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Fue víctima de un maestro

MELBOURNE -- Su ilusión llegó a su fin. El argentino Juan Martín del Potro (8° favorito) perdió ante un Roger Federer (2°) realmente genial y así no quedan latinoamericanos en carrera en el Abierto de Australia. El rival del suizo en las semifinales será el estadounidense Andy Roddick (7°), quien venció por abandono al serbio Novak Djokovic (3°).

Del Potro, con 20 años y N° 6 del ránking de la ATP, cayó por 6-3, 6-0 y 6-0 en apenas una hora y 20 minutos y se frustró su esperanza de avanzar más allá de los cuartos de final en el primer certamen de Grand Slam del año.

Con su propuesta agresiva, a puro saque y derecha, el suizo hizo estragos en la cancha principal del Melbourne Park. Un dato es elocuente: conectó 38 tiros ganadores, incluidos los 12 aces, contra apenas 8 del argentino. El europeo logró el 86 % de los puntos jugados con su primer saque, frente al 46 % de su adversario.

En total, Federer ganó 83 puntos y Del Potro, apenas 36. La diferencias, como se ve, fueron abismales. Es que el perdedor, con su tenis de potencia pero muy lineal, sin conseguir ángulos para sacar al helvético del centro de la cancha, no tuvo armas para incomodarlo. Para colmo, el ex N° 1 del mundo durante cuatro años y medio seguidos jugó impecable y jamás cedió la iniciativa.

Y pensar que Federer venía de sufrir ante el checo Tomas Berdych en octavos, pero ahora el suizo mostró un hambre de victoria poco usual festejando incluso los primeros puntos del partido. Fue como si le enviara un mensaje a los demás rivales que quedan en el cuadro.

Ganador recientemente del torneo de Auckland, Del Potro esperaba más de sí mismo, pero a medida que avanzaba el partido demostró que poco podía hacer ante el espectáculo que daba Federer. Sentado en su banco se dirigía a su entrenador Franco Davin, moviendo la cabeza, "no, no, no puedo", pero tomando energía comiendo una banana lo intentó después, pero sin suerte.

Federer terminó a lo grande y ahora en su semifinal consecutiva N° 19 en un Grand Slam, se enfrentará con Roddick, a quien domina en general y por algo tiene una marca de 15-2 en los duelos personales. En Miami del año pasado, en los cuartos de final, el residente en Texas cortó una racha de 13 derrotas consecutivas en cinco años.

"Federer jugó como número uno. No he tenido opción, no hice nada", dijo Del Potro, entristecido al ser demolido en su segunda intervención en unos cuartos de final de un Mayor.

"Federer me dijo 'te felicito por tu torneo' y a mí me daban ganas de matarlo", bromeó, "pero ya pasó, no le he podido hacer frente, el resultado está ahí", dijo el de Tandil. "Lo vi tan perfecto, que creo que va directo a la final y que sólo Rafa podrá hacerle frente".

"Ahora tengo bronca y no puedo sacar conclusiones después de esta paliza, no es lindo recibir una así. No tuve opciones de nada. En otros partidos lo vi un poco más inseguro, pero estos jugadores, a medida que avanzan rondas, se vuelven muy peligrosos y luego son peores", añadió.

"Sólo fue fácil cuando estábamos sentados en el banco al principio, con 0-0", bromeó el argentino, el último latinoamericano que quedaba con vida. "El primer set fue lo mejor que jugué, pero luego me he sentido impotente, sin poder hacer nada. Fue una paliza", remató.

En tanto, el ex rey del circuito, dueño de 13 coronas de Grand Slam en su carrera profesional, lleva ahora cuatro triunfos en otros tantos partidos frente al argentino y el sudamericano sigue sin poder quitarle un set al helvético.

Federer disfrutó como en sus mejores días. El mejor ejemplo de su exhibición fue en un juego con el saque en el primer set: ace, winner con revés, winner con la derecha y winner con volea, todo en menos de dos minutos. Mientras se preparaba para un servicio en el segundo set, un aficionado gritó: "¡Roger, eres perfecto!".

"Creí que iba a ser un partido reñido en el comienzo", dijo Federer. "Tuvimos algunos peloteos peleados y eso daba como un patrón de lo que sería el partido. Eso es lo que yo creía. Pero estaba bien equivocado. Me puse bien contento", reconoció.

"A medida que el partido seguía, a él le iba peor y yo sólo jugaba mejor ... En los últimos puntos ya lo que me daba era lástima y tratar de acabar con su sufrimiento, porque uno sabe lo duro que pudo haber sido para él", agregó.

"Siempre es bárbaro jugar con Andy", comentó Federer. "Hemos librado varios partidos tremendos en los últimos años y es un placer jugar con él por la energía con la que juega, con su saque y personalidad. También es bueno jugar con alguien de mi edad. Ahora todos son chicos", remató el helvético, quien ya se adjudicó tres veces el Abierto de Australia (2004, 2006 y 2007).

