Nota actualizada a la 6:11 a.m. ET
TAMPA (Servicios de ESPNdeportes.com) -- "Basados en las evidencias encontradas en la escena, todo parecería indicar que se trataría de un suicidio", declaró Debbie Carter, portavoz de la oficina del Sheriff de Hillsborough County. "No hay evidencias hasta el momento que contradigan esta hipótesis".
Sin embargo, el motivo de la muerte de James Dungy, de 18 años, hijo del entrenador en jefe de los Indianapolis Colts, Tony Dungy, no se conocerá oficialmente sino hasta después de realizada la autopsia sobre el cadáver, según informó la oficina del sheriff.
La policía confirmó que no fue encontrada nota alguna de parte de James Dungy.
La autopsia estaría realizándose por estas horas.
James Dungy fue hallado sin vida a la 1:30 de la madrugada del jueves, en su apartamento en Lutz, Fla., un suburbio de la ciudad de Tampa.
La novia de James Dungy lo encontró cuando regresó al apartamento, e inmediatamente llamó a la policía. La policía intentó tareas de resucitación, y luego trasladó a James Dungy al University Community Hospital, en Tampa, donde fue declarado muerto oficialmente el jueves por la mañana.
Tony Dungy dejó al equipo de los Colts, que juega este sábado en Seattle, y se encuentra ya en la ciudad de Tampa.
Tony Dungy y su esposa, Lauren, tienen otros cuatro hijos: las niñas Tiara y Jade, y los jóvenes Eric y Jordan.
Dungy fue entrenador asistente de los Vikings entre 1992 y 1995, para convertirse luego en entrenador en jefe de Tampa Bay, en 1996, y pasar más tarde a los Colts, después de haber convertido a los Bucs en un equipo ganador.
Este año, los Colts tienen marca de 13-1, y son los candidatos de muchos para quedarse con el Super Bowl.
"Es una tragedia para la familia Dungy, y por extensión, para su familia del fútbol, aquí con los Colts", declaró Bill Polian, presidente del equipo, en una conferencia de prensa en Indianapolis. "El tiempo que Dungy permanecerá ausente dependerá enteramente de él".
Mientras la prensa se agolpaba sobre Polian para obtener información acerca de cuándo regresaría Dungy a Indianapolis, era difícil abstraerse de la función de periodista.
Sin embargo, hay casos en que las circunstancias desbordan la práctica profesional.
El periodista pasa el día esperando grandes noticias. Pero no algo así. No a una persona como Tony Dungy.
Esto es demasiado triste.