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La historia de Inglaterra 1966

Getty Images

INGLATERRA 1966

Equipos: 16.

Equipos en Eliminatorias: 70.

Ausencias notables: ninguna.

Sorpresas: Corea del Norte.

Goleador: Eusebio (Portugal) 9 goles.

Estadísticas: Se marcaron 89 goles (2.78 por partido). Portugal (17) fue el más goleador.

Se disputó en un formato de cuatro grupos de cuatro equipos, con los dos primeros avanzando hacia los cuartos de final.

Número de partidos jugados: 32.

Innovaciones
• Se hicieron controles anti-dopaje.
• La FIFA prohibió la naturalización de jugadores para que puedan representar a otros países.

Controversias
• Dieciséis naciones africanas boicotearon el torneo en protesta por una decisión de 1964, que obligaba al campeón de ese continente a disputar un repechaje ante los ganadores de Asia u Oceanía.
• El trofeo Jules Rimet fue robado mientras era exhibido públicamente tres meses antes del comienzo del torneo, pero una semana antes de iniciarse el Mundial fue hallado entre unos arbustos por un perro llamado Pickles.
• El del inglés Geoff Hurst en la final ante Alemania Occidental, ¿cruzó realmente la línea de gol?

Curiosidades
• El sorteo para este Mundial fue el primero en ser televisado.
• Willie fue la primera mascota de un Mundial.
• El partido entre Uruguay y Francia debió jugarse en el estadio White City de Londres, que no es un estadio habitual para fútbol, ya que en Wembley, donde debía jugarse originalmente, ese día había carreras de perros galgos y los organizadores se negaron a cancelarlas.
• El partido inaugural, entre Inglaterra y Uruguay se vio demorado, ya que muchos de los jugadores ingleses se olvidaron sus identificaciones en el hotel. Un policía en motocicleta fue enviado a recogerlas.
• Como medida de seguridad, la Asociación inglesa tenía reservada una réplica del trofeo para ser entregada después de la final. Esta réplica fue comprada por la FIFA en una subasta, en 1997, por 254 mil Libras.

Historia

Esta vez no había premio para el que supiera el resultado final de este Mundial. Aún Alf Ramsey sabía el resultado cuando en 1963, cuando pronosticó que Inglaterra se quedaría con la copa. Sin embargo, esa conclusión tendría que comprobarse enfrentando a equipos poderosos, como Brasil, que tenía a algunas de las estrellas de 1962, Portugal, con el mejor equipo de su historia y jugadores como Eusebio, José Torres y Mario Coluna, mientras que Alemania y Unión Soviética llegaban con los mejores seleccionados de su generación.

A Inglaterra, cuyo estatus de anfitrión se debió en buena medida a que Stanley Rous era el presidente de la FIFA, se le concedió el privilegio de jugar sus partidos en Wembley.

Pero aún así tuvo que luchar más de la cuenta, al principio, con Uruguay como un sólido rival en el primer partido, que terminó 0-0.
Ramsey, entrenador de los locales, buscaba la combinación adecuada en ataque y mediocampo mientras el torneo se disputaba, habiendo perdido al delantero Jimmy Greaves, que sufrió un serio corte en la victoria 2-0 ante México, en el segundo encuentro del torneo.

Pronto, Ramsey abandonó la idea de tener delanteros por las bandas, lo que generó la leyenda llamada "las maravillas sin punteros", en una formación en la que los centrales George Cohen y Ray Wilson tenían licencia para ir al ataque y unirse a sus delanteros.
Ante un decente equipo de Francia fue Roger Hunt quien se benefició del nuevo sistema, marcando los dos goles en la victoria 2-0 que clasificó a los anfitriones a los cuartos de final.

Allí Inglaterra enfrentó a Argentina, que había clasificado tras superar un grupo que incluía a Alemania Occidental, con el enorme talento del joven Franz Beckenbauer.

