Recuerdo bien aquel día martes. Ingresando a las instalaciones de la Ciudad Deportiva del Madrid. A mano izquierda, diferentes puertas que conducen a los vestuarios, a las canchas de entrenamientos y el acceso a las salas de TV Madrid.

En un cerrar de ojos, me di cuenta que el Indiecito Solari se encontraba al lado derecho de las instalaciones, separado por una reja, estaba rodeado de chicos que gritaban por su autógrafo. Me fui donde estaba para saludarlo y termine junto a él, poniendo mi firma tras el pedido de la gente.

El viaje tambien tenia un propósito, encontrarme con un símbolo del fútbol español: el señor Fernando Hierro. Esto ya estaba programado, lo habíamos preparado en nuestro encuentro en la ciudad de Nueva York.

Tras terminar el entrenamiento, Fernando fue el último en salir. Algo me llamó mucho la atención, digo esto porque vi desfilar a todas las estrellas del Madrid, muchos chicos gritaban detras de la reja pidiendo sus autógrafos, otros tenían permiso para esperar justo a la salida, Hierro fue al único que vi, con mis propios ojos, detenerse y regalar una alegría, una sonrisa y un apretón de manos a los chicos que esperaban por él.

En ese momento me di cuenta que estaba frente a un gran hombre. Que los años que ha vivido en territorio merengue no se la han ido a la cabeza. Sus ojos mostraban un brillo de felicidad y orgullo, su rostro contento, me hizo recordar aquellas noches de Glasgow, de Tokio, de Saint Dennis o de la noche mágica de Amsterdam cuando levantó las Copas de Europa y la Intercontinental.

El gran capitán, el que desde 1989 ha lucido los colores del Real Madrid, que jugó en diferentes posiciones, incluso llego a lucir la camiseta número 9 y terminó siendo unos de los goleadores del equipo con 21 tantos.... sí, él también jugó de delantero.

Mi amistad con Fernando comenzó en 1995, tras un partido del Resto del Mundo contra Brasil. Durante estos años he visto ambos lados de la vida de "Bubu" Hierro y he llegado a entender que sus críticos se equivocan, que es una persona humilde y sincera.

Perfiles es un programa dedicado exclusivamente a conocer los sentimientos, la pasión, emoción y dedicación de cada atleta. Yo me siento orgulloso de haber sido el elegido, porque tuve la oportunidad de conocer el cariño que siente por sus padres, por sus hermanos, por sus hijos y esposa, pero lo mejor de todo, Fernando Hierro no se olvida de su pasado, su comienzo y vive el presente.