AFUERA EL DEFENSOR DEL TÍTULO
Roddick superó a Djokovic por 6-7 (3-7), 6-4, 6-2, 2-1 y retiro en los cuartos de final del Abierto de Australia y dejó al actual número tres del mundo sin chances de defender su título en el primer torneo de Grand Slam del año.

En un partido muy peleado, Roddick sacó ventajas definitvas a partir del cuarto set, cuando Djokovic se sintió muy mareado y estuvo a punto de abandonar por el calor extremo que se sentía en la cancha principal de Melbourne.

El primer set fue extremadamente parejo. Los dos sacaron muy bien, mantuvieron un porcentaje alto de efectividad de primeros servicios (más del 70 %) y también de puntos ganados con su saque (ninguno de los dos permitió a su rival obtener más del 25 % de los tantos jugados con su servicio), y no se otorgaron ninguna oportunidad de quiebre.

El norteamericano, ex rey del circuito de la ATP, fue algo más conservador e increíblemente terminó el capítulo con apenas tres errores no forzados, además de sólo tres tiros ganadores -sin contar los aces-. El campeón defensor tomó una postura de ataque más definida: apuntó más a las líneas, subió más a la red, y aunque acertó más winners (21), también se equivocó mucho más que su rival: tuvo 16 errores no forzados.

Finalmente, en el tie-break, el serbio logró imponer sus condiciones, fue más agresivo y sacó una ventaja rápida en el marcador (3-0) para terminar quedándose con la primera manga por 7-2 en ese desempate, en 50 minutos.

Durante el segundo set se mantuvo la tendencia de paridad, aunque apareció la primera posibilidad de quiebre para cualquiera de los dos jugadores en el 3-3, después de 75 minutos de partido. Fue para Roddick, que no la dejó pasar y sacó ventajas en el marcador.

Era justo, porque durante ese período el jugador de Nebraska se había decidido a atacar con más vehemencia, moviendo a Djokovic en la cancha, incomodándolo con un slice bajo y profundo, y buscando cerrar los puntos con su volea.

Ese único quiebre fue suficiente para que el ex número uno del mundo equilibrara el tanteador: se llevó el set por 6-4 en 41 minutos, tras ceder sólo dos puntos con su saque en ese capítulo.

En el cuarto set, parecieron dejar de lado la intensidad arrolladora que habían mostrado hasta el momento. Arrancaron cediendo un quiebre por lado y jugaron algunos puntos más cortos, quizá por culpa de la temperatura, que llegó a ser de 38° centígrados adentro de la cancha.

De hecho, Djokovic fue atendido por un médico, dado que se sentía bastante mareado. El serbio ya no fue el mismo a partir de esa situación y Roddick enseguida aprovechó esa merma física con dos quiebres al hilo para pasar al frente. Luego vino el retiro del serbio, que ya no pudo continuar jugando por sus padecimientos, cuando iban dos horas y 29 minutos de juego.

Es la cuarta vez que el serbio se retira en un torneo de Grand Slam. Antes, lo hizo contra el argentino Guillermo Coria en Roland Garros 2005 y contra el español Rafael Nadal en Roland Garros 2006 y en Wimbledon 2007.

Djokovic comentó que había sufrido "calambres y dolores en general en todo el cuerpo", y que había notado el calor. "Las condiciones eran extremas y me afectaron más a mí que a él", dijo.

También señaló que tras ganarle al chipriota Marcos Baghdatis en la madrugada del domingo al lunes, a las 2:30 horas, y atender a la prensa, se fue a la cama cerca de las seis y no pudo ni entrenarse a la mañana siguiente. Por esa razón, solicitó, sin éxito, a la organización del torneo que lo colocaran hoy en la sesión nocturna.

"Pienso que la gente podía ver que estaba teniendo dificultades de movimiento", expresó el serbio. "Es realmente una manera desafortunada de terminar mi Abierto de Australia del 2009 de esta manera. Realmente intenté mi mejor esfuerzo, pero en ocasiones no se puede luchar contra el propio cuerpo", apuntó. Se despidió dándose la mano con Roddick y salió de la Arena Rod Laver con sus entrenadores.

"A decir verdad no sabía que estaba mal hasta que llamó al médico", dijo Roddick sobre Djokovic. "Es una pena, me siento mal por Novak ahora. Ha trabajado muy duro el pasado año y no tener la oportunidad de defender su título es un disgusto", agregó el estadounidense.

De esta manera, el historial quedó 2-2 entre estos jugadores, ya que antes de este partido, se habían enfrentado en tres oportunidades, todas en canchas rápidas, con dos victorias del serbio (Dubai 2008 y US Open 2008) y una del estadounidense (Masters Series de Canadá, en el 2007).

Además, con este resultado el actual N° 9 del mundo se clasificó a las semifinales de Australia por cuarta vez: ya lo había logrado en el 2003, 2005 y 2007 (igual que este 2009, todos años impares). Nunca pudo superar esa instancia en el torneo. También será su octava semi de Grand Slam, etapa a la que durante su carrera arribó en Wimbledon y el US Open.