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Sólo queda reconstruir

El gerente de Cavs, Chris Grant, y el nuevo técnico Byron Scott tienen un gran reto por delante Getty Images

LAS VEGAS -- El sur de Nevada es caluroso, llano y todo NBA en esta época del año. Los Cleveland Cavaliers no tienen lugar donde esconderse.

Mientras el equipo anteriormente considerado como contendiente al título va pasando del shock a la aceptación de lo sucedido la semana pasada, tienen que hacerlo pública y dolorosamente bajo las millares de miradas que atrae la Liga de Verano de Las Vegas.

Mientras intentan recoger los pedazos, los Cavs de pronto se encuentran frente a uno de los enigmas más difíciles de la liga, uno que toda franquicia debe encarar al menos una vez cada década. ¿Cómo reconstruir? ¿Cómo hacerlo? ¿Cómo pueden vender el proceso de reconstrucción?

Las preguntas son desagradables y las respuestas son complicadas, por algunas razones que los Cavs no pueden controlar y por otras que sí.

La etapa de enojo por la partida de LeBron James fue más que clara en Cleveland.

Incluso antes de que la primera pila de jerseys quemados de James se hubiera enfriado o el mural gigante de Nike Witness comenzara a bajarse, la fuerte carta abierta a los aficionados del propietario del equipo, Dan Gilbert, llegó a los medios de comunicación. El ataque al carácter de James durante las primeras horas después de que anunciara su intención de firmar con el Miami Heat fue el momento más prolífico.

Pero el verdadero punto bajo para el equipo fue escuchar y luego leer acerca de cómo James estuvo reclutando agentes libres para su nuevo equipo: llamando a su amigo Mike Miller, reuniéndose con Derek Fisher en el aeropuerto, y llamando al Sr. Cavalier Zydrunas Ilgauskas para atraerlo a South Beach.

Los Cavs se han sentido decepcionados en privado estos últimos dos años por la falta de intensidad que James puso en sus procesos de agencia libre, y el año pasado sintieron que perdieron a Trevor Ariza porque James se negó a comprometerse a futuro cuando Ariza lo llamó para preguntarle sobre sus planes. Para ser justos, James sólo les estaba diciendo la verdad a los agentes libres, aunque para su equipo fuera costoso en el corto plazo.

Y luego estuvo la espera de ocho días para que James anunciara sus planes. Según parece ahora, James no estaba tan enfrascado en la decisión que debía tomar como lo estaba en conversaciones con una empresa productora y una agencia de talento respecto de cuándo debería ser programada su aparición especial.

Los Cavs se pasaron la primera semana de la agencia libre intentando trazar planes para el equipo cuando James volviera a firmar. Estaban entre los candidatos para fichar a Miller, y estuvieron involucrados en conversaciones de firma-y-canje para agregar piezas complementarias. Sí, había un plan secundario, pero no lo habían puesto en práctica. Los Cavs seguían adelante creyendo que James iba a estar con ellos.

Y entonces se fue.

Después de ocho días de agencia libre los Cavs de pronto pasaron a tener $12 millones bajo el tope salarial que no tenían previstos. Pero para entonces la mayoría de los 15 mejores agentes libres del mercado, especialmente el hombre a quien todos consideran Nº 1, ya estaban comprometidos en otra parte.

Y luego estuvo esto: "GARANTIZO PERSONALMENTE QUE LOS CLEVELAND CAVALIERS GANARÁN UN CAMPEONATO DE LA NBA ANTES DE QUE EL AUTO-TITULADO EX 'REY' GANE UNO".

Esa no fue la parte de la carta de Gilbert que lo metió en problemas con el comisionado de la NBA, David Stern, y le costó 100.000 dólares. Stern se sintió más molesto con las líneas de "traición cobarde" y "este escandaloso acto de deslealtad de nuestro 'elegido' local envía la lección exactamente opuesta de lo que nosotros queremos que nuestros hijos aprendan".

Pero esa fue la razón principal por la cual grupos de aficionados intentaron iniciar campañas para pagar la multa del multimillonario. Su voluntad de devolver el fuego con confianza le ganó seguidores en un momento de crisis para la franquicia y la región. Era algo a lo que aferrarse y hay razón para creer en él -- Gilbert ha cumplido con casi todo lo que ha prometido desde que compró el equipo en el 2005.

Sin embargo, en el calor implacable de Las Vegas, la realidad se hace presente. Los Cavs lo ven mientras observan a su equipo de la liga de verano intentar aplicar la ofensiva corredora del nuevo entrenador Byron Scott, un sistema para el que aún no tienen el personal adecuado. Lo escuchan cuando hablan con los agentes sobre sus clientes y tienen problemas para reclutarlos con lo que queda del equipo. Lo sienten en las miradas de otros ejecutivos, ya que saben que los otros equipos los ven como una franquicia desesperada.

El primer intento de los Cavs de añadir un hombre en su roster llegó el mismo día que Ilgauskas terminó su carrera en Cleveland al firmar con Miami, mientras ellos le firmaban una oferta a Kyle Lowry. Un especialista defensivo quien encajaría bien en el sistema de Scott parecía ser una buena manera de empezar. Hasta que los Rockets igualaron la oferta unas 12 horas más tarde.

La realidad, estén o no la organización y sus aficionados dispuestos a admitirla, es que los Cavs no podrán reconstruir rápidamente o sobre la marcha. No competirán con el Heat por el campeonato esta temporada y lo más probable es que tampoco compitan con ellos la próxima campaña. Después de haber sido uno de los puntos centrales de la NBA desde que llegaron a las Finales en el 2007, los juegos de televisión nacional y las últimas rondas de la postemporada desaparecerán por un tiempo.

El primer paso en el proceso de aceptación fue el firma-y-canje que acordaron con el Heat por James, dándole el contrato que él quería porque los cuatro picks de draft y la excepción de intercambio de 14.5 millones de dólares se necesitaban con urgencia. El acuerdo fue gestionado por el nuevo gerente general Chris Grant, quien lo llevó a cabo sabiendo que debe estar más interesado en el desarrollo de activos y picks de draft que en ganar partidos en este momento.

Aún cuando el equipo evaluaba sus opciones -- desde fichar a Josh Childress hasta canjear por Al Jefferson -- ninguna parecía ser correcta para lo que necesitaban. Se trata de una retro-adaptación que promete ser especialmente dolorosa mientras James apila sus numeritos en Florida.

Todavía no resulta claro si Gilbert está dispuesto a hacerlo. Su carta venenosa y todo lo que hizo para ganar invirtiendo grandes sumas en la nómina durante los últimos tres años siendo los principales ejemplos.

Solía decir que "cuesta más perder de lo que cuesta ganar" para defender sus gastos. Pero para ganar, los Cavs tal vez tengan que perder por un tiempo y reconstruir a través del draft y el mercado de intercambios.

Tal como sucede con el sol caliente del verano, no parece haber una manera fácil de evitarlo.