Segundos después de que LeBron James y sus compañeros de equipo de los Cavaliers despacharan a los Toronto Raptors, un emocionado fanático de Cleveland comenzó un canto solitario.
"Venzan a LA, venzan a LA", gritaba.
Muchacho cálmate. Es el mes de enero.
Pero quizás no sea tan temprano para soñar con el mes de junio.
Después de todo, Kobe Bryant y los Lakers se vienen con todo.
Es posible que veamos una previa de finales de la NBA el jueves por la noche, Cleveland jugará de local contra Los Angeles Lakers, que tienen cuentas pendientes tras haber sido humillados por 102-87 por los Cavs el día de Navidad.
Con Mo Williams anotando 28 puntos, James sumando 26 y Shaquille O'Neal actuando como su magneto de fuerza, los Cavaliers apalearon a los campeones defensores de la NBA, cuyo nivel de frustración se tradujo en golpes bajos y castigos de faltas técnicas.
"No nos gustó ese partido de Navidad", dijo el centro de los Lakers Pau Gasol. "Fue muy decepcionante de nuestra parte. Tenemos que intentar controlar el partido cuando volvamos a jugar contra ellos. Debemos hacer eso. No está bien que un equipo tenga confianza en que te puede vencer, especialmente cuando se trata de alguien que podrías llegar a ver en los playoffs".
La parada en Cleveland comienza una demandante gira de ocho juegos para los Lakers (32-9), que tienen el mejor récord de la liga en parte a causa de su cronograma favorable. Han jugado 15 partidos fuera de casa --en comparación a los 25 de los Cavs-- y el desbalance ayudó a Los Angeles a abrir una ventaja de cinco juegos contra Dallas en la Conferencia Oeste.
Eso podría cambiar dependiendo de cómo los Lakers manejen una racha de ocho juegos en 13 días, incluyendo tres sets de consecutivos. La temporada pasada, Los Angeles estuvo a 6-0 en una gira similar por el Este que ayudó a los Lakers a llegar al título.
De todas maneras, primero quieren borrar los recuerdos de una Navidad infeliz que fue particularmente peligrosa para el alero Ron Artest.
"Ese partido de Navidad fue duro, y luego ese día entero no fue bueno para mí", dijo Artest, quien sufrió una contusión en una caída en casa horas después de la derrota contra Cleveland. "Sentimos que ahora somos un mejor equipo que cuando jugamos contra ellos antes".
Los Cavaliers también creen que son mejores.
A 32-11, Cleveland tiene el mejor récord en el Este, y con 23 de sus últimos 39 partidos en casa, los Cavs tienen la chance de huir de Boston, Orlando y Atlanta, sus competidores más cercanos en la conferencia. Acaban de regresar de una gira de la Costa Oeste, donde desplegaron malos hábitos--una tendencia a confiar mucho en James--y también un par de arrugas ofensivas con O'Neal en la cancha.
En la victoria del martes por la noche contra Toronto, O'Neal fue quien marcó la diferencia en ambas puntas de la cancha mientras los Cavs vencían a los mejorados Raptors por décima vez consecutiva en casa. Ha tomado más tiempo del esperado, pero el entrenador de Cleveland, Mike Brown, finalmente podría haber descifrado como utilizar mejor a su centro de gran tamaño, cuyo juego ofensivo no es lo que solía ser pero cuya presencia defensiva permanece intacta.
O'Neal apaleó a los escoltas de los Raptors, Jarret Jack y a DeMar Derogan con faltas duras pero limpias en el tercer cuarto que revivió a la defensiva de Cleveland, que cedió 60 puntos en la primera mitad.
"Es un muchacho de la vieja escuela", dijo Brown de O'Neal, quien también sobrepasó los 28,000 puntos de carrera en la victoria. "No va a ceder nada alrededor del aro".
Ese fue el caso cuando los Lakers y los Cavaliers se enfrentaron el mes pasado. Bryant anotó 35 puntos, pero pocos fueron fáciles y terminó a 11-32 desde la cancha. Y, en más de una ocasión, se chocó contra O'Neal, su ex y formidable compañero de equipo.
"Definitivamente tuvo una presencia en el juego", dijo el entrenador de los Lakers, Phil Jackson. "Se que fue un factor para Kobe. Shaq lo derribó como cuatro veces".
Contra Toronto, los Cavaliers manejaron su ofensiva a través de O'Neal, quien no pudo ser detenido por ninguno de los Raptors. Brown tuvo cuatro jugadas consecutivas a O'Neal en el poste bajo y produjo dos asistencias y una volcada en una movida de 9-2 para guardar el partido.
"Fue increíble tener ese lujo", dijo James. "Shaq es un muchacho poco egoísta y es muy bueno sentir esa presencia interior".
Jackson no quiere que su equipo se meta demasiado en el enfrentamiento del jueves o en la próxima gira de los Lakers, que llevará a la franquicia a Nueva York el viernes y no concluirá hasta el 1ero de febrero en Memphis.
"La gira del año pasado nos hizo dar un salto en la temporada. Este año vamos con las expectativas más bajas. No debemos poner demasiado énfasis en la gira. Sólo debemos jugar bien y evitar lesiones, empezando en Cleveland. No le damos demasiada importancia extra a ese partido, aunque es un partido interesante".