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La pareja perfecta

Leonardo Mayer en uno de sus momentos favoritos: jugando la Copa Davis AP

MIAMI -- Recorriendo el Crandon Park aquí en Miami antes de que empiece una nueva jornada de tenis, nos topamos con dos caras conocidas; el tenista argentino Leonardo Mayer y su entrenador Emiliano Redondi.

Sinceramente me llamó la atención porque se suponía que estarían viajando a Houston, donde Mayer iba a disputar su próximo torneo. Pero las dolencias tras un comienzo de temporada exigente hicieron que se diera de baja del campeonato.

Aprovechando su "tiempo libre", nos sentamos a conversar en una de las mesas en la zona adyacente al patio de comidas. Para los que no lo conocen a Redondi, tiene la particularidad de ser uno de los entrenadores más jóvenes del circuito a los 29 años; le lleva apenas siete a su pupilo.

"No pienso tanto en mi juventud", declaró Redondi. "Sí sé que me falta experiencia, pero por suerte hay muchos entrenadores argentinos de nivel, con Franco Davín a la cabeza con dos Grand Slams. Tengo muy buena relación con ellos, y les pregunto muchas cosas cuando las necesito".

La relación entre ambos comenzó cuando el antiguo entrenador Rubén Re, quien formó originalmente a Mayer, los presentó. Re no quería viajar más, y lo llamó a Redondi, que en ese entonces estaba trabajando con el tenista Juan Pablo Guzmán para que lo sumara al equipo de trabajo.

Pero no es que fueran desconocidos antes. De hecho se enfrentaron en las canchas; Redondi debió abandonar sucarrera por sendas operaciones en su hombro hace tres años y medio."Me acuerdo que la primera vez que nos enfrentamos fue en la cancha 1del Vilas", recordó Mayer. "Me ganó 6-2 y 6-2, pero yo siempre le digo que tenía 12 años en ese entonces. La segunda vez que jugamos fue en una final en Chile cuando yo estaba más grande y ahí ya le gané". "Una victoria es una victoria", retrucó Redondi entre sonrisas. "Hablando en serio, sabía la calidad de persona que era, y por eso cuando surgió la posibilidad de trabajar con él, no lo dudé".

Mayer eligió jugar la gira de cemento a principio de esta temporada, y mientras Redondi dice que tomaron esa decisión "por la Davis", los resultados se van dando de a poco para Mayer a pesar de haber sido eliminado prematuramente aquí en Miami. Y quizás haya ayudado el hecho de que Mayer se siente cómodo trabajando con alguien con el cual no tiene tanta diferencia de edad.

"Yo lo elegí a Emiliano por su conducta", remarcó Mayer. "Él no es grande pero es grande a la vez. Mejor que no tenga más de 40 años. Puedo practicar con él como si fuese un jugador más y ayuda a que la convivencia sea más fácil". Ahora están de vacaciones hasta el jueves antes de volver a Buenos Aires. La idea es prepararse para la temporada de polvo de ladrillo dado que hace ocho meses que Mayer no juega en esa superficie. "No hay un viaje que sea pesado con Emiliano", comentó Mayer.

La amistad entre ambos es evidente, y Redondi ve eso como algo positivo. "Los jugadores europeos suelen separarse de sus entrenadores a las seis de la tarde", dijo Redondi. "Los latinos suelen estar juntos más tiempo. Si fuese apenas una relación laboral, habría aspectos en los cuales no podrías meterte. Personalmente, creo que lo personal va de la mano con lo profesional".

Mayer está viviendo la clase de carrera que Redondi nunca pudo tener, pero el entrenador es rápido a la hora de marcar diferencias con su dirigido. "No veo esto como cosas que me quedaron pendientes a mi", aclaró Redondi. "Yo nunca jugué a este nivel, pero Leo está en un nivel altísimo. Sí disfruto de su carrera y es realmente muy fácil estar a su alrededor porque es una buena persona. Y cuando entramos a la cancha yo lo respeto como jugador y él me respeta como entrenador".

La carrera de Mayer ha dado un salto inesperado en los últimos dos años, y a pesar de que el correntino tiene muchos sueños pendientes, uno de ellos lo cumplió en la Copa Davis. "Haber jugado la Davis fue lo más lindo que me pasó", dijo Mayer con su habitual timidez. Pero su entrenador se anima a una anécdota para reafirmar el sentimiento de Mayer por su país. "Recuerdo que ahora en Suecia el encordador Luis Pieneri me contó que se juntaron todos los jugadores para hablar de sus sueños", expresó Redondi. "Y me dijo que Leo dijo la Davis. Realmente me puso la piel de gallina, sobre todo cuando ganó después. Fue una experiencia inolvidable haber estado en la Davis con un grupo tan unido".

Fanáticos de River por el lado de Redondi y de Boca por el lado de Mayer, las chicanas suelen ser moneda corriente."Yo ya rompí mi carnet de River hace tiempo", bromeó Redondi. "El que más sufre es Leo". "Yo realmente lo sufro por internet", admitió Mayer. "Por eso desde el superclásico del jueves que no hablamos de fútbol".

En lo que al tenis se refiere, tanto Mayer como Redondi están agradecidos de haber comenzado este equipo. "El tenis no es fácil cuando las cosas van mal", admitió Mayer. "Y Emi me ayuda mucho a pasar esos momentos difíciles".

"Hubo un momento que Leo ganó apenas un partido en dos meses", agregó Redondi. "Pero incluso en esa instancia se hace fácil porque él nunca deja de trabajar, y me da una tranquilidad laboral muy grande. Leo me ha abierto las puertas al nivel del tenis más alto".

Cada uno asume su rol. Mientras Mayer quiso sentarse una meta de terminar el año entre los 50 mejores, Redondi se enfoca en mejorar aspectos tenísticos porque "el ránking llega solo".

Caminando hacia la sala de jugadores del estadio, las bromas continúan, y un fanático alienta a Mayer diciéndole que ya va a ganar un Grand Slam. "Primero hay que ganar un torneo de ATP", le respondió Mayer entre sonrisas. Y si continúa por este camino, la tan anhelada primera victoria no tardará en llegar.