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Chivas y América, uno sufre porque debe y otro porque quiere

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Un irreconocible América rescata el empate que lo pondría en semifinales (3:41)

Rondón adelantó a los Tuzos al 21 y Henry lo empató al 45+1 (3:41)

Luego de sus partidos de ida en Cuartos de Final, Chivas y América tienen gran trabajo pendiente para avanzar en las series, pues mientras uno maximiza sus recursos, el otro no los explota de la mejor manera.


GUADALAJARA -- Primera zacapela en la Liguilla. Ni muertos ni heridos. Chivas (1-0) aún deberá trasegar en Toluca, y América (1-1) ha visto ya su Muro de Jericó en el Estadio Azteca, trasgredido por Pachuca.

Aún así, hay mensajes muy claros, aunque no concluyentes, de los Partidos de Ida de los Cuartos de Final del Clausura 2024.

Músculo y persistencia le exigirán a Chivas en la vuelta en el Infierno de Toluca; inteligencia y una mayor intensidad requerirá América para someter a su Némesis, el Pachuca.

Ciertamente, Chivas mejora jornada a jornada. Debió aprender la noche del miércoles que Javier Hernández no debe ser titular, y la victoria fue con la primera aparición fastuosa de ‘Pocho’ Guzmán en este torneo, con un balazo despiadado.

Guadalajara mejoró en colectividad con Ricardo Marín en la cancha. Ciertamente ‘Chicharito’ implicaba una preocupación, pero los soponcios no van al marcador. Sólo puede aspirar a proyecto de revulsivo.

El atrabancado Cade Cowell y un resuelto Guzmán, terminaron por redondear el empuje urgente para un Guadalajara que sufría con las incursiones del paquete ofensivo (Meneses, Vega, Angulo, Domínguez) del Toluca, que se tardó en recurrir a Marcel Ruiz y Maxi Araujo. Paiva eligió el miedo a la temeridad.

El 1-0 no es garantía. Chivas lo sabe. ¿Cuánto retocará Fernando Gago su alineación y su formación? No tiene muchas opciones ni muchas variantes, y entre los reajustes, Pável Pérez puede aportar más que ‘Chicharito’, en los recursos colectivos con Marín y Cowell.

Pero, Gago, no puede soslayar las cifras de Toluca como local: sólo una derrota, 20 goles a favor y cinco en contra. Y es evidente que Paiva no mandará a la cancha a dos contenciones en su averno, y seguramente ungirá como titular a Marcel Ruiz.

Pero Chivas entiende el proceso. Con el plantel que tiene sólo le queda sufrir, como un deber, como una consigna, a sabiendas que un Toluca sin un doble candado en media cancha, le dará, especialmente, más concesiones al ‘Piojo’ Alvarado y a Fernando Beltrán.

¿América? Sufrirá porque no sabe y porque no puede evitarlo. De nuevo Guillermo Almada, con su tropa de piernas cansadas, fue superior por amplios lapsos del partido, y sólo porque perdonó no le endilgó dos o tres goles más a Luis Malagón.

Después de tantas y recientes lecciones, es imposible que André Jardine no entienda que la única manera de contrarrestar la intensidad, dinámica y agobio de Pachuca es con una mayor exigencia física y de voluntades. Cabe aquí la referencia de atacar fuego con fuego.

Sin embargo, parece improbable que Jardine consiga provocar una revolución no sólo en las exigencias tácticas, sino, especialmente en las mentales de sus futbolistas.

Porque, hasta ahora, América había sido un equipo que decide cómo debe ser el trámite. Propositivo siempre, Pachuca lo ha obligado a ser reactivo. Y las Águilas no pueden, no saben o no quieren, y cualquiera de los tres motivos es atribuible al caudillo del equipo, Jardine.

Seguramente para el duelo en el Azteca, intentará sacar el resultado con base en el talento individual del que goza, esta vez utilizando al ‘Chicote’ Calderón y Julián Quiñones, porque como equipo, hoy, el América no puede contrarrestar a Pachuca, ese mismo que estaría agobiado, extenuado por la acumulación de 10 partidos en un corto lapso.

Por eso, seguramente Jardine ya ha tragado amargamente los recursos de Pachuca, pero no está en él vacunar al equipo, sino que sus jugadores entiendan, respondan y se comprometan, porque hasta sus presuntas sorpresas, como intimidar con Javairo este miércoles por la noche, fue una puesta que ni remotamente inquietó a los Tuzos.

Por eso, Pachuca sigue siendo el más codicioso y codiciado ejemplo en el futbol mexicano. La descompensación brutal en los currículos de los planteles y los técnicos, se desmoronan implacablemente con lo que ocurre en la cancha.

Tuzos, además se apega al modelo idóneo para el genotipo, el fenotipo y el biotipo del futbolista mexicano. Disciplina, intensidad, presión, resistencia, compromiso –excepto cuando asumen ínfulas de divas--.

No se olvide cómo el mismo Guillermo Almada reveló que Gerardo Martino fue a buscarlo a Pachuca, para pedirle el secreto de sus Tuzos, porque las grandes cualidades de su equipo, quería irradiarlas en la Selección Mexicana.

El tiempo demostró que no basta saber qué hacer, sino además hay que saber cómo hacerlo. Almada le contó sus misterios a Martino, pero lo que el uruguayo sabe hacer, el argentino nunca pudo transmitirlo.

Así pues, quedan sólo dos libros abiertos y con las páginas en blanco para el fin de semana. Si Paiva rompe el cerrojo del miércoles, Chivas deberá dar el paso al frente. Y si Pachuca mantiene lejos la amenaza de la fatiga, aún con sus reclutados en el orfanatorio, deberá pasar sobre el aún campeón vigente.