CHICAGO -- El receptor venezolano de los Cachorros de Chicago, Dioner Navarro, hizo este miércoles lo que nunca había hecho en su carrera en Grandes Ligas, conectar tres cuadrangulares y remolcar seis carreras en un juego.
Navarro se alzó como la figura del triunfo 9-3 de los Cachorros frente a los Medias Blancas, en el primer encuentro de esta serie de dos encuentros en el Wrigley Field.
"En el primer turno se la saqué con un cambio y sabía en el segundo qué esperar, porque ya me le he enfrentado varias veces a John Danks y sé de la manera que él pitchea, pero en ese turno -- el segundo -- estaba solo tratando de poner la bola en juego porque el juego estaba cerrado todavía (2-1 a favor de los Cachorros)", dijo Navarro.
Tras su segundo cuadrangular, el receptor de los Cachorros se había dado por satisfechó, ya que en los 650 juegos -- acumulados en nueve temporadas -- en Grandes Ligas no había logrado disparar más de un jonrón.
Sin embargo, antes de su último turno sus compañeros lo auparon y lo conminaron a tratar de buscar ese tercer vuelacercas que completara la faena.
"Después que di el segundo jonrón estuve hablando con los muchachos diciéndoles que nunca había tenido un juego de dos jonrones y terminé dando tres. Es algo de lo que uno se siente súper bien, los muchachos estuvieron todo el tiempo conmigo relajándome y apoyándome. Le doy gracias a Dios y al trabajo que he venido haciendo durante toda esta temporada. Es súper especial el tener un juego así", expresó el venezolano, quien sacó la bola en su último turno por el bosque de la derecha.
En medio de la tórrida jornada ofensiva de Navarro hay aspecto que la hacen aún más especial, como el ser el primer receptor dentro de los Cachorros, desde 1974, en conectar tres cuadrangulares en un juego, así como el segundo venezolano en lograrlo en la historia de las mayores. El primero fue Víctor Martínez, que lo logró en el 2005.
Además dio jonrones a los dos lados del plato, los dos primeros a la derecha y el último, ante Brian Omogrosso, a la izquierda. Ese hecho nadie lo hacía en los Cachorros desde que Mark Bellhorne lo lograra en el 2002.
"Ya había dado dos jonrones que habían sido a la derecha, cuando vine a batear a la izquierda nada más estaba tratando de poner la bola en juego, de darle bien, ya que tenía un conteo favorable de dos bolas sin strike y sentí en buscar un pitcheo del medio a adentro y me lo tiró, gracias a Dios tuve la fortuna de darle bien", dijo Navarro, quien luego de esa conexión, con la que llegó a seis carreras remolcadas en el juego, imponiendo un nuevo tope personal, fue coreado por la mayoría de los 31.297 fanáticos que asistieron al encuentro a apoyar a los Cachorros.
"Se siente súper especial, nunca había sido parte de eso y siempre lo había visto, pero se siente súper especial porque nosotros jugamos para eso, para el público", expresó Navarro, quien este año ha sido el receptor suplente de los Cachorros, función en la que "estoy tratando de sacar provecho de cada oportunidad que me dan, de cada momento en el que entro en juego. No he tratado de dar jonrón en ningún momento solo de dar buenos swings y hoy me salieron tres cuadrangulares".