NUEVA YORK -- La rutina de Justine Henin es como la de cualquier ama de casa en estos días. Se levanta por la mañana, por lo general, ante el llamado de su hija de 2 años, Lalie, a horas impredecibles. "Ahora, ella duerme mejor", dijo Henin el mes pasado. "Ha sido terrible con el sueño hasta hace unas semanas"...
Henin prepara a Lalie, la deja en la guardería y luego se va a su academia, donde trabaja hasta las 5 o 6 de la tarde, antes de una noche tranquila en familia en su casa en Bélgica. Hace seis meses se casó con su novio de mucho tiempo, Benoit Bertuzzo.
La vida de Henin es muy diferente de sus días de cuando era la Nº 1 y ganaba Grand Slams, pero eso es natural: lleva tiempo fuera del circuito. Excepto que ella es más joven que la actual número 1, Serena Williams, tiene un récord de 6-8 contra ella y la ha derrotado en tres Grand Slams consecutivos en 2007 (cuartos de Roland Garros, Wimbledon y US Open), antes de retirarse abruptamente en 2008, con solo 25 años.
Mientras que Williams, quien cumplirá 34 años a finales de este mes, está cada vez más cerca de coronar el US Open la increíble conquista del Grand Slam de calendario, Henin, con 33, está ocupada dando clases a niños y trabajando con su fundación.
Y eso le parece bien a la belga. Haciendo una rara aparición en la Rogers Cup de Toronto a principios de este verano, una Henin relajada y sonriente se recostó en un sofá en el lounge y miró a su alrededor al entorno familiar.
"Me siento bastante lejos del tour. Es bueno estar de vuelta de esta manera, sin presión", remarcó. "Pero mi vida es diferente, yo diría mejor, pero de otra manera, los recuerdos que guardo de mi carrera son increíbles".
Una jugadora de toda la cancha, de solo 1.67 metro, de una sola mano y una agradable mezcla de poder y variedad, Henin ganó siete Majors -incluyendo dos en el US Open- y estaba en el puesto número 1 cuando anunció su retiro en 2008. Hizo una reaparición en 2010, llegando a la final del Abierto de Australia antes de la lesión que la envió de vuelta al retiro en unos meses. Ella ve a sí misma como una persona cambiada.
"Cuando dejé el tenis, me puse a pensar mucho más en mí misma, quién era, qué quería hacer, qué me gustaba. Y ahora probablemente me conozco mejor y diferente de lo que era antes. En el pasado me concentraba sólo en mi tenis. Hoy abro mi mente a cosas diferentes", contrastó. "Me gusta aprender cosas distintas. Jugar al tenis, lo hice toda mi vida, y hoy puedo conocer gente, puedo vivir diferentes tipos de experiencias. Soy más feliz que nunca".
Es difícil no preguntarse lo que piensa de su ex rival Williams quien sigue dominando el deporte: "Admiro mucho eso, el hecho de que todavía se despierta y tiene la pasión para seguir en la práctica e ir a trabajar duro", la elogió Henin. "La única queja que tengo es que ella no está realmente presionada en este momento por las demás jugadoras. Tengo que ver eso con honestidad y decir que no muchas tenistas la meten en problemas cuando está en óptimas condiciones físicas".
"Contra Serena, tienes que poner mucha presión, obviamente, desde el primer punto. Si ella siente que puede volver, es muy difícil para sus oponentes. Así que hay que estar bien arriba con la energía todo el tiempo", enfatizó. "No es sólo estar bien arriba, es realmente creer que puedes hacerlo. Y creo que no hay suficientes jugadoras que crean que pueden vencerla".
Incluso Henin tuvo que trabajar en eso. Williams ganó cuatro de sus cinco primeros encuentros antes de que la belga estableciera una ventaja de 5-3 hasta su decisión de retirarse. Se reunieron de nuevo en la final del Abierto de Australia, a principios del regreso de Henin, con Williams venciendo en tres sets.
Para llegar a ser competitiva contra Williams, Henin tuvo que desarrollar algo más que su juego en la cancha, y lo describió como "una gran cantidad de parte mental, de pensamiento": "Convenciéndome a mí misma que podía hacer eso. Por supuesto, a veces me daba un poco de miedo jugar contra ella, pero siempre traté de romper esa barrera".
Henin perfeccionó su juego, se convirtió en una de las jugadoras más aptas en el circuito y mejoró su golpe de derecha. "Es mucho trabajo, ir a la cancha todos los días y pensar en los pequeños detalles. A veces el secreto estaba en el agarre, uno o dos milímetros de diferencia podían lograr un mejor impacto", explicó.
También desarrolló sus tácticas, utilizando más spin y juego ofensivo para contrarrestar la potencia de Williams. "Obviamente, si yo le jugaba plano, era todo más fácil para ella. Lo que yo trataba de hacer era de ponerle presión con pelotas pesadas, jugarle bien profundo para empujarla al fondo", recordó Henin, señalando que ella tenía claro cuándo pararse a la defensiva y cómo ser agresiva cuándo apareciera la oportunidad.
"Yo trataba de cambiar el ritmo, buscaba llegar más a la red, aprovechar un poco el slice. Y eso ayudó. A veces funcionaba, a veces no era suficiente. Porque lo que es muy difícil con Serena es que mentalmente, ella puede jugar sus mejores puntos en los momentos importantes".
Y Williams también ha mejorado desde la época de Henin, construyendo mejores puntos y mejorando aún más su servicio. "La verdad que está sacando realmente bien, mejor que cuando llegó por primera vez al circuito", resaltó la belga. "Además sabe exactamente lo que quiere hacer, y puede hacer cosas diferentes: la potencia, la posición...".
A Henin le gustaría que otras tenistas asumieran el reto de vencer a la N°1, aunque no ve a muchas que realmente puedan. Ya no hay un grupo grande y relativamente variado entre las de arriba como el que ella y Williams alguna vez tuvieron que enfrentar: Amelie Mauresmo, Kim Clijsters, Martina Hingis, Lindsay Davenport, Jennifer Capriati y la propia Venus.
Ha habido, sí, algunas que han empleado estrategias exitosas contra Williams: Ana Ivanovic, agresiva desde la devolución; Garbine Muguruza, golpeando al centro de la cancha para quitarle los ángulos a Williams; Alize Cornet, haciéndola correr por toda la pista. Pero esta temporada, Williams llega con un recorrido indetenible.
Henin apunta a Victoria Azarenka como la mejor retadora para Serena en el último tiempo. También destaca a Simona Halep: "Me gusta que tenga un juego diferente. Puede pegar más alto si está en defensa. Sabe utilizar bien el slice. Puede tratar de subir a la red". Ninguna de ellas sigue ya en carrera para frenar a la N°1 en Nueva York.
¿Verá Henin las definiciones? Digamos que su atención está un poco dividida en este momento: "Mi hija está comenzando preescolar ahora. Así que eso también va a cambiar un poco las cosas...".