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Misión muy complicada

Por primera vez en 30 años, los Naranjeros de Hermosillo estarán bajo el timón de un mánager mexicano en una Serie del Caribe, y por primera vez desde 1976 --en que le dieron la primera corona a México en un clásico caribeño-- van en busca de terminar con más ganados que perdidos.

Bajo el mando de Homar Rojas, quien hace dos años estuvo en la Serie del Caribe dirigiendo a los Yaquis de Ciudad Obregón, los Naranjeros estarán representando a México por duodécima ocasión en la justa caribeña, esta vez en Isla Margarita, Venezuela.

En 1980, en que Benjamín "Cananea" Reyes dirigió a Naranjeros en República Dominicana, fue la última vez que se vio a Hermosillo con un manager mexicano, pues después hicieron siete apariciones con timoneles estadounidenses. Ahora Rojas va al frente y con una misión difícil de cumplir.

A excepción de 1976 en que Hermosillo fue campeón en Dominicana con marca de 5-1, en las otras 10 apariciones nunca ha podido tener más triunfos que derrotas, pues sus mejores actuaciones las tuvo en tres ocasiones al terminar con números parejos de 3-3 (1975, 1992, 2001).

La tendencia de los Naranjeros es la misma que ha tenido México como país en los últimos cuatro años, pues después de que Mazatlán (5-1) conquistó el título en suelo mexicano en 2005, los equipos representativos no han podido tener más victorias que derrotas.

En 2006 los Venados de Mazatlán repitieron en el Clásico Caribeño y se fueron con 0-6, al siguiente año Naranjeros tuvo 1-5, en 2008 con Rojas en el timón Yaquis de Ciudad Obregón tuvo 2-4 y el año pasado Mazatlán tuvo 3-3. ¿Será este año el del 4-2?

En busca de obtener más victorias que derrotas, los Naranjeros (24-42 en Series del Caribe) se reforzaron con 13 elementos, entre ellos siete lanzadores para fortalecer el cuerpo de pitcheo que quedó con tres sólidos abridores como lo son Travis Blackley, Juan Delgadillo y Juan Pablo Oramas, pues Edgar González no hizo el viaje.

Se reforzaron con el líder de ganados y efectividad en el rol regular, Pablo Ortega, el colíder en juegos salvados Héctor Navarro, tres buenos preparadores en el relevo como lo son Mario Mendoza Jr., Francisco Félix y Rafael Martín. El otro es el lanzador zurdo Héctor Rodríguez, a quien sólo le faltaron dos entradas lanzadas en la campaña para ser el mejor en efectividad. Agregaron también a Walter Silva, quien en la postemporada fue el líder de ponches con 31, pero colíder de jonrones admitidos con cinco.

Para Ortega será su séptima Serie del Caribe después de jugar por primera vez en 2002, para Silva será su quinta en seis años como profesional en invierno, mientras que para Navarro y Martín será su segunda consecutiva después de debutar con Mazatlán el año pasado. Para Mendoza Jr., Félix y Rodríguez será su debut.

El pitcheo naranja se completará con los zurdos situacionales Edgar Huerta y Marco Zavala, el veterano de mil batallas Francisco Campos, Fernando Salas y Jesús Castillo. Leo Rosales y Elmer Dessens no hicieron el viaje, al igual que el cerrador dominicano José Vargas, quien no puede jugar con México por reglamento.

En el bateo, la tropa naranja va con el mejor bateador mexicano en la historia de Grandes Ligas, Vinny Castilla, el líder en jonrones en el rol regular con 23, Luis Alfonso García, así como Carlos Gastélum, quedando fuera el veterano José Luis "Borrego" Sandoval al lesionarse un pie en el séptimo juego.

También están el mejor jugador de la final, Chris Roberson, así como Karim García, Humberto Cota y el dominicano Nelson Teilón. Agregaron a los refuerzos Saúl Soto, que jugó la final con Cibao en Dominicana, Adán Amézcua, Luis Alfonso Cruz, Héber Gómez, el panameño Rubén Rivera y de última hora al campeón productor en el rol regular, Carlos Valencia.

Amézcua es un veterano con experiencia de seis Series del Caribe y en su haber tiene tres títulos, dos con Tomateros de Culiacán y uno más con Venados de Mazatlán. Gómez estará por octava vez en un Clásico Caribeño desde que apareció en el primero en 2002.

El equipo mexicano combina velocidad y poder, aunque en la Serie Final ante Venados no apareció lo primero al no robarse ni una base, aunque si lo demostraron en toques de bola sorpresivos de Roberson y Gastélum.

En el poder hasta les sobró, pues consiguieron 10 cuadrangulares en siete encuentros, dando nueve de ellos en los tres partidos jugados en Hermosillo. El pitcheo tuvo un cierre tremendo, pues consiguió par de blanqueadas en los tres juegos finales de la serie por el título y terminaron aceptando seis carreras en las últimas 35 entradas lanzadas.

El pronóstico luce alentador con los nombres y hombres que se llevan y porque en tres (1976, 1986 y 2002) de los cinco títulos obtenidos por México previo al año del campeonato se terminó con marca de 3-3 (1975, 1985 y 2001). El año pasado se terminó con la misma marca.