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Carisma y entusiasmo

Del Negro viene de una experiencia en los Bulls Getty Images

Ya son dos veces las que Vinny Del Negro sale de la nada para conseguir un codiciado puesto de entrenador -- lo que probablemente sea algo bueno si eres fan de los Clippers.

A menos que caiga un relámpago a última hora que convierta a la NBA en el mundo paralelo de LOST en el que LeBron James anuncie el jueves que firmará con los Clippers, ésta es una franquicia que necesita un líder que no tenga miedo de enfrentar un pronóstico adverso.

Eso es algo que los Clippers siempre van a tener que enfrentar en esta ciudad. Sin importar qué tan bueno sea su núcleo de jugadores jóvenes, qué tan brillante sea la sonrisa de Baron Davis, o cuántos juegos de 20-10 compile Chris Kaman, los Clippers son un equipo que debe desafiar tanto las adversidades históricas como las que tienen en frente cuando tratan de hacerse un nombre en Los Ángeles.

Del Negro consiguió este trabajo con lo que las fuentes describieron como dos entrevistas sólidas y convincentes con los directivos de los Clippers. Pero lo que también intrigó a la franquicia fue su evidente entusiasmo por el trabajo.

Recuerda, los Bulls todavía le debían a Del Negro 2 millones de dólares por la próxima temporada. No se encontraba bajo presión financiera para conseguir un nuevo trabajo. Pero según personas allegadas a él y al proceso, buscó el puesto Clippers vigorosamente.

La semana pasada, el gerente general de los Clippers, Neil Olshey, habló sobre querer jugadores que "quieran estar aquí, y que quieran estar estar aquí por las razones correctas" cuando le preguntaron qué perfil estaba buscando el equipo en los posibles agentes libres. Ese mantra obviamente se extendía a la búsqueda de entrenador.

¿Del Negro fue una contratación vistosa? No, no después de su conflictivo ejercicio de dos años en Chicago.

Dejó la ciudad con una reputación despareja. Es querido tanto por jugadores jóvenes como por veteranos, pero todavía es un poco verde como táctico. Y luego, por supuesto, estuvo aquel incidente con el gerente general John Paxson cuando Del Negro decidió darle demasiados minutos a Joakim Noah cuando éste estaba volviendo de una lesión en el pie.

Pero para un hombre que llegó a Chicago con cero experiencia como entrenador en jefe y fue contratado en medio de un rugido colectivo de "¿A quién acaban de contratar los Bulls?", Del Negro terminó ayudándose tanto a sí mismo como al equipo, conduciendo a los Bulls a dos apariciones consecutivas en playoffs y orientando ingeniosamente el desarrollo de jóvenes estrellas como Derrick Rose y Noah.

"Aprendí mucho de él y tuve dos grandes apariciones en playoffs con él", le dijo a Noah a ESPNChicago.com cuando Del Negro fue despedido al terminar la campaña.

"Dirigir a los Bulls es un trabajo duro, hay muchas exigencias y expectativas. Le deseo lo mejor. Es un buen tipo. Por la forma en que desarrolló a los jugadores aquí estoy seguro de que no tendrá demasiados problemas para encontrar otro puesto de entrenador".

Los Clippers se tomaron su tiempo con esta búsqueda. Llevaron a cabo entrevistas telefónicas con cerca de una docena de candidatos, recortando sistemáticamente su lista con el correr de los meses.

Pudieron darse el lujo de tomarse su tiempo porque los asistentes Kim Hughes y Fred Vinson estaban dispuestos a quedarse y trabajar con los jugadores jóvenes en las instalaciones de práctica incluso después de que sus contratos expiraran el 30 de junio.

Al final, las opciones se redujeron a Del Negro y el asistente de Dallas, Dwane Casey. Ambos hubieran sido contrataciones sólidas con signos de interrogación visibles, ya que ambos fueron despedidos de sus primeros cargos de entrenador en jefe.

Casey entró en la última ronda de entrevistas como el supuesto favorito debido a su brillante reputación en la liga. Es considerado un gran trabajador y un hombre de sólidas estrategias con los pies en la tierra. En las entrevistas, esa fue exactamente la imagen que dio.

Pero fue Del Negro quien sorprendió y cautivó a los Clippers. Llegó con una presentación directa y detallada, y con un plan para desarrollar a jugadores jóvenes como Blake Griffin y Eric Gordon. Una fuente cercana a la situación lo describió como "presidencial" y "carismático".

Es difícil decir ahora si los Clippers tomaron la decisión correcta entre Casey y Del Negro.

Pero cuando un hombre sigue apareciendo de la nada para hacerse de codiciados empleos, al menos debes darle crédito por saber cómo encarar situaciones difíciles.

Y eso es algo que los Clippers han estado tratando de hacer por años.