MONTREAL -- 25 enfrentamientos. 14 triunfos para la hermana menor. 11 para la mayor. Ambas, con reinado repartido en lo más alto del tenis mundial. Y un reencuentro en el cemento de Montreal que vio prevalecer a la menos pensada. Escenas del singular mundo de Venus y Serena Williams, que en Montreal concentraron la atención en el sábado de semifinales, y que la ganadora se encargó de contextualizar...
"Generalmente, en estos casos hay una hermana que se destaca sobre la otra y más o menos se sabe qué resultado esperar. Con Serena somos distintas. Hay algo único en nosotras y es que ambas somos muy buenas jugadoras. Aquí no hay nada garantizado. Eso es lo que lo hace atractivo", recalcó Venus luego de conseguir su primera victoria sobre Serena en seis partidos.
"Espero no bajar el nivel. No quiero presionarme de más, pero significaría muchísimo para mí ganar un torneo de este nivel. Es algo que vengo soñando desde que volví al tour. Uno trata y trata. En el medio hay desilusiones, pero un buen día llega un momento en que te acercas. Este es ese momento para mí", siguió la estadounidense, que en 2011 fue diagnosticada con el síndrome de Sjogren y estuvo siete meses sin jugar.
Serena, en tanto, fue a fondo con la autocrítica: "No creo haber jugado un gran partido. Saqué bien en el primer set, pero eso fue todo. Definitivamente tendré que revisar mi juego y tratar de ser más consistente".
"A esta altura, espero con ansias la próxima temporada, para ser honesta", remató la N°1. Y graficó: "Este año ni siquiera fui capaz de llegar a cuartos de un Grand Slam... al menos en 2015 no voy a tener que defender puntos allí".