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El karma del pasado llegó para traicionar a Golden State sin Durant

Si un árbol cae en el bosque, quizás nadie lo escucha. Pero cuando Zaza Pachulia cae sobre la rodilla de Kevin Durant, el mundo entero de la NBA se sacude.

La lesión en sí, ese esguince de los ligamentos de su rodilla izquierda que lo marginará de las canchas por al menos cuatro semanas, sucedió tan repentina e inocentemente que es difícil contemplar lo que en verdad ha sucedido por culpa de ella: Los Golden State Warriors no solo se quedaron sin su máximo anotador, rebotero, y bloqueador de tiros rivales, sino que también contemplan la realidad de que esta baja los debilita más que nunca desde que los convirtieron en contendientes al título.

En las redes sociales ya se están relamiendo con que las “coincidencias” sobre la fecha del anuncio de su lesión (1 de marzo es 3/1 en Estados Unidos) podrían significar un futuro ominoso para los bicampeones vigentes de la Conferencia Oeste.

“Ganaban por 3-1 la temporada pasada, la noticia sobre Durant fue el 3-1 este año, él se va a perder 31 días en marzo y el promedio de su número combinado con el de Pachulia es de 31. Yikes”

Cada vez estoy más convencido de que la gente tiene más tiempo en sus manos, pero volvamos al tema que nos interesa.

¿CÓMO AFECTA LA LESIÓN DE DURANT A GOLDEN STATE?

Olvídense de la temporada regular, su lugar en la cima de la Conferencia Oeste no está en riesgo. Stephen Curry, Draymond Green y Klay Thompson son más que capaces de proteger una ventaja de cuatro partidos sobre los San Antonio Spurs con 22 por jugar.

Como pueden ver, ellos tres son más “eficaces” que KD, y su química dentro de la cancha no se pone en tela de juicio. El verdadero riesgo es que no existen garantías de que Durant esté en plenas condiciones para unos playoffs en los que los Warriors no se pueden dar el lujo de verse diezmados.

Draymond dijo este miércoles que él está “aliviado” tras escuchar el diagnóstico de la lesión de su compañero tras temer que fuera mucho peor, pero si yo fuese él me protegería siendo cautelosamente pesimista.

Digamos que todo sale viento en popa y Durant regresa a la actividad el 1 de marzo. Eso significa que él tendría apenas 14 días (seis partidos) para ponerse a punto de cara a la primera ronda de la postemporada y volver a estar en sintonía con sus compañeros mientras busca recobrar el ritmo que perdió durante el último mes.

Luego podría pasar algo similar a lo del año pasado, cuando los Warriors no apuraron a Curry para regresar tras su lesión en la primer cita de la serie contra los Houston Rockets y lo volvieron a insertar recién cuando lo necesitaban tras una victoria de los Portland Trail Blazers en la segunda ronda.

Sin embargo, ninguna lesión es predecible y mucho menos en el caso de alguien con el historial de Kevin Durant, quien se perdió 55 juegos durante la temporada 2014-15 por lesión y necesitó que lo operen tres veces distintas en seis meses para luego estar parado por seis más.

¿Acaso creen que la segunda y tercer cirugía estaba en los planes del Thunder? No fue como que Durant intentó volver dos veces distintas en poco más de un mes entre el 31 de diciembre y el 15 de febrero aquella temporada hasta que todo fue de mal en peor y su pie maltrecho le dijo basta.

Durant tiene apenas 28 años de edad y todavía está en su plenitud, pero se habrá perdido como mínimo 54 partidos en las últimas tres campañas tras ausentarse de apenas 32 combinados entre el 2007 y el 2014.

Eso ya no es casualidad, es una tendencia preocupante.

LOS RIESGOS INHERENTES DE LA LESIÓN DE DURANT

Los Warriors podrían optar por no arriesgar su salud a largo plazo al igual que el Thunder lo hizo en aquel entonces, pero en Oklahoma City tampoco imaginaban que su máxima figura solo se quedaría con ellos por una temporada más. No estoy diciendo que Durant vaya a elegir ejercer su opción de marcharse de la bahía este verano, sino que este súper cuarteto de Golden State tiene una ventana limitada de tiempo para zambullirse de cabeza a la gloria y cada oportunidad vale oro.

En Boston, el “Big 3” original de Kevin Garnett, Paul Pierce y Ray Allen perseveró entre el 2007 y 2012 pero solo ganó un anillo porque se topó primero con los Lakers de Kobe Bryant y Pau Gasol primero y luego con el Miami Heat de Dwyane Wade, LeBron James y Chris Bosh que llegó a cuatro Finales de la NBA seguidas pero se desbandó tras solo cuatro temporadas juntos al verse humillados por los San Antonio Spurs.

El Thunder del mismo Durant, Russell Westbrook y James Harden estaba seguro de que regresaría a la máxima cita de la mejor liga de básquetbol del planeta con ese núcleo. Sin embargo, primero los Spurs y luego los mismos Warriors los atropellaron como un tren tras la partida de Harden a Houston como parte de un canje inesperado que devastó a aquel equipo. Nada dura para siempre, y es por eso que es vital apreciar cada minuto que un gran equipo tiene en la cancha.

Permítanme recordarles que para que la llegada de Durant sea posible los Warriors fletaron a Andrew Bogut y Harrison Barnes a Dallas. Bogut les proveía una presencia en la zona pintada que intentan replicar con Zaza Pachulia y JaVale McGee, pero en realidad es Green el que carga con el peso adicional de ser la navaja suiza del equipo cerca de la canasta y ya vimos como él lidia con la presión cuando esta lo abruma (a las patadas).

Ahora Steve Kerr cuenta con otro Barnes, Matt Barnes, quien a los 36 años de edad no está ni cerca del nivel de Harrison y apenas arribó por haber quedado en libertad de acción con sus 7.6 puntos, 5.4 rebotes y 25 minutos por encuentro. Él ya no es el defensor feroz que estaba en su plenitud derribando gigantes junto a Baron Davis con los Warriors en el 2007.

Andre Iguodala, Ian Clark y Shaun Livingston todavía complementan muy bien al trío de Green, Curry y Thompson, pero la falta de recambio sin Durant no es un lujo que te puedas dar.

No cuando la altura de Denver te asfixie en la primera ronda, cuando los Clippers te quieran pisar la yugular en la segunda, los Spurs te caigan como una avalancha en las finales de conferencia o los Cleveland Cavaliers busquen volver a dominarte en las Finales.

Mejor que todo salga bien con la recuperación de Durant, ya que la alternativa el resto de esta temporada es plantarse al borde de un abismo y apostar por llegar intactos al otro lado del precipicio con tres de los mejores saltadores del mundo y no mucho más. Nada apetecible y muy riesgoso, pero quizás necesario.

Durant pensaba que mudarse a la Bahía sería como navegar un campo de rosas, pero ahora este se podría llegar a convertir en un mar repleto de tiburones. Solo el tiempo lo dirá.