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Con el Narigón a la cabeza

Maradona no es un DT demasiado confiable Getty Images

BUENOS AIRES -- Maradona dijo: "Hasta Bilardo puede jugar en la selección". Y, hoy por hoy, es cierto que cualquiera que más o menos pueda manejar una pelota decorosamente, tendría un puesto en la selección nacional ¿Eso está bien o está mal?

¿Está bien o está mal que haya tantos jugadores con niveles desparejos en la selección nacional?

La idea de Diego de hacer una mixtura entre jugadores del plano local y del plano internacional está muy bien. Si me apuran, me atrevería a decir que es casi un gesto revolucionario dentro de las decisiones técnicas de la selección nacional.

Pero tengo una duda ingrata, mala, egoísta, infinita. ¿Para qué sirve convocar a un jugador (Gonzalo Bergessio, por ejemplo, que rinde, hace goles) y después chau, no convocarlo más? ¿Para qué sirve?

¿El jugador no merece más tiempo, más compromiso del director técnico para volver a convocarlo y darle regularidad?

Son cosas que Diego hace bien y cosas que hace mal. No se puede probar indiscriminadamente en la selección partido tras partido.

Y menos en estas competencias como las Eliminatorias a un Mundial. ¡Hay que encontrar ya el equipo! ¡No tenemos tiempo que perder! Son muchas las dudas de Diego, y al equipo hay que encontrarlo antes del sábado cuando juguemos con Brasil.

Es asombrosa la cantidad de delanteros y de defensores que se probaron en la selección desde que Diego asumió como director técnico.

Francamente, la Selección no es un lugar para probar jugadores. A la selección tienen que ir los jugadores fijos y sus eventuales suplentes. Pero no se puede convocar a Sand, Palermo, Lisandro, Milito y la lista puede seguir.

Ya entre los supuestos titulares tiene todo un problema con Teves, el Kun, Messi. Con la defensa pasa exactamente el mismo tema, muchos cambios, muchas pruebas y ahora encima convocó a Rolando Schiavi.

Palermo se merece un lugar indiscutido en la Selección nacional. Pero, ¿para qué lo llama, si casi sabe que es difícil que juegue? Todos sabemos que el Kun es el reemplanzante natural de Teves o viceversa. ¿Cuál sería el espacio para Martín?

Con un equipo de improvisados, es probable que Brasil le gane fácil a Argentina.

BRASIL ES EL TEMA
Tengo algunas palabritas para Brasil.

Desde que comenzó a sonar este tema del superclásico sudaca se levantó un manto oscuro de falsas verdades.

Los argentinos tenemos la culpa de mucho, nos obsesionamos con este partido.¡Incluso hasta hemos cambiado el lugar de juego! Francamente, nos volvemos paranoicos cada vez que jugamos con un Brasil que no es tal...

Nosotros somos los culpables de que Brasil sea casi invencible. Nosotros agrandamos a estos morochos que, lejos, ¡muy lejos! están de ser un cuco.

No es el Brasil de todas las épocas, es apenas un brasilito pobre, sin identidad, que a gatas funciona gracias a esos dos monstruos que son Kaká y Luis Fabiao.

¡Hay que atacarlos y Brasil se pincha como un globo! Los brasileños no están acostumbrados a que los ataquen y les saquen la pelota. Y todo porque el equipo de Dunga es pura pinta.

En las Eliminatorias pocas veces jugó bien y todavía no ganó ningún partido decisivo. Y perdió en varias ciudades donde antes ganaba con facilidad. Tiene suerte en exceso.

¿Qué nos pasa, entonces, con Brasil?

Sencillo, le tenemos miedo. Y no sólo respeto, como aseguran muchos jugadores argentinos. Y ahora más los respetamos y les tememos mucho más porque nunca antes estuvimos en una situación así: tener que definir la clasificación para el Mundial ante Brasil.

Es cierto que este partido no es definitorio ciento por ciento. Pero ay, ay, ay... Si perdemos con Brasil, ay, ay, ay... ¿Tendremos ánimo para ganarle a Paraguay, en Asunción? ¿Podremos? Paraguay es el equipo más difícil de estas eliminatorias, mucho más que Brasil.

El secreto para ganarle a Brasil es atacarlo desde el primer momento. Perderle el respeto y el miedo para siempre. Dejar que ellos jueguen, pero jugar primero nosotros.

Pienso que en partidos como éste sería tan importante la presencia de Riquelme. Riquelme tiene que volver a la selección. No simpatizo con Riquelme para nada, pero cada día me doy cuenta que es un jugador que necesitamos.

Además lo que genera mucha inseguridad son las declaraciones de Maradona y de Bilardo. Esos dos locos son capaces de ganar cualquier guerra, pero también son impredecibles, como el fútbol.

En ellos no se puede confiar. Los queremos, son simpáticos, pero no se puede confiar... Me imagino a Diego sin dormir desde hace una semana y a Bilardo, como loco, pensado en cómo ganarle las espaldas a Luzio y cómo parar a Kaká y a Robhino. ¿Y si juega Adriano?

En fin, sea como fuere, hay que ganar. Todo depende de nuestros jugadores y de la fortuna de los brasucas. Aún así, pese a este presente oscuro, le pongo una ficha a la selección de Diego. ¡Cómo no, vamos todavía!