A propósito de cambios y nuevos horizontes, Carlos recientemente dejó el fútbol profesional para iniciar su preparación como futuro dirigente con una maestría en Entidades Deportivas de la Universidad del Rey Juan Carlos I, y precisamente a su regreso de España, amablemente nos honró con su presencia en nuestras instalaciones.

Carlos es sinónimo de calidez humana y posee una transparencia única que compartimos desde su llegada, al lado de su bella esposa Aída.

Hablar con Carlos es hablar con una persona culta y de mente abierta, todo un caballero, como lo fue en el campo de juego.

Como de costumbre trato de escudriñar entre sus orígenes para ver de dónde proviene cada personalidad y de dónde surge cada campeón.

En el caso de Carlos es evidente que las enseñanzas de sus padres dejaron su marca. El ejemplo de lealtad, perseverancia, honestidad que vio en ellos es lo que rige su propia vida y el por qué de tanto éxito a través de los años.

Durante nuestra conversación hablamos mucho de su familia porque es su fuente de inspiración y fortaleza en los momentos difíciles. Me llamó mucho la atención como él y su esposa andan en todo momento como una pareja de recién casados después de 16 años de matrimonio, me parece algo admirable y se lo hice saber, a lo que él me contesto: "es que vivo enamorado de mi esposa y de mis hijos".

Precisamente esa importancia que le da al aspecto familiar lo ha convertido en un gran ejemplo tanto para sus hijos Carlos, María Fernanda y Ana Sofía, como para todos los chicos que lo admiran en tantos países. Bueno, ya que mencionamos a su hijo Carlos, no podemos evitar preguntarnos si va por el mismo camino, aunque en este caso puede que la mayor influencia en el chico sea la artística por parte de su mamá, hija del legendario Lucho Gatica. Lo importante que destaca Carlos es que apoyará incondicionalmente el camino que sus pequeños tomen.

Durante la conversación recorrimos todos los pasajes de su carrera, desde sus inicios concentrado ocho meses en el Comité Olímpico Mexicano, lo cual él recuerda como una de sus más importantes experiencias y de donde aprendió mucho, pasando por su anhelado debut con el América con sólo 19 años (aunque no quería que se hablara de edades). Por cierto que su debut fue algo histórico para él, pues jugaría 23 minutos contra Atlas y anotaría 2 goles, dando el aviso oficial de que había nacido un nuevo goleador.

Siguiendo con el recorrido hacemos un pequeño paréntesis para hablar de su paso por Bélgica, una experiencia no muy positiva para un goleador pero de la cual también aprendió muchas cosas. Y es que Carlos ha sabido aprovechar al máximo sus experiencias "no tan positivas" para aprender de ellas, y esa es una virtud digna de admirar. Así como lo del equipo Brujas, Carlos no siempre tuvo una transición fácil cuando llegaba a un nuevo equipo pero sus ganas de triunfar, su entrega y disciplina lo sacaron adelante con creces. Lo hicieron madurar más rápido.

Otro aspecto que quizás no dejó del todo satisfecho a Carlos es lo de la selección pues, como él dice, aunque fue convocado muchas veces, no jugó mucho con el Tri, claro destaca aquí su polémica exclusión del Mundial de Francia '98, algo que hasta hoy no nos explicamos.

Pero en lo que más pone énfasis Carlos es en las buenas experiencias que tuvo y, por ejemplo, habla con grata memoria de su paso por Monterrey.

Pero claro, lo que le da un tono especial es hablar de sus años de gloria con la "máquina cementera". Y es que no se pueden olvidar hazañas como la de la final contra León por el Apertura del '97, cuando jugó con un par de costillas fracturadas y después del incidente con Comizzo, ensangrentado y demás, anotó de penal un "gol de oro" que le dió el título al Cruz Azul.

Por memorias como esa se nota que aún vive con gloria esos momentos y disfruta del gran cariño que ese público le sigue brindando al goleador histórico del equipo.

Ya al final de su carrera, Carlos pasó también por la MLS de los Estados Unidos, ayudando a promocionar esta nueva Liga. Su despedida se dio en su tierra, no sin antes haber jugado también para el popular Chivas.

Precisamente de eso hablamos en detalle, lo difícil del retiro; me aseguró Carlos que fue una decisión bien pensada y no obligada por ninguna circumstancia. La transición fue sumamente difícil pues fueron muchos años siguiendo una misma rutina que de repente se cambia y naturalmente el cuerpo y la mente la extrañan. Pero otra vez sacó fuerzas del fondo y se apoyó en su familia.

Carlos Hermosillo es una leyenda del fútbol mexicano y latinoamericano, no solo porque jugó en los equipos más populares de México, o porque quedó muy cerca del récord absoluto de goleo en el fútbol profesional mexicano que ostenta Cabinho (queda como el mejor mexicano), o porque estuvo en 2 mundiales ('86, '94), o porque es el co-goleador histórico del Tri azteca, sino y más que todo porque supo crecer como profesional y como persona dentro y fuera de la cancha, porque siempre fue y es un verdadero caballero con compañeros, rivales y aficionados.

Carlos siempre dejó una buena imagen y su marca en los equipos que militó y donde él se sintió como en familia. Por eso, por sus goles y por su integridad siempre será querido.

Ahora vienen otros retos en su vida y hablamos ampliamente de sus planes para convertirse en un futuro cercano en directivo y ayudar al fútbol desde esa perspectiva. Sé que también tiene un sueño de crear un Centro de Formación de Alto Rendimiento para jóvenes y le deseo éxito. Y sea lo que sea que vaya a hacer en el futuro, sé que tendrá éxito pues es un emprendedor, con una mente muy inquieta y listo para cualquier desafío.