<
>

Lo tracionaron Chivas y Lara

MÉXICO, D.F. -- Con motivo de la emigración de jugadores mexicanos al futbol de Europa, el ex delantero Pedro Pineda recuerda su experiencia cuando Chivas lo transfirió al Milán de Italia, después de haber sido campeón de goleo en el Mundial Sub-20 de Portugal 1991 con la Selección de México.

A sus 34 años y ya retirado como futbolista, "aunque con la 'espinita' de volver a jugar, si me dan la oportunidad", Pedro recuerda que el promotor Guillermo Lara, aunado a quien fuera presidente de Chivas en ese tiempo, Francisco González Paul, hicieron "su bisne", sin que personalmente se viera beneficiado.

Firmó un contrato por cinco años con el Milán, aunque nunca lo cumplió. Tenía 19 años y el conjunto italiano lo prestó a Chivas por una temporada, que tampoco nunca cobró.

"Que me pagara Chivas era un acuerdo que tuvo con el Milán, pero no lo cumplió. No me pagaron un solo peso, que porque no tenía un solo peso. Y nadie me ayudó en esto. Ninguna autoridad me respaldó".

Por ello, cuando cumplió el año en México se negó a regresar al Milán y se contrató con el América, equipo que compró su pase al Milán. Y de esta manera se acabó el sueño de jugar en Europa.

SUS RECOMENDACIONES
A pesar de todo, dice que su experiencia fue muy bonita, por la gente que conoció, por vivir algo diferente a su corta edad.

"Desafortunadamente, yo no iba cobijado con un buen promotor, pero ahora me da mucho gusto que varios jugadores mexicanos hayan sido comprados por clubes europeos".

Ricardo Osorio y Pavel Pardo ya son parte del Stuttgart; Carlos Salcido (PSV Eindhoven), Francisco "Kikín" Fonseca (Benfica de Portugal) y Aarón Galindo (Hércules de la Segunda División de España).

-¿Qué les recomiendas a esos jugadores que buscan triunfar en el extranjero?

"Primero que se cobijen por su familia y por buenos representantes que realmente trabajen transparentemente; con eso pueden hacer bastantes cosas en el extranjero; la calidad ya está comprobada, pues por eso los contrataron".

El también ex jugador del Atlante, Cruz azul y La Piedad manifiesta que quienes van a conocer otros horizontes deben estar bien tranquilos, psicológicamente, con la gente más cercana.

"Es básico estar con gente que te apoya, con un guía que puede ser tu representante; pero si éste no ye ayuda no va a pasar nada. Se tiene que contar con una persona adecuada para que uno como jugador se dedique solamente a entrenar y a jugar bien. Eso es súper indispensable".

Comenta que a veces el jugador pierde su atención en lo importante que es jugar y rendir, por estar pensando en las condiciones del contrato, que si no le han pagado, "que si el representante y no te trajo los zapatos de la marca x. Son mucha factores que pueden influir en el rendimiento de un jugador".

'ME DI MI LUGAR COMO PERSONA'
Confiesa que le hubiera gustado mucho triunfar en Europa con la playera del Milán, pero en ese momento prefirió esperar a que Chivas le pagara un año de sueldo que le debía a regresar a Italia.

"Aprendí mucho, sinceramente. Me di mi lugar como persona y como futbolista. Finalmente, uno es el que suda en la cancha".

-¿Te arrepientes de no haber regresado al Milán?

"El hubiera no existe. En ese momento yo tuve que tomar decisiones. Obviamente, pasan los años y uno piensa en lo que hubiera sido, pero no me dejo guiar por eso. No me arrepiento de las decisiones que tomé. Sé que a mi corta edad me di mi lugar; eso es lo que me hace sentir bien".

FUE TRAICIONADO
Pedro dice sin miramientos: "Me traicionó la directiva de Chivas, que representaba González Paul, y el promotor Memo Lara. No me cumplieron económicamente. Ellos hicieron su 'bisne' y adiós".

Recuerda que al día siguiente de haber firmado el contrato con el Milán, Lara "me dejó en un hotel de Milán sin aviso ni nada. Pregunté por él en la recepción y me dijeron que se había ido a Los Ángeles. Imagínense lo que sentí a mis 20 años".

FUE COMPAÑERO DE DONADONI
Parte de los buenos recuerdos que tiene Pedro Pineda de su estancia de dos meses de entrenamiento en el Milán fue el conocer a conocidos ex jugadores, ahora técnicos conocidos.

"Roberto Donadoni -actual técnico de la Selección de Italia- era compañero mío. Pasaba por mi al hotel y me llevaba a las canchas de Milanelo para entrenar y luego me regresaba".

Cuenta que otros compañeros suyos fueron Frank Rijkaard, ahora timonel del Barcelona, y Marco Van Basten, quien dirigió a Holanda en el reciente Mundial de Alemania 2006.

"Espero visitarlos pronto, ya que en diciembre terminaré mi curso de entrenador, y quiero seguir aprendiendo. Estoy seguro de que se acordarán de mí".