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Una final inédita en la Copa del Rey

MADRID (ESPNdeportes.com) -- Betis y Osasuna disputarán el próximo 11 de junio en el Vicente Calderón una nueva edición de la Copa del Rey, después de eliminar en las semifinales al Athletic y al Osasuna, respectivamente. Los rojillos se estrenarán en una final copera, después de 85 años de historia, mientras que el Betis buscará su segunda Copa.

Como viene siendo costumbre en los últimos años, el torneo copero se ha convertido en un trofeo menor y los equipos que acceden a las últimas rondas son los que más entusiasmo han puesto por estar en la final. Y en este sueño de conseguir el título se han quedado solos el Betis y el Osasuna, dos equipos que a principios de temporada nadie habría pensado que llegarían tan lejos, sobre todo el plantel navarro.

EL BETIS LE GANÓ ATHLETIC COMO EN 1977
De las dos semifinales, Athletic-Betis y Atlético de Madrid-Osasuna, la más emocionante resultó la primera. Durante 180 minutos no hubo goles, aunque bien podrían haberse marcado tres o cuatro en el tiempo reglamentario. En la prórroga tampoco se movió el marcador, y al final se tuvo que ir a la suerte de los penales, donde el Betis le ganó al Athletic igual que en 1977, en la final disputada en el Vicente Calderón. Si hace 28 años, Esnaola se convirtió en la figura de los béticos al parar un penal decisivo al también arquero, Iribar; esta vez fue Doblas, el que detuvo dos penas máximas a los 'leones' Del Horno y Ezquerro. Además, Doblas realizó varias intervenciones durante el partido de vuelta que impidieron a su equipo salir derrotado de 'La Catedral'.

LEMBO LANZÓ, Y MARCÓ EL PRIMER PENAL DE SU VIDA
En la tanda de penales surgió otra figura, la de Lembo. El uruguayo saltó al campo faltando diez minutos para acabar el partido y tuvo un papel determinante en el momento más difícil. Nadie sabe bien por qué, pero el entrenador, Serra Ferrer, le ordenó patear el quinto penal. Era el definitivo, si lo fallaba, el Athletic ganaba, pero no. Lembo lo marcó sin problemas y más tarde, Doblas y Luis Fernández hicieron el resto. Lo curioso de esto es que el charrúa reconoció en los festejos de la victoria que "nunca en mi vida había tirado un penal". Además de Lembo, transformaron sus lanzamientos los brasileños Assunçao y Denilson, algo que no hizo Oliveira, quien ya ha manifestado que prefiere "estar el día en 11 de junio en Madrid que jugar con la selección". Y es que en esas fechas, la final coincide con un partido de Brasil.

Cuando se acabó la eliminatoria, la afición verdiblanca se lanzó a las calles de Sevilla para celebrarlo. Millares de personas se congregaron en el centro de la ciudad y la alegría se trasladó al aeropuerto, donde los seguidores esperaron a sus jugadores, con quienes estuvieron cantando y bailando durante más de una hora.

JAVIER AGUIRRE HACE HISTORIA
Los rojillos, con uno de los presupuestos más bajos de Primera división dieron una lección al Atlético de Madrid en su estadio e hicieron que el club madrileño desconfíe de Ferrando para la próxima temporada. Si en diciembre, el DT renovó por un año más, esa firma quedará en nada porque para la próxima temporada los dirigentes ya están buscando sustitutos y, curiosamente, uno de ellos es el verdugo del jueves para los colchoneros, Javier Aguirre.

El mexicano, uno de los más deseados por varios clubes, termina su contrato a final de año y parece que su aventura en el Osasuna ha terminado. De hecho los dos años anteriores, a estas alturas, ya había estampado su renovación, pero en ésta, consciente de su buen trabajo en este tiempo, ha decidido que es hora de dar el salto a un grande.

Pablo García fue el otro gran valedor del éxito de Osasuna. El charrúa dijo antes de llegar a Madrid que "iban a la guerra", pero al final nada que ver con eso. La cosa resultó mucho más fácil porque enfrente tuvo a un Atlético de Madrid que no supo a lo que jugaba, todo lo contrario que Pablo García. Con una zurda de mucho nivel, el uruguayo dirigió, mandó, ordenó y destruyó el juego del rival.

EL PLANTEL ATLÉTICO DESHONRA AL SENTIMIENTO ROJIBLANCO
El contrapunto a la historia de Osasuna estuvo en el Atlético de Madrid. Durante la víspera del partido, desde el presidente, pasando por el entrenador, jugadores y hasta el último empleado del club, apelaron al sentimiento y orgullo rojiblanco para sacar adelante la eliminatoria.

Todos hicieron un llamamiento a la afición para que fuese el jugador número doce y el público respondió como siempre.

Más de 50.000 personas se dieron cita en el Vicente Calderón para apoyar al Atleti, pero ni por esas. Los jugadores se olvidaron de lo que significa llevar la camiseta rojiblanca y ninguno de ellos cumplió la promesa de "dejar la piel". Por este motivo, al término del partido, la afición estalló y arremetió contra el palco. Las iras se dirigieron contra un presidente, Enrique Cerezo, que no ha sabido planificar el plantel y como muestra sirva que el entrenador, César Ferrando, salió de inicio con cinco defensas, algo inexplicable para un equipo que debía remontar el marcador. También sorprendió en la alineación, la novedad de Richard Núñez.

El uruguayo salió de inicio y tuvo un día nefasto. Fichado en diciembre no había tenido oportunidades hasta estas semifinales y con su juego demostró que le falta nivel para estar en el Atlético de Madrid. Aunque en esto no tiene ninguna culpa él y sí las altas instancias del club.

OSASUNA SE HACE HINCHA DEL BETIS
El premio que deja la Copa del Rey para su ganador es estar el año próximo jugando en la UEFA. Sin embargo, en esta edición si el Osasuna resultase el perdedor podría también sellar su pase a esta competición el próximo año gracias a su verdugo. Para que esto ocurra el Betis debería terminar la Liga en puestos de UEFA Champions League. En estos momentos está situación no podría darse, porque a falta de nueve puntos, los andaluces se encuentran a tres puntos del tercero y el cuarto, Sevilla y Villarreal.