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¿En qué estarán pensando los Bobcats?

Emeka Okafor y Tyson Chandler intercambiaron equipos Getty Images

Por lo general, cuando un intercambio tiene lugar, escribo algo como "a primera vista, es un cambio que no tiene mucho sentido", y después avanzo en todas las ramificaciones para demostrar por qué algo que en un principio parece una locura en realidad podría funcionar.

Pero este no es uno de esos casos.

Estoy tan confundido como todos, intentando encontrar una razón por la que los Bobcats accedieron a cambiar a Emeka Okafor por Tyson Chandler, ya que en términos de básquetbol y de tope salarial el canje tiene mucho más sentido para New Orleans que para Charlotte.

Los Hornets lograron ahorrar dinero y elevar el nivel de su equipo. Así es, el contrato de Okafor tiene tres años más, pero eso importa mucho menos que tener una nómina de sueldos mucho más baja durante este y el próximo año.

Les ahorrará a los Hornets $1,1 millones en concepto de sueldo y otros $1,1 millones en concepto de impuesto al lujo, y los ubica lo sufrientemente cómodos con respecto a línea de impuesto -- más que lo que los Hornets hubiesen podido lograr, sólo convenciendo a alguien para que se llevase a Antonio Daniels cerca del cierre de la fecha de intercambios. Cabe agregar que la anterior sería una tarea complicada, sí, pero no imposible.

Digo lo mismo para el próximo año, ya que los Hornets están pensando en el nuevo umbral del impuesto y el cambio les dará un margen extra de alrededor de $1.2 millones para sumar a nuevos jugadores. (Esto implicaría que Chandler no ejerza su opción en el último año de su contrato por $12.7 millones y se marche, algo que basándonos en su producción actual sería una locura fiscal).

Como ya lo he mencionado, Okafor es mejor. Ambos jugadores han tenido menciones de honor en mis selecciones All-Defense, pero Okafor es un francotirador superior. Puede que eso no aporte mucho -- los dos hombres están algo limitados en su juego ofensivo -- pero Okafor es capaz de encestar de espaldas a veces, además de encestar desde una distancia un poco más larga, mientras que el alcance de Chandler termina en el círculo. Durante los últimos tres años, Okafor ha promediado cerca de cinco puntos más cada 40 minutos -- eso es un gran avance.

También se ha mencionado la diferencia en los estados físicos de ambos, pero si mira en detalle no creo que el contraste sea notable. Okafor ha promediado 66 partidos por temporada durante su carrera; Chandler por su parte, 67. Chandler tiene problemas con el dedo del pie que ya ha dejado en nada un posible intercambio, pero Okafor tiene una espalda problemática. Okafor ha jugado 82 partidos cada una de las dos últimas temporadas, pero durante sus carreras el historial de lesiones de ambos no es muy diferente. La edad tampoco es un factor que influye -- nacieron con cuatro días de diferencia.

Sin embargo, los Hornets corren con ventaja. Al sumar a un centro que hará el trabajo sucio en la defensa y además sumará un poco de puntos, mejoran sus chances de estar en la cima del Oeste, aunque aún queda trabajo por hacer.

En cuanto a la idea de que esto demuestra que los Hornets están dispuestos a invertir dinero, sólo lo creería en un aspecto. Sí, simplemente podrían haberse sacado de encima el salario de Chandler para de esa manera hacer más espacio en el margen del tope salarial, de modo que en ese punto su lucha para hacer que el equipo siga siendo competitivo merece un aplauso. Pero en realidad redujeron su nómina de sueldo para los próximos dos años con este acuerdo y los que hagan de ahora en más no importa demasiado -- basándonos en los acuerdos actuales, New Orleans quedará debajo del tope en 2011 incluso con el dinero que le deberán pagar a Okafor. Además, en ese momento estarán en un nuevo estadio en Las Vegas y el dinero no será una cuestión tan apremiante (estoy bromeando amigos... guarden esos cuchillos).

En cuanto a Charlotte, no lo entiendo. Este ya era un equipo ofensivo terrible, se ubicaba en el puesto 27 de la NBA en cuanto a eficiencia ofensiva hace un año. Chandler es peor jugador que Okafor en la ofensiva, y su única habilidad en esa zona (las volcadas y las jugadas pick-and-roll) no parece engranar demasiado bien con el personal de los Bobcats.

Los fanáticos de Charlotte dirán que han liberado espacio en el tope de cara a 2011.Por supuesto, hubiese sido más fácil obtener ese espacio al no firmar con Okafor por seis años y $72 millones hace un año.

Es difícil creer que los directivos de los Bobcats han cambiado tan drásticamente con su posición respecto a un jugador en apenas 12 meses, en especial cuando Okafor tuvo una temporada como era de esperar. Ya arrancó la temporada de golf en northern Illinois de modo que sabemos Michael Jordan no ha estado detrás de esto, y Rod Higgins es demasiado sensato como para cambiar de opinión de la noche a la mañana.

Esto nos lleva a dos otras posibilidades. Lo primero es que este es un típico intercambio al mejor estilo Larry Brown. Okafor es un buen jugador pero no rebosa de pasión por el juego, algo que Brown ha criticado en la última temporada. Chandler es mucho mas apasionado, y quizá Brown -- con mala fama por querer cambiar a cada uno de los jugadores del roster -- convenció a la dirigencia de que llevase adelante el canje. (Y al decir "convenció", quiero decir "se quejó incesantemente hasta que finalmente decidieron hacerlo para que se callara de una vez por todas").

La otra posibilidad es que se llevó a cabo por la necesidad de Robert Johnson de vender el equipo. En ese caso, aliviar la deuda de $40 millones en los últimos tres años del contrato de Okafor eliminó una carga extra de los libros, y quizá eso hará que sea más fácil deshacerse del equipo más rápido. Si eso es algo que termina sucediendo, los fanáticos de los Bobcats podrían seguir sintiendo que ganaron en el cambio.

Cualquiera haya sido la motivación, lo seguro es que no los convierte en un mejor equipo. No es que haya un gran abismo entre ambos jugadores, pero Okafor ha sido consistentemente más productivo, en especial en la zona ofensiva. Para un equipo que necesita sumar francotiradores de manera desesperada, ha sido una extraña manera de elevar el nivel del plantel. En cuanto a los Hornets, esta es una increíble oportunidad para seguir el ritmo de los líderes del Oeste.