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Dispuesto a ayudar

Claudio Morresi, Secretario de Deportes de la Nación Secretariía de Deportes

BUENOS AIRES -- Ya es vox populi que, en junio del año pasado, el rugby argentino concretó un episodio histórico que no se había dado nunca en su centenaria vida: aceptó ayuda del Estado Nacional para reforzar uno de sus más ambiciosos proyectos. Sí, claro, estamos hablando del PladAR. ¿Pero cómo comenzó esta misión bilateral? Lea. "A partir de conversaciones con dirigentes de la UAR, y sobre todo debido a la convicción del estado nacional en acompañar a todas las federaciones deportivas -hay más de 630 deportistas que están becados-, les propusimos que contaran con nosotros para todo programa de desarrollo que ellos quisieran implementar con vistas al futuro", le explica Claudio Morresi, Secretario de Deportes, a Scrum.com, para luego agregar: "la ayuda no es sólo económica, ya que también consiste en brindar elementos médicos y de entrenamiento y becas de estudio en universidades privadas."

-¿El puntapié para comenzar las relaciones con la UAR fue la inclusión del rugby como deporte olímpico?
-Cuando se decidió ofrecer la ayuda todavía no estaba definido que el rugby iba a ser una disciplina olímpica, pero nosotros ya avizorábamos que esto se podía llegar a concretar. Y a partir de ahí, y como estrategia de país, nos reunimos con los dirigentes de la UAR para ofrecerles que nos presentaran un proyecto para que nosotros, desde el gobierno nacional, pudiéramos acompañarlos.

-Y terminaron aceptando el ofrecimiento...
-Claro, presentaron a 40 deportistas jóvenes, quienes ahora ya están entrenando en este proyecto denominado PladAR El objetivo del estado nacional es ayudarlos para que puedan dedicarse plenamente a la preparación y que, el día de mañana, se transformen en buenos deportistas para representar a la Argentina.

Hasta acá todo muy lindo y con viento a favor. Pero el crecimiento del PladAR trajo consigo muchas discusiones y disparos cruzados. Hasta ahora, lo más agudo del tira y afloje tiene su epicentro en Buenos Aires. Exacto, en la negativa de varios clubes de la URBA en no permitir que sus equipos estén integrados por jugadores profesionales. Y claro, Morresi, quizás tratando de no acordarse de todos los jugadores que dejó desparramados a pura gambeta en su época de futbolista, no esquivó la pregunta. "Estamos al tanto del conflicto, pero esas son decisiones que tiene que tomar las federaciones deportivas, porque cualquier injerencia del Estado puede trabar aún más el problema. Es decir, preferimos que intenten solucionar los problemas dentro de las mismas federaciones", dice.

-¿A vos te parece algo lógico el tema de la prohibición?
-Piensa- Está claro que hoy se viven otros tiempos, y por ende es medio contradictorio que jugadores que representan al país se vean privados de ejercer la práctica deportiva en los clubes en los cuales se criaron.

-De ser necesario, ¿la Secretaria de Deportes estaría dispuesta a mediar en el conflicto?
-Te repito, lo mejor sería que el rugby lo pudiera resolver sin incluir a terceros. Pero sí pondríamos manos a la obra si alguna de las dos partes necesita que intervengamos. Nosotros no queremos tener ningún tipo de injerencia si no es a través de un pedido formar.

-¿Algún jugador o club se acercó a plantear el tema?
-No, a la Secretaría de Deportes no se acercó nadie. Nuestra intención es que esto llegue a buen puerto y que los jugadores puedan tener la preparación que necesitan para que, después, cuando integren los seleccionados nacionales, puedan responder de la mejor manera.

Como un tigre agazapado, Morresi aguarda el desenlace del culebrón ovalado. Si le solicitan ayuda, su Secretaría intervendrá. Pero si no se la piden, continuará siendo un espectador de lujo del fuego cruzado. Lo mejor sería que hubiera paz...