ESPN.com 15y

Una lección

-Otra vez.
-¿Otra vez qué?
-Digo que otra vez una figura de los últimos Juegos Olímpicos al borde del escándalo.
-¿Phelps otra vez? ¿Y ahora qué hizo? ¿Lo agarraron comiéndose un merengue?
-No. Bolt.
-¿Usain Bolt? ¿El de las piernas largas? ¿Qué hizo?
-Nada del otro mundo: lo fotografiaron bailando de manera sensual con una bailarina en un night-club de Miami.
-¿Y?
-Cuando salió del night-club alguien le informó que un paparazzo le había estado sacando fotos, y él se limitó a decir: "No he hecho nada malo. Me gusta la música y disfruto bailando. La chica me seguía y nos lo hemos pasado en grande. No tengo que darle explicaciones a nadie. No hice nada de lo que deba lamentarme."
-Ahá.
-¿Eso es todo lo que tiene para decir?
-Sí. ¿A usted se le ocurre otra cosa?
-Sí, para empezar, creo que de algún modo Bolt representa la cortracara de Phelps, ¿no?
-¿A qué se refiere?
-A que simplemente lo agarraron bailando, cosa que, hasta donde sé, no está penado por la ley (no todavía, el menos).
-Sí, pero tengo la impresión de que Bolt está diciéndonos algo más.
-¿A nosotros?
-No, me corrijo: se lo está diciendo a Phelps.
-¿Qué es lo que le está diciendo?
-Varias cosas, pero entre esas varias cosas voy a elegir una. Bolt dijo, literalmente: "No hice nada de lo que deba lamentarme", ¿no es así?
-Sí.
-Uno no se lamenta de no hacer las cosas que no hace, ¿no es así?
-¿Cómo dijo?, me perdí...
-¿Usted se lamentó alguna vez de haber... no sé... levantado unas pesas de 200 kilos?
-¡Ja! No, jamás.
-¿Y por qué?
-¡Porque yo no puedo levantar unas pesas de 200 kilos!
-A eso voy. Uno se alegra de no haber hecho nada de lo que después tenga que lamentarse siempre y sólo cuando ha sido lo suficientemente adulto como para no hacer aquello que le gusta hacer, o que suele hacer a menudo o de vez en cuando. Lo que Bolt dijo en otras palabras, puede ser interpretado así: "Hubiera podido fumarme un caño de medio metro de largo, pero como estaba en un lugar público, me cuidé de no hacerlo. Sólo me limité a bailar con una morocha encantadora: el caño me lo fumaré en casa. Eso sí: con las ventanas cerradas."
-Creo que está exagerando.
-Es probable. Pero de cualquier modo, palabras más, palabras menos, la lección estaba dirigida a Phelps. Bolt le ha dicho: "Querido muchacho, eres un pendejo incorregible. La próxima vez que tengas ganas de fumarte una pipa de lo que sea, no lo hagas en un lugar donde haya más de dos personas de las que no conozcas ni el nombre. Y si incluso los conoces, no lo hagas. Cuídate de no hacer nada delante de una cámara fotográfica, y recuerda que las cámaras digitales son silenciosas como un suspiro. De modo que reservá el consumo de la pipa a tu casa, y sin testigos, si es posible. O rodeado únicamente de aquellos amigos que jamás te delatarían. Las ocho medallas no te llovieron gratis. Sé adulto, crecé: sos una figura pública, estás rodeado."
-¿Todo eso cree que le dijo?
-Bueno, a lo mejor se me fue la mano. Quizá eso de "estás rodeado" no lo dijo.
-Ahora me gusta más.

^ Al Inicio ^