Pero el grupo más competitivo era el que integraban Brasil, la resurgente Hungría y Portugal, que contaba con varios de los jugadores del Benfica, que había sido uno de los mejores clubes de Europa durante los últimos cinco años.

Bulgaria, mientras tanto, jugó un papel crucial en el futuro de Pelé en el torneo, cuando en el partido inicial los búlgaros se turnaron permanentemente para cometer infracciones a la estrella brasileña, que finalmente tuvo que salir en camilla. La escena que lo muestra tirado al lado del campo de juego y cubierto por una manta sigue siendo una de las imágenes de ese Mundial que más perduran.
En el siguiente partido, Hungría destrozó a Brasil, con brillantes actuaciones de Florian Albert y Bene. La primera derrota de Brasil en Mundiales desde 1954 dejó, para muchos, el camino abierto para el destino final del torneo.

Luego, Eusebio eclipsó a Pelé, que otra vez fue sometido a un duro tratamiento por los defensores rivales. La victoria 3-1 de Portugal dejó afuera a Brasil y Pelé juró no volver a jugar un Mundial.

Italia, mientras tanto, también contaba con jugadores de clubes que dominaban el fútbol europeos. Pero estos sufrirían un fracaso aún mayor que los brasileños. A pesar de haber sido derrotados por un sensacional equipo soviético, parecía que no corrían riesgo ante los últimos rivales en su grupo: Corea del Norte. Pero un gol de Pak Doo Ik, que los mandó temprano a casa, será recordado por siempre como una de las más grandes pesadillas del fútbol italiano, cuyo seleccionado fue recibido a puro tomatazo.

Un destino similar pareció correr Portugal, cuando a los 22 minutos los coreanos estaban en ventaja por 3-0, por los cuartos de final. Pero, una vez más, Eusebio tomó el toro por las astas y marcó cuatro goles en sólo media hora.

Alemania Occidental no tuvo inconvenientes para golear 4-0 a Uruguay, mientras que Unión Soviética superó por 2-1 a Hungría.
El choque de Inglaterra con Argentina se volvería famoso. A pesar de que Geoff Hurst, el reemplazante de Greaves, marcó con un cabezazo, los locales fueron envueltos en el estilo sudamericano, mientras el capitán argentino, Antonio Rattin abusaba permanentemente del árbitro Kreitlein con sus protestas.

Finalmente, Rattin pagó el precio y fue expulsado tras la segunda tarjeta amarilla. Tras 10 minutos de consternación, el juego fue reiniciado y Hurst convirtió su gol.

Ramsey prohibió a que sus jugadores cambiaran camisetas con sus rivales tras la victoria y llamó "animales" a los argentinos. Ese no iba a ser el último incidente entre estos dos equipos.

En el siguiente encuentro para los anfitriones, los ingleses – especialmente Bobby Charlton – fueron demasiado para Portugal, aún con Torres y Eusebio jugando en su mejor nivel.

En el otro encuentro de semifinales, el arquero ruso Lev Yashin, considerado el mejor del mundo, cometió un grosero error que permitió al alemán Helmut Haller convertir el gol de la victoria ante Rusia, que jugaba con nueve en ese momento.

La final tuvo dos momentos clave. Después de que Haller puso en ventaja a los alemanes, Martin Peters dio vuelta el partido a los 78 minutos y parecía que se quedaba con el trofeo. Pero Weber igualó en el último minuto.

Antes de comenzar el tiempo extra, Ramsey dio una famosa charla a sus jugadores, en la que hizo hincapié en que los alemanes estaban terminados. Y no estuvo equivocado.

El segundo gol de Hurst todavía es ampliamente cuestionado. ¿Cruzó o no la línea de gol? El asistente del árbitro, el ruso Bakhramov, fue el hombre que vio entrar la pelota y es todavía una leyenda para el fútbol inglés.

Hurst completó su tripleta en el último minuto y la copa se quedó en Inglaterra.