Infinidad de variables hacen que a estas alturas pueda resultar ridículo hablar de quién será el Jugador Más Valioso de la temporada regular. Sin embargo, la carrera hacia el galardón se va despejando con el paso de una competición a la que aún le quedan cinco meses cargados de sudor, alegrías, decepciones y sorpresas. La terna de estrellas que están brillando de manera permanente es amplia, y en ella Anthony Davis tiene un hueco asegurado después del primer mes de competición.
El ala-pívot tiene hambre y está saciando su apetito a base de un juego ofensivo en el que domina y no deja dominar. Hasta el propio Russell Westbrook, quien está pulverizando el récord de triples-dobles, no está siendo capaz de mantener el ritmo anotador de Davis.
Los 41 puntos que le endosó a Los Angeles Lakers el martes supuso la continuación de una racha brutal. En los últimos cuatro partidos no ha bajado de los 31 puntos logrados, mientras que su pico fueron las 45 unidades que le hizo a Minnesota Timberwolves. La media en estos cuatro juegos es de 38.2 ppj, una cifra que le mantiene en la primera plaza de la lista de máximos anotadores de la NBA esta temporada con 32.1 ppj. En los 18 encuentros que ha disputado hasta el momento suma cuatro con 40 puntos o más, y un compromiso en el que logró 50 unidades.
Lo de Davis está siendo efectividad pura. De los 391 intentos que ha tenido en tiros de campo ha logrado convertir 203 (un 51.9 por ciento). Westbrook, en cambio, ha encestado 195 de 451 oportunidades (un 43.2 por ciento). Hasta el momento, nadie lo ha intentado más que el base de Oklahoma City Thunder, al igual que ningún otro jugador ha tenido tanto acierto como el líder de New Orleans Pelicans.
Su productividad ofensiva no le impide destacar también en el plano defensivo. Davis está en lo más alto de bloqueos por partido con 2.8 bpj (50 en total). Esa combinación de puntos y bloqueos es un logro solamente alcanzado por Bob McAdoo en la temporada 1973-74, según datos del departamento de estadísticas de ESPN.
Por si fuera poco, también se está siendo muy sólido a la hora de agarrar rebotes, donde es muy poco habitual que baje de los dobles dígitos. De hecho, frente a los Lakers llegó a los 16 rebotes que sumados a sus 41 puntos le otorgaron su décimo primer doble-doble del año y la tercera ocasión en la que llegó o superó los 40 puntos y 15 rebotes esta temporada. En los últimos 50 años, tan solo tres jugadores alcanzaron esas cifras en tres encuentros de 20 disputados: Elvin Hayes y el propio McAdoo en tres ocasiones durante las campañas 1968-69 y 1975-76 respectivamente, y Kareem Abdul-Jabbar en cuatro durante la 1971-72.
¿Cuál es el secreto del astro de los Pelicans? ¿Cuál es la razón por la que está destacando de una manera tan notoria?
En su quinta temporada como profesional, Davis continua sin tener problemas para asumir el liderazgo de un equipo desahuciado que comenzó con un balance de 0-8 y que en los últimos juegos pudo remontar el vuelo a 7-12 (7-4 en los 11 juegos más recientes). La tendencia de apertura del juego aplicada a los jugadores de mayor envergadura también está salpicando a los Pelicans de Alvin Gentry y Davis lo está gozando. Su finura corporal y su garbo están siendo muy difíciles de frenar. Sus alternativas son más amplias y lo mismo se crece en el perímetro como se cuela entre los defensores abriéndose paso hacia canasta.
Su manera de solventar las dobles marcas es clave con y sin balón. Sabe crear los espacios y su velocidad es implacable. Es como si se le diera cuerda y ésta le durara para conducir, salvar las embestidas rivales y anotar. Los jugadores que han logrado bloquearle se cuentan con los dedos de una mano y en la mayoría de los casos, cuando no anota absorbe faltas como loco. Esta temporada está yendo a la línea de tiros libres más que nunca y por esa razón está ampliando su balance anotador en casi 10 puntos por juego (9.9-de-10.9 de media por cita).
Las virtudes que está mostrando este año le están valiendo estar en boca de muchos en una temporada en la que los Westbrook, Kevin Durant, LeBron James, James Harden y alguno más están acaparando toda la atención.
¿Será Davis JMV esta temporada? Es más que probable que no, y lo contrario sería un sorpresón con un equipo que en los últimos cinco años sólo llegó a playoffs en una ocasión, y que esta vez lo volverá a tener muy complicado. El ala-pívot deberá conformarse con su cuarto Juego de las Estrellas consecutivo y tocar madera para que la franquicia ponga piezas a su alrededor que le ayuden a destacar todavía más. Davis no probará la agencia libre hasta que concluya la temporada 2019-20 después del contrato de cinco años y 145 millones de dólares que firmo el año pasado.
Mucha plata, mucho tiempo y una paciencia que veremos cuánto le dura. Lo que está claro es que por ahora Davis se está divirtiendo, algo que contagia a los que disfrutan de sus manera.