<
>

A pasos agigantados

LAS VEGAS (ESPNdeportes.com, enviado especial) - Algunos dicen que detrás de su rostro aniñado se esconde un gran boxeador. Eso todavía está por probarse.

Lo cierto es que a los 18 años de edad, Julio César Chávez Carrasco, hijo del legendario "Zar de Culiacán", sigue avanzando a pasos agigantados en su carrera.

A poco más de un año de haber debutado como profesional (en septiembre de 2003), su nombre es mucho más conocido que el de otros boxeadores que llevan años peleando y ya es considerado un prospecto interesante.

Por ahora, su récord (13-0, 8 KOs) impresiona, aunque sus adversarios no hayan sido relevantes. Pero sí se ha podido apreciar que Julio César Jr. cuenta con un arma que ni su propio padre tuvo: una derecha implacable.

El viernes pasado, en el Poliforo Juan Gabriel de Ciudad Juárez, Julito tuvo su prueba más difícil, ante el estadounidense Seldon "Tigre" Mosley. Pero a pesar de una lesión que le impidió actuar en condiciones normales, volvió a demostrar una tremenda personalidad.

Un día después, en Las Vegas, Chávez Jr. dialogó con ESPNdeportes.com y contó cómo está su carrera.

- ¿Qué cosas has mejorado últimamente, con respecto a los últimos meses?

Bueno, trabajamos mucho en la parte defensiva. Pero soy consciente de que tengo mucho por aprender, pues apenas vengo comenzando en el boxeo.

- ¿Qué tan difícil se te hace mantener los pies sobre la Tierra cuando ya de tan joven tienes tanta prensa a tu alrededor?

Gracias a Dios, tengo un buen equipo trabajando conmigo, y eso me mantiene centrado. Uno se va a acostumbrando a que le hagan reportajes y esas cosas, pero eso no significa que crea que he conseguido algo.

- ¿Eres consciente de que todavía tienes mucho por probar, a pesar de haber obtenido buenos resultados?

Claro, sé que me están llevando la carrera de modo tal que pueda ir subiendo los peldaños poco a poco. Yo no me engaño a mí mismo, sé que los rivales que los rivales que me han puesto hasta ahora quizás no son de lo mejor. Pero es una buena forma de seguir avanzando y aprendiendo al mismo tiempo.

- Por cierto, tu última pelea, la semana pasada ante Tiger Mosley, fue la más complicada hasta el momento, ¿no es cierto?

Sí, las cosas se me complicaron un poco porque a partir del segundo asalto tuve un principio de desgarro en mi pantorrilla. Ya arrastraba esa lesión, pero decidí pelear de todas formas. Pero no podía desplazarme con normalidad. De todos modos, en la quinta vuelta lo tomé con buenas combinaciones y pude ganar por la vía rápida.

- Parece ser que tienes una pegada que realmente lastima. ¿Tú te das cuenta de eso en los guanteos, por ejemplo?

Bueno, en los guanteos no tanto, porque no trabajamos demasiado fuerte. Pero en las peleas sí me doy cuenta de que tengo una pegada respetable. Es bueno saberlo, porque eso te da confianza, por ejemplo, para salir adelante en los momentos adversos.

- ¿Qué tan de cerca sigue tu carrera tu padre?

Bueno, él ha ido a todas mis peleas. Siempre está ahí para darme consejos y protegerme. Pasamos mucho tiempo juntos y hablamos de muchas cosas. Por supuesto, hablamos mucho de boxeo.

- ¿Qué es más importante, los consejos boxísticos o los relacionados con cómo saber manejarse en este ambiente?

Por supuesto que ambos son importantes. Pero mi padre no se mete tanto en cuestiones de técnica o estrategia, para eso está mi entrenador. Él (su padre) me ha hecho entender que el mundo del boxeo no es nada fácil, porque hay mucho que se te acercan para intentar sacar ventajas de ti. Pero creo que ya he aprendido cómo es ese tema.

- ¿Cuál será el próximo paso de tu carrera?

Bueno, venimos terminando de hacer una pelea, así que todavía no sabemos exactamente. Pero la idea es seguir manteniéndonos bien activos, peleando tanto en México como en los Estados Unidos. Por suerte, en ambos países me han acogido muy bien, así que me siento cómodo.