CHICAGO - Después de que los Cleveland Cavaliers perdieran el lunes por la noche en San Antonio, Kyrie Irving estaba frustrado por su actuación que lo único que el pudo pensar era volver a la duela y disparar.
“Tuve que enfrenarlo, tuve que entrarme a la música”, dijo Irving el miércoles después de la práctica de los Cavaliers en Chicago antes del juego ante los Chicago Bulls el jueves. “Creo que tuvimos qué hacerlo. Pero para mí lo más importante, tuve que enfrentarme al espejo y simplemente no estaba haciendo lo suficiente. Necesito exigirme más a mi mismo y hacerlo a un alto nivel”.
Irving empató la clasificación más negativa de más-menos 29 y él anotó solo ocho puntos y se fue de 4-13 contra los San Antonio Spurs.
Después, Irving entró en el vestuario de los Cavs, enterró sus pies en una cubeta con hielo y se cubrió la cabeza con una toalla mientras tenía una extensa y emocional conversación con LeBron James frente a su vestidor. El miércoles él declinó elaborar sobre la naturaleza de la conversación con James y argumentó que era privada.
Pero él sabe que las recientes luchas de los Cavs -Cleveland ha perdido cuatro de los últimos seis juegos y perdió el primer lugar en la Conferencia Este por primera vez desde mediados de noviembre- han pasado sobre él. Irving dijo que él se estaba haciendo responsable por reintegrar a Kevin Love y JR Smith de nuevo al sistema, después de que ambos se perdieron un largo tiempo por las lesiones.
“Tengo que hacer lo mejor que pueda como base para reintegrar a J.R. y a K-Love y conseguir que nuestros quinteto titular regrese a tener la continuidad. No ha sido perfecto, por decir lo menos”, dijo Irving. “Hay definitivamente algunas subidas y bajadas y desacuerdos. Pero como adultos y profesionales tenemos que entenderlo. Creo que sólo inicia con nuestros hábitos en la práctica y lo exigimos unos de otros. Simplemente manteniéndonos responsables".
Irving dijo que es particularmente sensible a cualquier cosa que se asemeje a la complacencia en este momento de la temporada.
“No puedes pensar que un campeonato es suficiente”, dijo. “Es natural que los seres humanos solo se sientan confortables. Para confiar en haber ganado un campeonato. Pero si tú quieres dos, quieres tres, quieres cuatro, como usted dice que lo hace. Y quiero más. Voy a ir a tomar mi trabajo. Mi trabajo como uno de los líderes del equipo es llevar a mis chicos conmigo”.
Cuando se le preguntó si regresar de esta reciente mala jugada se compara con el regreso del 3-1 en las Finales de la NBA, Irving dijo que no hay comparación.
“La emoción es diferente. Todo el mundo ha crecido”, dijo. “Todo el mundo se ha ido a su manera y ahora nos encontramos en una cabeza donde tenemos que averiguarlo”.
Lo que es decepcionante, dijo Irving, es que los Cavs tiene en gran medida el mismo núcleo que el equipo que se reunió para ganar la campaña anterior el primer título de Cleveland en 52 años.
“Sabemos que tenemos la cultura aquí, sabemos que tenemos a los chicos”, dijo. “Sabemos que no estamos jugando a nuestro nivel. Solo lo dejamos pasar y pasar y resulta una especie de espectáculo.
“Lo necesitamos. Es solo una llamada de atención. Como quieras llamarlo, sabemos lo que podemos esperar unos de otros, lo hemos hecho a un alto nivel. Ahora tenemos qué hacerlo a un diferente nivel”.