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Como una celebridad

MÉXICO -- Y como si se tratase de un Mesías, las televisoras mexicanas y alguno que otro atrabancado, han hecho del regreso de Javier Aguirre a la dirección técnica del Tri, todo un suceso, que desembocará, según ellos, en el milagro que el fútbol mexicano esperaba.

¡Imagínese usted!

Claro que la opción Aguirre parece la más adecuada ante los hechos consumados, los constantes errores, la cruenta lucha de poder entre directivos y los pleitos al interior del vestidor, que han resultado en un colapso que tiene al Tri más cerca de la mediocridad, que del fútbol.

Enmedio de un panorama desolador, en plena crisis, tal y como la primera vez, Javier Aguirre es llamado a salvar al grupo, en aquella ocasión lo consiguió, en esta tiene que empezar por recoger los pedazos en que se ha convertido el Tri después de tanto jaloneo.

Primero, deberá imponerse y él mismo resumió en una sola palabra, cuál será la clave que le permita lograr el objetivo: DISCIPLINA.

Se dice rápido, se escucha bien, parece sencillo, pero es mucho más complejo de lo que se ve, pero Aguirre aceptó el gran reto, porque en honor a la verdad, ahora no tenía enfrente una mejor opción, por más que se diga que su llegada era esperada y se arregló desde hace tiempo, lo cierto es que si el Vasco hubiese tenido ofertas de la Liga Premier o española, seguramente lo hubiera pensado mejor, y hasta por los llamados temas escolares, como dijo él, hubiera preferido mantenerse en la península ibérica para darle continuidad a los estudios de sus hijos, además de que el Tri, en actuales condiciones no es un premio, creámelo.

Disciplina, dijo Aguirre.

Pero habrá que ver si el mensaje lo entiendieron a quienes está dirigido, es decir, jugadores y directivos que han hecho de la actual selección una olla de grillos.

Por lo pronto y rapidito, Pável Pardo, el autodenominado "indispensbale" ya se curó en salud y como ya leyó usted aquí en ESPNdeportes.com, el americanista declara que las diferencias del 2002 están limadas con el nuevo técnico del Tri, y que él ya dijo que todos, ¡pero todititos! son elegibles, por lo que confía en recibir el llamado... ¡y cómo no si es el "indispensbale"!

Pero más allá de sus propias creencias, Pável al igual que algunos de sus compañeros, léase Carlos Salcido, Ricardo Osorio, Rafa Márquez, Oswaldo Sánchez por nombrar a los más emblemáticos de ese grupo, han sido protagonistas en los conflictos al inteiror del Tri.

Ellos pidieron a Ricardo Lavolpe hiciera a un lado a Cuauhtémoc Blanco, al Guille Franco a Sven-Göran Ericksson y se le amotinaron a Hugo Sánchez a quien no quieren, naturalmente, por considerarse aliados incondicionales de La Volpe... así nada más está el enredo.

Pero Aguirre no es Hugo, ni Sven, ni La Volpe y es un hombre que ya vivió la presión que significa ser Técnico en una liga de los tamaños de la española, y aunque aquí bien podríamos superarlos en grillas y enredos, él es hábil para reconocer que de esta crisis sólo saldrán si hay la unidad mínima, para generar las condiciones de trabajo para un grupo de iguales objetivos.

El que no lo entienda no tiene cabida, dijo de alguna manera Aguirre, y eso le costará mucho trabajo entender a varios, aunque por lo pronto las negociaciones con directivos, al parecer, incluyen su independencia para tomar decisiones, lo que debe tener muy nerviosos a varios jugadores.

Disciplina es cumplir con el Tri, es entrenar para ganar, es apoyar al técnico, es comprender su esquema de juego y llevarlo a cabo en la práctica, es ocupar el sitio que les corresponde y dejarse de enredos y grillas... ¿podrán?

También señaló disciplina para aquellos que quieren tener injerencia perjudicial para el equipo, algo así como mensajito directo a Jorge Vergara que sigue insistiendo en demostrar que como estratega de fútbol está perdido, y para muestra... ¡su flamante nuevo técnico!

Debuta a Paco Ramírez, el alumno más querido de La Volpe para cerrar el círculo tapatío ,tal y como señala mi compañero David Faitelson, aunque no lo veo como un motivo de celebración.

En el Tri, sus decisiones no han sido precisamente las que mejores resultados han dado, como se reflejó con la salida de Sven-Göran Ericksson, enmedio de las peores actuaciones del Tri en los últimos tiempos.

A eso y más se refiere Aguirre cuando habla de disciplina, y sentencia al medio futbolístico a acogerse a su propuesta, a buscar esa unidad, a que le dejen trabajar, a que los jugadores dejen de ser vedettes para convertirse en profesionales, a que basta ya de las conductas inmaduras de Vela, Salcido o Márquez en partidos de selección, a que se trata de unirse para lograr el objetivo, y punto.

A Sven le costó caro el desconocimiento, no del fútbol mexicano, sino de las intensas problemáticas de directivas y jugadores, a Hugo más le hubiera valido llamar a puros jóvenes como hizo en Pumas, porque el grupo lavolpista no dudó en boicotearlo al máximo, y de esas dos lecciones, ya tomó nota Aguirre.

El mismo vivió su propio infierno en el Mundial del 2002, con un Palencia fuera de control y un grupo que se le desquebrajó justo antes del doloroso partido ante Estados Unidos, por eso la disciplina será su clave y seguramente será implacable para aplicarla, porque en ella le va la vida como técnico.

Así es que ya el mensaje llegó a sus destinatarios, Pável ya contestó, muchos más alaban su llegada, otros le llaman hasta salvador, pero lo cierto es que si Aguirre más allá de ser el Mesías del balompié nacional, lograr imponer la clave de su propuesta: disciplina, las cosas podrían empezar a caminar... ¿no cree usted?