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A imitarlo

MONTEVIDEO (Enviado especial) -- El 25 de noviembre de 2001 Uruguay logró su última clasificación para una Copa del Mundo. Pasaron ocho años y varias decepciones para un país que fue dos veces campeón mundial y que en los últimos años sufrió mucho más de lo deseado.

Aquel equipo de Víctor Púa que ideó Daniel Passarella debió jugar un repechaje, instancia ya acostumbrada para los Seleccionados charrúas, que alcanzaron el quinto puesto en las últimas tres Eliminatorias.

Alejandro Lembo era uno de los líderes del conjunto uruguayo que se clasificó para el Mundial 2002. Jugó ambos encuentros frente a Australia y es una palabra autorizada en estos momentos de tensión y esperanza para la Celeste. En una charla exclusiva con ESPNdeportes.com, el actual defensor de Nacional recordó aquellos días de comienzos de milenio.

-¿Cómo se viven estos momentos previos?
-El país lo vive de una manera muy especial. Todos sabemos lo importante que es el fútbol para Uruguay. Además, la Selección no pudo clasificar para el último Mundial, así que la expectativa es aún mayor porque la gente está ansiosa. Además, Costa Rica es un equipo más accesible, por lo que hay más confianza.

-¿Qué similitudes ves con respecto a aquel equipo de 2002?
-En primer lugar, que definimos como local. Eso es muy importante para cualquier Seleccionado. En 2006 se jugó el partido de vuelta de visitante y no pudimos clasificar. Definir en tu casa es ir a luchar afuera como se pueda y después buscar el triunfo con la gente a favor. Además, el hecho de haber ganado 1-0 en Costa Rica es una gran ventaja.

-¿Sentís que jugar el repechaje es como un karma para Uruguay?
-Sí, lamentablemente sí. En los últimos tres Mundiales tuvimos que ir a pelear la clasificación en esa instancia. Creo que la razón fue que en momentos clave se ha fallado.

-¿Creés que se llega a esta instancia por errores propios o por cuestiones fortuitas?
-Siempre es por errores, individuales o colectivos. Aunque todo sirve para mejorar, para individualizar esas fallas y mejorarlas pensando en la Copa del Mundo.

-En aquel proceso hubo dos entrenadores: Passarella y Púa. ¿El hecho de que Tabárez se haya mantenido en el cargo es una ventaja de cara al Mundial?
-Creo que sí, porque el grupo lo armó él desde el comienzo. La base que fue al Mundial 2002 fue la misma que armó Passarella y Púa sólo pudo continuarla, porque no tuvo tiempo para armar otro equipo. Esta vez el técnico tuvo la suerte de estar desde el principio, armar su equipo e ir adaptándolo a lo que necesitaba. Ahora, sólo queda mantener la base y trabajar en el equipo que jugará el Mundial.

-¿Qué se debe mejorar en estos siete meses para superar la actuación de Japón y Corea?
-El plantel debe juntarse lo máximo posible y sobre todo disfrutar el Mundial. Nosotros disfrutamos mucho más del torneo cuando llegamos y lo vimos por televisión que desde allá, porque estuvimos en un sitio horrible, en el medio de la montaña.

Además, concentramos mucho tiempo antes e hicimos una larga gira por EEUU y Japón antes de llegar a Corea, lo que nos desgastó. Hay varias cuestiones extra futbolísticas que se deben mejorar, porque por lo menos para mí y para varios de mis compañeros ese fue el gran lío que tuvimos, porque sí disfrutamos de los partidos, pero el entorno y la vivencia de un Mundial no pudimos experimentarlo.

-Uno cree que lo mejor es que un equipo se concentre mucho tiempo antes de un torneo para conocerse mejor, ¿esto puede ser contraproducente para los jugadores?
-Sí, se te hace pesado. En el mundo cada vez se concentra menos, porque no se necesita hacer una concentración muy extensa para estar juntos. Se pueden armar amistosos, juntarse a jugar. Creo que un torneo así genera tensión ya de por sí, porque todos los equipos y los futbolistas quieren mostrarse ante el Mundo, entonces cuanto más relajado se llegue es mucho mejor.

-¿Cómo ves al equipo? ¿Creés que pueden superar lo hecho por ustedes?
-Hay un buen equipo, con jugadores que están pasando un buen momento. Aunque siempre se necesita un poco de suerte. El Mundial tiene algo muy lindo, porque después de la primera ronda es uno contra uno y puede pasar cualquier cosa.

Faltan horas para que la espera llegue a su fin y Uruguay decida su suerte en un partido a todo o nada, algo que para los Seleccionados charrúas es una costumbre. Como alguna vez fue Australia, esta vez Costa Rica será el rival en una noche que todo país desea que sea de fiesta.