LANDOVER -- En el mismo lugar donde hace un año los hundió, este domingo Tony Romo dio nueva vida a sus Dallas Cowboys en sus aspiraciones de postemporada.
Romo lanzó un pase en cuarta oportunidad, con 61 segundos por jugar, a DeMarco Murray para el triunfo 24-23 sobre los Washington Redskins en el FedEx Field.
"Se siente mucho mejor salir hoy de aquí que hace un año", declaró Romo. "Hemos estado en un montón de partidos cerrados las últimas tres temporadas. Eso es porque no somos un equipo que vaya y gane 40-10 cada semana. Esa sería la meta de todos, pero no es realista.
"Hoy sabíamos que no había mañana, era ganar y seguir en competencia o regresar a casas derrotados y con la temporada echada a perder por completo".
Los Cowboys tendrán la oportunidad de enfrentar el próximo domingo en el AT&T Stadium a los Philadelphia Eagles por el campeonato de la División Este de la Conferencia Nacional.
Hace dos años, los Cowboys perdieron el último juego en New York contra los Giants con el título divisional de por medio; la temporada anterior sucedió igual aquí en Washington.
"Los Eagles son un gran equipo", aseguró Romo. "Su defensiva está poco valorada. Tienen buenos jugadores para presionar, que no tienen nombres tan conocidos, pero pronto todo el mundo sabrá quiénes son".
"La ofensiva de ellos está jugando a un gran nivel", agregó. "Hacen muchas cosas diferentes y seguro que van a montar un gran plan de juego, como nosotros espero que también lo hagamos".
Romo tuvo que organizar las dos últimas series ofensivas para remontar una desventaja que era de nueve puntos, provocada por errores de su propio equipo en el tercer cuarto.
Los Cowboys se fueron al descanso con la ventaja 14-6. Pero en las primeras dos series ofensivas regalaron el balón, con un balón suelto y una intercepción, que rápido se convirtieron en 14 puntos para los anfitriones y dejar el marcador momentáneo 20-14.
Los Redskins aumentaron su ventaja en ese mismo tercer cuarto, cuando el profundo novato de Dallas, J.J. Wilcox, cometió una falta personal en tercera oportunidad, cuando ya habían detenido a la ofensiva, que resultó en gol de campo rival.
"Así son los juegos en esta liga", indicó el entrenador en jefe de los Cowboys, Jason Garrett. "Hemos hablado de eso con nuestros jugadores todo el tiempo, que hay que seguir hacia adelante sin importar las circunstancias".
Los Cowboys ganaron apenas una semana después de que perdieron ante los Green Bay Packers, a pesar de que al medio tiempo ganaban por 23 puntos.
"En definitiva, hoy tuvimos que reponernos de muchas adversidades", añadió el entrenador. "Estoy muy orgulloso de mis muchachos y de cómo siguieron batallando todo el partido".
La defensiva batalló, de manera literal. Tuvo otra segunda mitad para el olvido, pero al menos detuvo a los Redskins en su penúltima serie, para recuperar el balón y que Romo montara el ataque final.
Los Cowboys permitieron 44 por ciento de efectividad en tercera oportunidad y 297 yardas totales; 100 por carrera y 197 por pase al mariscal de campo reserva de Washington, Kirk Cousins.
El receptor abierto Pierre Garçon hizo ver ridículo al esquinero Brandon Carr, cuyos bonos van a la baja cada semana, después de que el año pasado firmó con Dallas por alrededor de 50 millones de dólares.
Garçon terminó con 11 recepciones y 144 yardas, que pudieron ser más de no ser porque los Cowboys decidieron cambiar su cobertura y ponerle personal a Orlando Scandrick en vez de Carr.
"Orlando hizo un gran trabajo porque frenó por completo a Pierre, a quien no habíamos podido detener todo el juego", mencionó Garrett. "Esta fue una de las victorias de equipo más importantes que hemos tenido".
Los Cowboys de nuevo ratificaron que cuando Murray está sano y recibe el balón puede producir.
Superó las 100 yardas por tercera semana consecutiva y se convirtió en el primer Cowboy que rebasa la barrera de las 1,000 yardas desde Julius Jones en el 2006.
Murray recibió el pase del triunfo, en una serie que tuvo que convertir dos cuartas oportunidades antes de llegar a la anotación, incluida su última jugada ofensiva con 10 yardas para anotar.
"La jugada estaba diseñada para mí", explicó Murray. "Trabajamos en eso todo el tiempo, en pequeñas jugadas separadas".
"Primero traté de ayudar a Doug [Free] porque la presión venía rápido por ahí", agregó. "Luego salí a mi ruta y el resto fue de Tony, quien hizo de Houdini para escaparse cuando parecía que lo iban a capturar".
Los Cowboys aseguraron al menos su tercera campaña consecutiva con marca de 8-8 y, con un triunfo sobre Philadelphia en el último partido, podrían cerrar invictos la temporada en su división.