GUGA
En el momento en que mi vida comenzó a ser el tenis, lo más importante fue quien me enseñó a competir, quien me enseñó a jugar técnicamente, tácticamente, a pensar estrategias para poder ganarle a los demás, a fortalecerme mentalmente para soportar el circuito. Creo que todo el sacrificio, el trabajo más duro, lo hicimos Larri y yo. Él es la persona más importante para mí en relación al tenis.

LARRI PASSOS(entrenador) :
Cuando comencé a trabajar con él, yo sólo quise recompensar a su padre y lo traje para hacer que fuese un jugador, nunca pensé que podría ser el gran campeón que es hoy día.

GUGA
Mi familia y Larry, principalmente, me condujeron a tener condiciones de enfrentar al circuito, a tener condiciones incluso psicológicas de tener esa vida de ídolo que muchas veces no es una vida normal como la de cualquier ciudadano. Me enseñaron siempre una bonita manera de ser y creo que no perdí mucho de mi personalidad, de mi vida personal. Logré incorporar el tenis, la competencia, toda esa lucha, todo eso con mi carácter, así que hoy día vivo compitiendo, pero de una forma amena, de una forma que no me desgasta demasiado y no me obliga a hacer cosas que realmente no me gustan. Creo que eso hace más fácil el camino que tengo por delante.

JAVIER
Perdiste a tu papá cuando eras muy pequeño, muy jovencito. ¿Eso complicó en algún momento tu relación con el tenis?

GUGA
Era muy joven para tener la noción de lo que significa realmente la pérdida de un padre. Para mí fue una gran fatalidad, pienso que la mayor de todas las pérdidas que he sufrido, pero en esa época sobre todo sentía la falta de un compañero, la falta de alguien que a veces se enojara, que me llevara para las canchas o para otros lugares para acompañarlo. Eso fue lo que más extrañé. No se puede comparar con lo difícil que fue para mi madre. Ella tuvo que criarme a mí y a mis hermanos, uno con deficiencias y lo complicado que fue hacer que tuviera una infancia bonita y una juventud, sin un padre, que siempre es una persona importante. En esa época realmente sentí su pérdida que fue dolorosa para mí, pero mi madre ocupó su lugar y mi hermano también. Él sí se sintió en la posición de padre, de segundo papá. Yo continué en la misma vida, me mantuve dentro de las cosas buenas que me hacían recordar a mi padre, cosas buenas que me llevan a buscar más desafíos, más conquistas en mi vida y creo que mi padre desde arriba puede celebrar, vibrar y disfrutar de la vida que ha tenido nuestra familia con mi carrera.

JAVIER
La situación de tu hermano por ejemplo, te hace poner los pies en la tierra cuando uno a veces se preocupa por cosas que tal vez no debería preocuparse. ¿O ya es algo que tienes incorporado por todo lo que tu madre te fue dando?

GUGA
Pienso que Guina en nuestra familia ha sido un regalo de Dios, una dádiva que nos cayó. La primera lección de mi vida personal, fue aprender a darle valor a cosas que a veces son pequeñas, pero que son importantes. Él tiene muchos problemas y depende siempre de alguien. No lo veo como una persona deficiente, mas bien lo veo como alguien muy feliz, un hombre totalmente transparente que muestra todos los sentimientos y que sabe vivir. Pareciera que tiene una vida a flor de piel con un gran entusiasmo como la nuestra.

JAVIER
Tu triunfo en Roland Garros en 1997 no sólo fue un sueño hecho realidad, fué algo que lograste en tu carrera. ¿Cuál fue tu sensación cuando terminaste el partido?

GUGA
La primera vez fue lo máximo para mí. Cada juego que ganaba era mi mejor juego y cada set que hacía. Todo lo que lograba allí, cada punto, era algo más en mi carrera. Cada segundo vivido era histórico, no parecía real, era un sueño que vivía. La primera vez cuando gané fue un momento mágico. Yo no sabía lo que vivía. No esperaba que ocurriera, no sabía qué esperar. Para ese entonces no estaba preparado como la última vez a quizá ganar, entonces pensaba: Si gano, ¿qué diré, puedo decir esto, puedo decir aquello? La primera vez no sabía lo que podía ocurrir, lo que sentiría. En el momento recordé a las personas que me ayudaron, las que nombré como Larry, mi familia, e inclusive mi padre también. Fueron las personas que recordé y con quienes compartí mi victoria. Después, fue una gran alegría, recibí el trofeo y parecía que yo era parte de la fiesta y no el invitado principal, que había ganado el torneo.

