar en cualquier esquina del jardín, donde el jardín central ya está comprometido para Aaron Rowand por el resto de la eternidad. Aunque podría ser difícil para los Gigantes cambiar a Sánchez o hasta Cain, podrían mejorar sus chances de competencia en el 2009 con el trato indicado, y cuentan con lanzadores jóvenes de poder en Madison Bumgarner y Tim Alderson.

Habrán escuchado que Johnson está a cinco victorias de la marca de 300, que sigue siendo una referencia para la inducción al Salón de la Fama, una que mantuvo a jugadores altamente calificados como Bert Blyleven fuera.

Johnson debiera ser una seguridad para la inducción al Salón de la Fama de cualquier manera, pero lograr la marca de las 300 victorias podría incrementar su total de votos cuando llegue su momento. Claro está, quizás la mayor variable a la hora de determinar si un lanzador gana un partido o no es el apoyo de carreras que recibe de su equipo, y la ofensiva de los Gigantes sigue siendo un punto débil, con lo que alcanzar las cinco victorias probablemente le tome más tiempo del que le hubiera tomado a Johnson si hubiera firmado con otro equipo.