Yo sólo contaba con 15 años de edad. Recuerdo claramente su imagen extravagante, como la de todos los tenistas de la época; sus triunfos por Europa, que me hicieron creer que era europeo, su presencia constante en las revistas de farándula por su vínculo con el Jet Set internacional, y lo que mas me cautivó de su juego, la manera de darle efecto a la pelota y de confundir a sus rivales.

Para ser sincero, a los 15 años leía más los libros de texto que la prensa, y ni me enteré de los records que consiguió, muchos de ellos aún vigentes. A pesar de que mi interés en el deporte se inclinaba mas por el béisbol, por mi condición de venezolano y por la carencia de figuras de mi país en el deporte blanco, no dejó de impactarme el ver a un latinoamericano triunfar ante jugadores como Borg, Nastase, Connors, Panatta y el propio McEnroe.

Vilas, en ese año '77, ganó 17 de 33 torneos, igualando a Rod Laver; acumuló 145 victorias contra apenas 14 derrotas, 50 triunfos en fila y los títulos de Roland Garros y el Abierto de los Estados Unidos. ¡Qué grande Willy!

Hace unos meses tuve el privilegio de conocerlo, de conversar con él, y lo que mas me sorprendió es que parece que el tiempo se hubiera detenido. A sus 52 años, Vilas es el mismo del '77 físicamente; pareciera que el tiempo no ha transcurrido, en la cancha sigue con su teoría de los efectos, y ejecutando "La Gran Willy" como si fuera ayer.

Este domingo, ESPN lleva a la pantalla el PERFILES de Guillermo Vilas. Allí conocerán a un personaje único, polémico, auténtico y sincero. Vilas no se guarda nada cuando habla de sus inicios en el tenis, sus triunfos, sus fracasos, sus pasiones y el gran amor que siente por su familia. No se pierda PERFILES, presentando a Guillermo Vilas, el número uno de todos los tiempos del tenis latinoamericano.