OAKLAND, Calif. - Con los Golden State Warriors, los juegos de temporada regular ya no parecen juegos de temporada regular. No solo son los miles que llegan temprano a ver el espectáculo solitario de tiros de Stephen Curry o el zumbido palpable que sigue a un equipo que tiene el mejor record histórico después de 51 juegos.
Son también los juegos como tal, en donde los oponentes juegan de forma estelar por más de 40 minutos e instalan ajustes de playoffs meses antes de tiempo. La victoria de Golden State 123-110 sobre los Houston Rockets fue un recordatorio de cómo los equipos prefieren ponerse creativos antes de rendirse a lo inevitable.
El martes por la noche, Houston, como Oklahoma City hizo antes que ellos, tenía a un alero jugando defensa sobre Draymond Green. A Trevor Ariza, tradicionalmente asignado a detener a Klay Thompson, se le solicitó defender al versátil delantero fuerte de Golden State. No es una mala idea, considerando cómo este planteamiento permitía a Ariza cambiar hacia Curry cuando Green hacía una pantalla para su armador. También rindió algunos dividendos en una noche en la que Thompson no estaba castigando a Houston.
Después del juego, el entrenador de los Warriors dijo de la táctica, "los equipos están haciendo eso más y más por qué él es un gran armador. Tiene sentido y es una buen estrategia, pero tenemos varios armadores y nos sentimos cómodos no importa lo que la gente haga".
Pudo haber probado ser decisivo si no fuera por los 19 puntos de Curry en el primer cuarto (35 en total, con nueve asistencias), las jugadas de transición de Golden State y el dominio ofensivo de Andrew Bogut alrededor del aro. En resumen, poner un alero sobre Green era una buena idea que fue deshecha por todo lo demás que los Warriors pueden ser en una noche al azar en febrero. Thompson se enfría, pero Harrison Barnes da un paso al frente y Andre Iguodala juega con fuerza. Nada de eso funciona sin Curry, pero los Warriors casi siempre tienen suficiente talento aplicado para compesar lo que esté mal.
Quizás, solo quizás, la liga está incrementando este monstruo de sus pesadillas, forzando a que crezca aún más temible.
"Tenemos lo mejor de ellos y eso nos ha hecho mejores", dijo Curry de los ajustes defensivos esta temporada. "Pienso que eso nos va a probar y nos permitirá estar aún más cómodos cuando los playoffs arranquen porque hemos visto casi todo".
Bogut se expresó en iguales términos, al decir, "Pienso que es bueno para nosotros. No habrá sorpresas una vez comiencen los playoffs para nosotros. Lo hemos visto todo en este punto".
Bogut agregó: "Le han puesto pequeños a Draymond, le han puesto grandes. Han tratado todo en el libro. Tenemos respuestas para casi todo lo que han tratado".
Hasta el momento, nada de lo que los oponentes hacen está funcionando. Han pasado 10 partidos desde la última ocasión en que los Wariors estuvieron atrás en un cuarto parcial. Golden State eventualmente va a tener que golpear un bache; nadie se mantiene para siempre. Tal vez tendrá algo que ver con que el centro de Festus Ezeli perderá tiempo debido a una cirugía exploratoria de su rodilla izquierda. Hasta ahora, en una típica moda de los Warriors, la mala fortuna de la ausencia de Ezeli parece haber propiciado que Marreese Speight haya mejorado su juego. En esta encantada temporada, cada calamidad tiene su lado positivo.
Mientras tanto, los equipos continuarán probando a Golden State, con la esperanza de romper, con la esperanza de resolver lo que está desconcertando a un deporte. Irónicamente, y tal vez trágicamente desde su perspectiva, eso podría ayudar a que lo mejor se ponga aún mejor.