BOSTON -- Phil Jackson no necesita que le recuerden la última vez que Los Angeles Lakers visitaron a Boston, cuando fueron bombardeados por un torrente de triples y se despidieron bajo una lluvia de confeti luego de que los Celtics capturaran su 17° título de NBA.
"Pasamos nuestros momentos más decepcionantes en la cancha de los Boston Celtics en el Juego 6", dijo el entrenador de los Lakers antes del triunfo del miércoles por 115-107 sobre los Toronto Raptors, en el que Kobe Bryant anotó 36 puntos y Pau Gasol aportó otros 31.
"No sólo ser derrotados, sino también humillados por haber terminado la serie con un juego como ese, y tenerlos celebrando y tirando cosas por toda la cancha, interrumpiendo el partido cuando aún faltaban dos minutos y medio de juego. Nos lo restregaron en la cara y todos lo recuerdan. Ahora existe un cierto elemento, ya sabes, de que tenemos que ponernos a trabajar en serio".
Los Lakers tuvieron su primera oportunidad de redención el día de Navidad, cuando ganaron en Los Ángeles 92-83 para cortar la racha ganadora de 19 triunfos seguidos de Boston. Dicha derrota no sólo cortó la racha de Boston, sino que los hizo caer en una picada de 2-7 que fue el peor momento del Big Three desde su nacimiento.
Pero los Celtics ahora están montados en otra racha positiva, habiendo ganado sus últimos 12 partidos para elevar su marca a 41-9 --la mejor de la NBA-- de cara al partido del jueves por la noche ante L.A.
"Será uno para no olvidar", dijo el escolta de los Celtics, Ray Allen, tras acertar el triple ganador con 0.5 segundos en el reloj ante los Philadelphia 76ers el martes por la noche. "La gente estará entusiasmada. Definitivamente tiene un aire de playoffs. Perdimos con ellos la primera vez así que estamos ansiosos [por jugar este partido]".
Dos viejos rivales quienes parecían enfrentarse por el título cada año en la década de los '80, los Celtics y los Lakers retomaron la rivalidad el pasado mes de junio durante una serie de campeonato que Boston se llevó en seis partidos. Los Celtics dominaron el último juego de la serie adentro y afuera, lanzando con una efectividad de .500 desde la línea de triples en lo que fue una paliza de 131-92, que dio pie a una celebración prematura.
"La última vez que fuimos ahí jugamos bastante mal", dijo Gasol. "Espero rebotar y demostrar quiénes somos".
Los Lakers llevan una marca de 3-0 en su actual gira de seis partidos en 10 días. El lunes por la noche, Bryant estalló en el Madison Square Garden con 61 puntos; los Lakers jugaron contra Toronto el miércoles por la noche antes de viajar a Boston.
"Será una buena prueba para nosotros, como siempre. Cuando juegas contra los campeones siempre sirve de parámetro para ver dónde estás parado", dijo Bryant. "La temporada es larga, así que tendrás picos y valles, por más buen equipo que seas. Así es la naturaleza de la bestia. Han vuelto a jugar como saben hacerlo".
Los Celtics se tomaron el día libre el miércoles, aunque algunos jugadores entrenaron en las instalaciones de Waltham. El entrenador de los Celtics, Doc Rivers, dijo que le daría a Kevin Garnett la oportunidad de correr un poco "sólo para recuperar el aire" tras perderse dos partidos con un cuadro de gripe.
Se espera que Garnett regrese a la alineación el jueves por la noche.
Los Lakers tienen sus propios problemas.
El centro Andrew Bynum se perderá entre ocho y 12 semanas tras sufrir un desgarro en el ligamento colateral medio de la rodilla derecha. Supuestamente, Bynum también iba a estar afuera entre ocho y 12 semanas el año pasado por una lesión de rodilla, pero se terminó perdiendo la mitad de la temporada regular y se estaba recuperando de su cirugía artroscópica mientras los Celtics capturaban el título.
"Aunque tenerlo nos hace un mejor equipo, seguimos siendo lo suficientemente buenos como para hacer el trabajo", dijo Bryant. "El año pasado estuvimos en las finales (sin Bynum) y no alcanzamos nuestro objetivo por un par de partidos. Él regresará y estaremos bien".