JAVIER
¿Fué la parte tenística o la parte mental la clave del éxito para llegar a ser lo que eres?

GUGA
La persistencia, pero es difícil nombrar una sola cosa porque a veces debes tener persistencia, valor e incluso miedo. En cada situación tienes que adaptarte a su propio desafío.

LARRI PASSOS(entrenador) :
Él fue el número uno porque lo merecía, porque perfeccionó su juego. Una cosa es entrenar, otra es mentalizarlo y ponerlo en práctica.

GUGA
Tengo facilidad de verme en situaciones difíciles y saber responder, verme en situaciones en las que puedo acomodarme y no hacerlo. Fue importante la influencia de quien tuve a mi lado. Yo aprendí bastante de mi familia y de Larry también. Asimilé cosas, aprendí a tomar decisiones por mí mismo y puse eso en práctica y mejoré poco a poco. Soy el número uno en el mundo, pero mi mamá siempre será la número uno en el mundo para mí. Sí, sin duda. Hoy puedo ver con más claridad que ella tuvo unos años de grandes desafíos. Mucho más difíciles que los míos en el día a día. Si yo juego y pierdo con alguien, o le gano a alguien, es sólo un partido. Pero ella estuvo cinco o seis años luchando por nuestro futuro. Éramos tres niños que no tenían rumbo ni noción de qué hacer en la vida. Ella logró encaminarnos, siempre nos dejó escoger y nos dio libertad para que pudiéramos optar por una cosa o por la otra. No fue sólo por aquel día. Creo que aquel día fue un día especial y claro que aproveché la oportunidad para agradecerle, y creo que debo intentar hacer que ella esté consciente de que todos los días de mi vida se los agradezco a ella por haber sido una persona tan fuerte.

JAVIER
Volviendo a Lisboa, el año pasado. Ganas tu primer título en canchas rápidas cubiertas, consigues el número uno del mundo, le ganas a Agassi y a Sampras en la misma semana. Salió todo perfecto...

GUGA
Sí, creo que esa semana fue la mejor de mi carrera, mejor que todo el año pasado en que tuve excelentes resultados. En casi todos los campeonatos estuve entre los cuartos y semifinal. Creo que fue como una semana que viví, lo que viví en 97 en Roland Garros. Fue una semana que comencé con una derrota. Eso cambió completamente mi foco, decidí disfrutar mi juego contra Norman, que era el próximo juego. Cuando perdí ese juego, comencé a pensar de nuevo como lo hacía en Roland Garros, en el 97, que entraba y decía: "Este juego lo tengo que disfrutar, tengo que aprovecharlo y ya veré si podré ganarlo". Gané el primer juego, vi que estaba... Después de esa victoria, creo que aumenté la confianza en la forma que estaba jugando. Entonces allá pensé: "Ah, voy a jugar con Sampras, creo". No pensé que quizá sería con Agassi la final. Voy a jugar con Sampras y vamos a ver. Ojalá que pueda jugar bien con él, vamos a ver si le puedo ganar. Jugué creo que uno de los mejores partidos que he jugado hasta hoy en esas canchas. Creo que fue muy difícil ganar el juego porque siempre me he identificado con él, para mí es el mejor jugador de todos los tiempos. Yo nunca le había ganado. Entonces queriéndolo o no, en el momento de definir, en el momento de ganar, sentí un poco de presión, hubo un momento en que dudé antes de confirmar la victoria, pero creo que fue algo normal, esa presión agradable, ese nerviosismo que te deja más eufórico. Hasta que fui a la final. La única oportunidad que tenía de ganar realmente era en tres sets, máximo en cuatro y jugando de la misma manera, agresivo, intentando atacarlo más de lo que normalmente lo haría. Comencé el juego matando su saque, me fui involucrando, envolviéndome con el momento, con el público, con mi familia. Fui juntando cosas buenas, a veces me veía en situaciones difíciles y no tenía duda de lo que iba a hacer. Así que después de un tiempo, puedo decir que fue una semana diseñada milimétricamente perfecta, el mejor momento en mi carrera fueron las victorias, la forma en que gané al final. Creo que disfruté más y fui más feliz profesionalmente allí que en mis títulos en Roland Garros.

