BUENOS AIRES -- Desde hace ya varios meses se sabe que la Unión de Rugby de Buenos Aires no le permitirá a los jugadores del Plan de Alto Rendimiento de la UAR jugar para sus clubes en 2010. El tiempo pasa y no parece que haya una solución. Es más, los dirigentes confirmaron que por ahora no hay cambios y que desde el 1 de enero ningún "profesional" podrá pisar las canchas de los clubes de Buenos Aires sábado a sábado. Por eso, Scrum.com empieza con esta serie de notas que tocarán un tema que por estas horas es crucial para el futuro del rugby argentino.
Los jugadores, sin dudas, están en el medio. Sobre todo los del PladAR, quienes deberán elegir club o seguir con el entrenamiento rentado de la UAR. Scrum.com quiso saber qué opinan ellos, los players, acerca de esta medida de la URBA. Y no los del PladAR, sino los otros, los que sí son 100 por ciento amateurs. Sobre los 30 consultados, de 20 clubes diferentes, la conclusión fue apabullante: 29 piensan que sí deberían jugar en la URBA y apenas uno está a favor de la decisión de la Unión porteña.
Algunos como Federico Voltán, de Belgrano Athletic, fueron duros: "Me parece una vergüenza. Es una medida sin sentido y una involución muy grande para al rugby argentino. Justo cuando nos tenemos que unir para salir adelante y poner el rugby en lo más alto, estamos retrocediendo y poniendo trabas al crecimiento. Sin ninguna duda, la medida es un papelón". También Germán Villamil, uno de los mejores de Pucará en la temporada 2009: "Pienso que es un capricho. Por cuestiones políticas que no se ponen de acuerdo cada vez el torneo de la URBA tiene menos prestigio".
Las razones que dan la mayoría de los jugadores para no estar de acuerdo con la medida de la URBA es que el torneo perdería a los mejores y así caería el nivel. "Hace crecer el nivel del torneo, si ellos no están, el torneo cada vez va a ir perdiendo más valor. Tienen que jugar", explicó Andrés Lo Bianco, hooker del tetracampeón Hindú. Otro de los justificativos es que no les parece bien que no puedan representar a sus clubes, donde se formaron y crecieron. "Todos los jugadores queremos representar al club. Es donde creciste, tenés tus amigos. No es que en el rugby se cambia de equipo, en el rugby se juega por diversión, es lo principal", sostuvo Nicolás Pollet, hombre de San Martín. Juan Campero, capitán del CASI, también dijo que "me parece un disparate quitarles el derecho a los jugadores de jugar por sus clubes cuando ellos estén disponibles. Se trata de un seleccionado nacional al que llegan por el desempeño hecho en sus clubes".
Por su parte, Agustín Dorado, de CUBA, dio sus razones para estar de acuerdo con la URBA. "A mí me parece que no está bueno jugar contra tipos que se pueden entrenar todos los días mientras yo estoy sentado en mi oficina. Estamos en un momento de transición o no sé qué es y es obvio que hay que encontrarles también un lugar a los jugadores que quieren aspirar a jugar en Los Pumas. Pero así no", confesó el wing. Y agregó: "Yo juego al rugby desde los 6 porque me gusta y le dedico todo el tiempo que puedo; y hay otros chicos que están jugando porque están aspirando a tener al rugby como profesión. Me parece que no son compatibles esas dos cosas".
Muchos creen que quizás sí hay diferencias entre los "amateurs" y los "profesionales", pero que por el momento se podría convivir hasta que los miembros del PladAR tengan una competencia estable a lo largo de todo el año. En el 2010, un equipo argentino con rugbiers locales jugará en Sudáfrica la Vodacom Cup, de febrero a mayo. También puede haber otros torneos como la Churchill Cup, la Americas Rugby Championship y algunos tests, como hubo en 2009, pero no está garantizado competencia para todo el año.
"Estaría bueno que todos jueguen en la URBA. A la larga, por hay no el año que viene, la división se va a dar naturalmente. En el 2010 se podría jugar, pero a la larga los chicos que hoy empiezan en el PladAR, a los 25 años va a ser incompatible. Ahora hay diferencia, pero se banca", afirmó Alfredo Cordone, capitán de Newman.
La discusión está planteada y los tiempos apremian. La mayoría de los jugadores que no pertenecen al PladAR quieren que el torneo siga como hasta ahora y dan sus motivos. Por ahora, los clubes están firmes. ¿Cambiarán? Algunos tienen una luz de esperanza de que todo se va a resolver. Otros, no.