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Tyronn Lue sabe conservar la serenidad en el caos

CLEVELAND — Momentos después de que se izó el banderín que acreditaba a los Cleveland Cavaliers como campeones de la Conferencia del Este por tercer año consecutivo. Tyronn Lue concedió algunas entrevistas obligatorias.

Un instante después se retiró discretamente, tal como prefiere.

“No me gusta llamar la atención”, comentó.

Sin embargo, Lue acepta ahora más el hecho de que es un protagonista del equipo. Otrora un armador suplente, el entrenador guió a los Cavs al título de la NBA la temporada anterior. Y estará de nuevo debajo de los reflectores esta semana, cuando Cleveland enfrente a Golden State Warriors por tercera final consecutiva.

Si fuera por Lue, los equipos se disputarían el Trofeo Larry O’Brien en el cálido gimnasio de alguna escuela, y con sólo un puñado de espectadores. Es un estudioso del juego, de la vieja escuela pero con nuevas perspectivas.

Una de las historias paralelas en la final entre los Cavs y los Warriors, es la de Lue, el exasistente que se ha revelado en muy poco tiempo como uno de los entrenadores jóvenes más brillantes de la liga, y como un experto en disputar duelos de playoffs.

Tiene una foja de 28-6 en dos postemporadas con Cleveland. Los jugadores consideran que la influencia poderosa pero gentil de Lue, dentro y fuera de la cancha, es tan importante para su éxito como los triples cruciales de Kyrie Irving.

“Muestra un gran nivel de tranquilidad, sin importar lo que pase”, dijo LeBron James después de la práctica. “Siempre habla de que, al final del día, él es ya un ganador en esta vida, así que todo lo que ocurra después de esto representa un mérito adicional. Y yo me siento igual. Es por eso que me relaciono bien con él. Si ganas o pierdes un partido es como ‘bueno, he logrado muchas más cosas de las que pensé hacer, así que no hay razón para entusiasmarse o deprimirse mucho’”.

“Esta mentalidad equilibrada del entrenador definitivamente nos ayuda como jugadores cuando vamos a la guerra”.

Lue se prepara para la mayor batalla de su carrera en el básquetbol.

Desde el momento en que regresó de Boston tras la victoria de los Cavs en el quinto juego de la final de conferencia, Lue se ha concentrado en los Warriors, una especie de equipo del Juego de Estrellas, que incluye a dos hombres nombrados el Jugador Más Valioso (Kevin Durant y Stephen Curry).

En Golden State milita también un disparador temible (Klay Thompson) y un jugador que representa un riesgo con sus pases, disparos y dribles (Draymond Green).

La estrategia defensiva de Lue hasta este momento en los playoffs ha consistido en neutralizar al mejor jugador rival. Los Cavs pudieron hacerlo con Paul George, de Indiana Pacers; DeMar DeRozan, de Toronto Raptors, e Isaiah Thomas, de Boston Celtics, quien se resintió de una lesión de cadera en el segundo partido y se perdió el resto de la serie.

Cleveland marcó con dos hombres a los astros rivales e hizo todo para molestarlos durante el partido.

Se pidió a Lue que identificara quién es el jugador clave de Golden State.

“¡Diablos, eso es difícil”, respondió.

Hay pocas debilidades en estos Warriors, el primer equipo que llega a la final con foja de 12-0 en los playoffs y ganando por un promedio de 16.3 puntos.

Pero los Cavs saben que Lue no se asustará. La serenidad es mejor arma.