JAVIER
Háblanos un poco de lo que es tu verdadera pasión: el Surf.

GUGA
Cada día mejor. Cada día tengo más placer de hacerlo y sé que eso es importante para mí, también. A veces, principalmente cuando comencé a tener éxito, decía: Voy a surfear, pero ¿debo ir? No, tengo que entrenar. ¿Qué debo hacer? Pero a veces siento que necesito hacer lo que me gusta, es importante también, porque yo fui alguien que aprendió desde joven a tener disciplina, a saber el método de entrenar con seriedad, a poner concentración donde la necesite. Muchas veces sentía miedo de desviarla, pero como he dicho, con los años vas aprendiendo. Creo que hace dos años que estoy surfeando, y he surfeado bastante. Hace mucho tiempo que vengo aumentando el tiempo que es mínimo. A veces surfeo una vez a la semana, o a veces surfeo dos. Para mí es importante porque me hace olvidarlo todo. Hay otras cosas que hago, también, que me ayudan. Cuando estoy remando o surfeando, no estoy pensando en Sampras o en Agassi o en Safin. Me concentro en mis olas. A veces me pongo a competir con otra persona que está dentro del agua, que no sabe jugar, pero veo que surfea mejor que yo y me pregunto: ¿Cómo puede surfear mejor que yo? Entonces así voy a otro mundo...

JAVIER
¿Cuál es tu playa favorita para surfear?

GUGA
¿Mi playa? Ya me están reclamando, es que hablo demasiado, mucha gente va allá. En Florianópolis hay muchas playas bonitas. En realidad voy a diferentes playas, depende del viento y de los amigos con quienes voy. Por allá hay como 40 playas, es un lugar que tiene buenas playas. No vayas a la que voy, hazme el favor.

JAVIER
Guga, cuéntanos una anécdota divertida. Yo sé que tienes una de un pasaporte alemán.

GUGA
Eso fue porque nosotros siempre viajábamos aquí en Europa, por la parte este. Entonces existía la Cortina de Hierro. Un brasileño siempre necesitaba visa. Ya me han expulsado de trenes muchas veces con el pasaporte brasileño que no tenía la visa. Yo estaba yendo de un lugar a otro y estaba en la mitad, en Eslovaquia o en la República Checa, yo no estaba seguro, ni vi el mapa. De repente, vi la frontera con Eslovaquia. Me sacaron del tren hasta que consiguiera el pasaporte alemán que me ayudó en esos problemas. Yo entregaba el pasaporte y no lo miraban. Un día yo estaba en el aeropuerto, tenía mucho equipaje, lo despaché y mostré el pasaporte alemán. El hombre dijo como 30 palabras en alemán seguidas. Yo lo miré. Dije: . Un un poco tímido. El hombre me miró y me lo devolvió. A veces eso puede ocurrir. Te preguntan cualquier cosa o dicen "Buenos días" o "Buenas tardes", eso yo lo entiendo, pero si dicen: "¡Qué buen tiempo!", me enredo.

LARRI PASSOS(entrenador) :
Guga es un ídolo, es un ídolo que está en la calle, que camina en la calle, descalzo, con sandalias. Es un ídolo que yo quería que surgiera en Brasil. Es un ídolo positivo, es el ídolo de la alegría. Esa es la palabra clave. Es el ídolo de la alegría.

GUGA
Nunca esperé realmente lograr todo lo que estoy viviendo hoy en día. Yo esperaba muy poco. Esto era un sueño muy lejano para mí, y poco a poco se fue haciendo realidad. El hecho más importante fue acostumbrarme a lidiar con muchas cosas, a cambiar mi visión, a no deslumbrarme mucho e intentar vivir con los pies en la tierra. Intentar vivir ese nuevo mundo que de repente surgió para mí.