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Nuevo capítulo histórico

SOUTH WILLIAMSPORT, Pa. -- Genuina celebración. La presencia de dos niñas en los diamantes de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas es una manera particular de conmemorar el 35º aniversario de la aplicación de la regla que permitió que por primera vez las jovencitas jugaran en estas competiciones internacionales.

Katie Reyes y Bryn Stonehouse figuran como el segundo dúo de niñas que participa en una misma Serie Mundial de Pequeñas Ligas en los 63 años de existencia de esta competición.

Reyes es una inicialista y patrulla el bosque central para la selección de Canadá. Stonehouse defiende la primera y la tercera base y juega el jardín para la escuadra de Arabia Saudita. Ambas son parte de un grupo de 15 niñas que han participado en el torneo anual de peloteros de 12 y 13 años de edad que toma lugar en Williamsport, un pueblo en la parte norte y central de Pensilvania.

Trece niñas habían participado en las Series Mundiales de Pequeñas Ligas desde el 1984, cuando Victoria Roche, quien integró la selección de Bélgica, se convirtió en la primera que jugó en el torneo. Sin embargo, ninguna había jugado en una Serie Mundial de Pequeñas Ligas desde el 2004, cuando Alexandra Bellini ,de Ottawa, Canadá, y Meghan Sims, de Owensboro, Kentucky, se convirtieron en el primer dúo de peloteras en Williamsport en un mismo año.

Stonehouse reconoce el valor de jugar en esta serie.

"Yo siento que estoy cargando esa historia adelante", dijo la joven de 13 años de edad, a la vez que confesó su satisfacción al poder "salir y buscar comida que uno no encuentra en Arabia Saudita".

Reyes valora el ángulo histórico de su visita a Williamsport, aunque su pasión por el béisbol es tal que romper barreras figura como un elemento secundario. "Yo sólo quiero jugar béisbol. Es muy divertido. Me gustan todos los aspectos del juego", dijo.

Reyes admite, sin embargo, que sus padres están más entusiasmados que ella sobre su papel como pionera en los diamantes de Pequeñas Ligas. "Ellos no encuentran palabras para manifestar su orgullo", agrega.

Los padres de Reyes, Hércules y Rachel, emigraron de las Filipinas hacia Vancouver antes de que la juvenil pelotera naciera. La pasión de Katie por el béisbol floreció cuando su hermanito Matthew, de 11 años, comenzó a jugar en una liga local. "Yo sólo quería ayudarlo", dijo Katie.

A diferencia de Stonehouse, Reyes nunca jugó softbol y no integra ningún equipo en otra disciplina deportiva. Reyes no quiere dejar de jugar béisbol una vez su edad no la permita militar en las Pequeñas Ligas.

Por su parte, Stonehouse está ansiosa de jugar softbol. "Prefiero jugar softbol cuando llegue a la escuela superior. Ese fue el deporte que jugué primero y puedo estar con gente como yo", destacó.

Stonehouse y Reyes son compañeras de cuarto en Williamsport. Todos los peloteros que participan en la Serie Mundial de Pequeñas Ligas residen en un complejo de habitaciones que yace al lado de los campos de juego. El complejo es un paraíso para los 192 jóvenes de 16 equipos y nueve países. El albergue incluye piscina, sala de juegos, de cena -- y el acceso de los padres no es permitido.

Los técnicos de los equipos y voluntarios de la región de Williamsport, quienes sirven como chaperones, son los únicos adultos que pueden entrar al albergue. Los jóvenes pasan su tiempo libre compartiendo sin importar el país que representan, el idioma que hablan y/o su género.

"Bryn (Stonehouse) ha estado tanto tiempo con nosotros que no es nada fuera de lo ordinario. Los muchachos actúan como muchachos. Es como si ella fuera una hermana", explicó Don Somogye, el dirigente del equipo de Arabia Saudita. Somogye emitió el comentario mientras esperaba, junto a Stonehouse, cerca del portón del albergue por el resto de su equipo para partir hacia los campos de práctica. "Los niños se toman más tiempo que las niñas para vestirse", dijo el manager.

Somogye cataloga a Stonehouse como una líder de su escuadra. "Ella es una de los jóvenes más maduros del equipo. Ella hace un gran trabajo en hablar sobre el juego con sus compañeros de equipo; nota cosas durante el juego y me las trae a mi atención", dijo.

Arabia Saudita perdió su primer juego de la Serie Mundial de Pequeñas Ligas el sábado contra Japón, 5-2. Stonehouse no comenzó el juego en la alineación, pero entro a jugar la primera y la tercera base y se fue en blanco en su único turno al bate.

Reyes integró el lineup de Canadá en su primer juego del torneo el sábado, un partido que México perdió 2-1. Reyes bateó noveno, jugó la inicial impecablemente, pero no logró imparable en su único turno oficial.

Es la segunda vez que México se mide a una selección de Canadá que cuenta con al menos una niña en sus filas.

Kelly Craig, de Columbia Británica, fue la abridora de un partido en el 1990 contra Matamoros. Craig sólo enfrentó a tres bateadores y fue trasladada a defender la inicial cuando llenó las bases. Canadá ganó dicho encuentro, 8-3.

"Fue chocante que un equipo con una niña nos ganara", dijo Sergio Guzmán, un oficial de las Pequeñas Ligas de México, quien se hallaba en Williamsport el sábado y recuerda el impacto que esa derrota del 1990 tuvo entre los fanáticos del béisbol mexicano.

Hoy en día, sin embargo, los integrantes del equipo mexicano están acostumbrados a enfrentar conjuntos con niñas en sus filas. "Nosotros ya hemos jugado los últimos tres años contra tres niñas", declaró Raúl Rojas, el pitcher ganador del encuentro contra Canadá.

El manager de México, Agustín Montoya, descartó el asombro ante el hecho de que las niñas puedan medirse competitivamente contra los niños en un juego de béisbol. "Todos los años nos enfrentamos contra una niña en un equipo de Jalisco. Esa niña está jugando desde que tenía cinco años", dijo.

Las Pequeñas Ligas han evolucionado de manera significativa, ya que antes la organización se resistía a dejar que las niñas formaran parte de sus torneos.

La niña Kathryn Tubby Johnson participó en un juego de Pequeñas Ligas en Corning, Nueva York, en el 1950, pero las Pequeñas Ligas no permitieron que las niñas jugaran en sus ligas oficiales hasta el 1974, dos años después de que el Presidente Richard Nixon firmó el Titulo IX, una ley que le otorga a las mujeres y las niñas mayores oportunidades para participar en competencias atléticas.

Las Pequeñas Ligas finalmente revisaron su política después de que la Corte Suprema de Nueva Jersey ordenó que se permitieran a las niñas en las Pequeñas Ligas de ese estado.

Rachel Reyes desea que otras niñas sigan los pasos de su hija y que las comunidades brinden apoyo a las jóvenes que quieran incursionar en el deporte competitivo.

"Si la participación de mi hija le da aliento a otras niñas para jugar béisbol, eso es bueno. Ellas pueden jugar. A ellas les encanta el deporte. Dénles una oportunidad, como la que le dieron a Katie. Ella tenía un gran técnico y mucha gente buena a su alrededor. Nosotros la apoyamos en todo".