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Jeanie Buss: El poder de los Lakers servido en bandeja de plata

LOS ÁNGELES -- Es difícil ensalzar de una manera precisa las dotes ejecutivas de Jeanie Buss cuando su experiencia vino con su apellido.

Comenzar su carrera como mandataria antes de cumplir la edad para brindar con champán francés es algo al alcance de muy pocos. Gracias a los éxitos de su padre, el doctor Jerry Buss, el camino vital de Jeanie nunca estuvo empedrado. Con tan solo 19 años de edad, su progenitor le regaló el equipo de tenis por equipos de Los Angeles Strings, fue entonces cuando la joven comenzó a cimentar un futuro que estaría inequívocamente ligado a perpetuar el imperio de su padre.

Jeanie no fue la única de la familia Buss a la que el poder le fue servido en una bandeja de plata, pero sí la que más partido sacó de la situación. Jimmy Buss, recién destituido por su hermana como presidente de operaciones de baloncesto de Los Angeles Lakers y como fidecomisario, fue asistente del gerente general de la organización a finales de los noventa; Johnny fue el presidente del equipo femenino de básquetbol de Los Angeles Sparks y Janie, la más joven, fue ejecutiva de la oficina de relaciones públicas de la franquicia.

Por aquel entonces, Jeanie ya mostraba avanzadas dotes de marketing, había sido portada de Playboy (mayo de 1995) y ocupaba dobles páginas como la de noviembre de 1998 en Sports Ilustrated donde apareció en una foto con dos balones de baloncesto que tapaban su pecho y un titular inequívoco: "Ella tiene pelotas".

Siempre fue la más mediática de los hermanos y sus competencias profesionales incluyeron, además de los Strings y su ya célebre: "básicamente mi padre me compró un equipo", la adquisición en 1993 de la franquicia de hockey, Los Angeles Blades, periodo en el que fue nombrada la Ejecutiva del Año por la liga; también fue la presidenta del Greater Western Forum durante cuatro años y posteriormente la vicepresidenta de operaciones de negocios de los Lakers.

Jeanie fue la elegida en el testamento de Jerry Buss. El patriarca que completó álbumes enteros con las fotografías de las mujeres que pasaron por su alcoba tenía las ideas claras: "Quiero prepararles para el día en que asuman la operación. Me siento mejor teniendo a miembros de la familia involucrados", afirmó en una entrevista en Sports Ilustrated. Así fue, y su hija predilecta fue la opción más viable para controlar la organización. Se lo había ganado.

El viernes pasado, Jeanie no estaba todo lo risueña que suele estar durante los partidos de los Lakers durante el acto de revelación de la estatua de Shaquille O´Neal celebrado en las inmediaciones del Staples Center. La situación era incómoda a varios niveles: por un lado, Phil Jackson formó parte del evento, por el otro, Jimmy no estuvo invitado. Se trató del primer acto público en el que la presidenta de la franquicia angelina y el gerente general de los Knicks de Nueva York coincidían desde que tan solo tres meses antes, éste publicara un comunicado en el que confirmó que la relación con su prometida se había roto. Jeanie y Jackson llevaban saliendo desde 1999. La presidenta está envuelta en una nueva relación sentimental con el comediante, Jay Mohr, quien tampoco acudió al evento por motivos obvios, a pesar de ser habitual en los partidos de los Lakers.

La sensación de rareza sentimental se le unió la familiar tras el intento de rebelión en palacio que ya en aquel momento Jeanie había atajado de raíz. Jimmy contraatacó a su destitución en febrero e intentó orquestar un motín para arrebatar el poder a su hermana. Lo único que consiguió fue ridiculizar su incompetencia aún más y manchar de nuevo su ya deteriorada imagen en la société' de Los Ángeles. Jeanie le apartó de la mesa de directores con el apoyo del resto de sus hermanos y Jimmy ya está fuera de toda responsabilidad. Aquel titular de Sports Ilustrated recobró el sentido figurativo.

A la primogénita de los Buss el poder le llegó como les llega a los reyes y reinas, sin embargo lo mantuvo como hacen los presidentes de mano dura. Ahora se enfrenta a su momento más complicado. Su figura está en el centro de todas las miradas por los asuntos de familia y por haber puesto en marcha la maquinaria propicia para regenerar a los peores Lakers de la historia. Tras el fallecimiento de su padre, la entidad cayó en barrena y ahora, con la llegada de Earvin 'Magic' Johnson como presidente de operaciones deportivas, a buen seguro que estaría orgulloso con el movimiento de ficha de su hija. Ésa que se ganó el respeto de los círculos más cercanos a su progenitor y del mundo del deporte por ser una de las pocas mujeres en puestos de responsabilidad. A falta de que Jeanie demuestre que durante su mandato los Lakers vivirán tiempos mejores, lo cierto es que el Dr. Buss fue un visionario.