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Con buen pie la 'invasión' cubana a las Grandes Ligas

GLENDALE, Arizona -- Yaisel Sierra se reportó al campamento de los Dodgers de Los Angeles el pasado 29 de febrero.

El lanzador espera encontrar una nueva vida dentro y fuera del terreno de juego en un beisbol al que, dijo, la inmensa mayoría de sus compatriotas sueñan con llegar alguna vez.

"Desde que era muy pequeño siempre piensas en cómo serían las Grandes Ligas", dijo Sierra en el campamento primaveral de los Dodgers en Arizona. "Es como un sueño estar aquí y poder alternar con todas estas grandes figuras de las que alguna vez oíste".

Sierra, de 24 años, es uno de los nuevos peloteros cubanos que "invaden" de manera consistente los últimos años las Mayores, en búsqueda de los millones de dólares. Pero también de probar que su pelota tiene la calidad suficiente para competir con cualquiera.

"Lo más complicado de todo fue dejar a la familia atrás. Tengo un niño en Cuba de seis años. Eso es lo más difícil", comentó Sierra.

Sierra es uno de cuatro peloteros nacidos en Cuba que los Dodgers tienen en su campamento de primavera, además del receptor Yasmani Grandal, Alex Guerrero y el estrella Yasiel Puig.

"Para nosotros el beisbol es una cultura, una forma de vida", señaló Sierra. "Hemos demostrado en diversos niveles y torneos que podemos jugar contra los mejores".

"Y los muchachos que han llegado aquí antes, también lo han demostrado", agregó.

La temporada pasada, una cifra récord de 27 peloteros cubanos disputaron partidos en las Grandes Ligas.

Desde el 2010, al menos 25 jugadores provenientes de Cuba firmaron contratos con equipos ligamayoristas por al menos un millón de dólares, para un total de $645 millones de dólares, según el historiador de beisbol cubano Peter Bjarkman.

"Lo primero es que poco a poco nos tenemos que ir aclimatando con el equipo, con el beisbol, con la vida aquí", señaló Sierra. "En mi caso, tengo que trabajar con el control para asegurar que tengo un nivel de excelencia, como requieren las Grandes Ligas".

El compañero de Sierra, Alex Guerrero, aseguró que los peloteros cubanos tienen todas las herramientas para competir en casi cualquier posición.

"Para mi es un orgullo jugar con estos compatriotas y los que vengan en las Grandes Ligas y en especial con un equipo tan afamado como los Dodgers", dijo Guerrero.

"Seguro van a venir más", agregó. "Para mí es un orgullo y una satisfacción demostrar que el béisbol de Cuba tiene alto nivel, por encima de todos los obstáculos que tenemos... Demostrar que hay buenos peloteros. Sólo hay que ayudarnos entre nosotros".

Guerrero dijo que tienen una buena relación entre los cubanos que juegan la Gran Carpa, gracias a que tienen la misma cultura, el mismo idioma y costumbres similares provenientes de la misma patria.

En el caso de Guerrero, el nuevo manager de los Dodgers, Dave Roberts, adelantó que trabajará en primavera básicamente en tercera base, pero sabe que es capaz de jugar paradas cortas, segunda almohadilla y hasta en los jardines.

"Ha sido bien difícil adaptarnos al beisbol de aquí", reconoció Guerrero. "Esta pelota es bien distinta a la de Cuba. Además golpea mucho el idioma, la cultura y el nivel que por supuesto es más alto. Esta es la mejor pelota del mundo".

Entre las principales diferencias que Guerrero ha encontrado en las Mayores son la del pitcheo.

Dijo que hay muchos más lanzadores capaz de pitchear bolas rompientes con mayor velocidad.

También dijo que la defensiva y cualidades atléticas de muchos de los peloteros grandesligas, incluidos los de origen latinoaméricano, es superior en promedio a la que encontraban por ejemplo en la Serie Nacional de su país.

"El principal consejo que yo daría a los jóvenes que van llegando es que entrenen, que se sacrifiquen, que no vean los obstáculos", dijo el cubano de 29 años. "Esto es difícil, pero si uno se lo propone, uno llega".

De acuerdo a la revista OnCuba, con base en Miami, 150 peloteros abandonaron Cuba en el 2015, aunque muchos de ellos aún no tienen contrato con organizaciones de Grandes Ligas.

Guillermo Heredia, oriundo de Matanzas, Cuba, firmó contrato con los Marineros de Seattle apenas la primera semana de marzo.

A diferencia de peloteros como Puig, Sierra y Guerrero, quienes tienen prácticamente garantizado su lugar en el roster que abrirá temporada en las Grandes Ligas, Heredia tiene que competir a su máxima capacidad en las prácticas primaverales y en los partidos de la Liga del Cactus, para aspirar a un lugar en el equipo de los Mariners que se presentará al primer juego de la campaña regular.

"La cosa no es tan fácil, como a veces uno cree en Cuba", dijo Heredia. "Uno escucha de Yasiel (Puig), de Aroldis (Chapman), de José (Contreras) y muchos más que ya triunfaron y piensa que así será de la noche a la mañana".

"Aquí yo tengo que trabajar fuerte porque en este equipo hay demasiadas estrellas", añadió. "Pero creo que tengo para quedarme. Si ellos deciden que debo comenzar en las Menores, así será y seguiré trabajando para alcanzar mi sueño de jugar en las Grandes Ligas".

Heredia señaló la velocidad en el corrido de bases y a la defensiva de los peloteros cubanos, como algunas de sus mejores credenciales en la pelota.

También consideró que estar rodeado de compañeros latinos y en particular de otro cubano, Leonys Martin, ayudará en su proceso para conquistar con los Marineros la Gran Carpa.

"Esto no será fácil", consideró Martin, quien llegó al beisbol profesional estadounidense a la organización de los Vigilantes de Texas en el 2010 y pasó sus primeros dos años casi completos en sucursales de Ligas Menores. "Hay mucho talento en este nivel. Tienes que ser profesional las 24 horas del día y mejorar tu juego en cada momento o nunca te establecerás aquí".

"Aquí he aprendido mucho", agregó. "Tuve que aprender a ser profesional en el sistema que hay aquí y eso tendrán que aprender los que vienen llegando. Queremos ser una gran inspiración para todos ellos".

Según cálculos, de 1959 a la fecha, cerca de 700 peloteros cubanos han llegado a alguna organización de Grandes Ligas en cualquiera de sus niveles.

La "invasión masiva" comenzó con la entrada del nuevo siglo. Antes del 2000 eran relativamente pocos los que llegaban, aunque fueron nombres importantes como Orlando "Duque" Hernández, Rolando Arrojo, Dannys Báez, José Hernández y Ariel Prieto, entre otros.

Martin dijo que a pesar de la fama y fortuna que muchos de los peloteros cubanos han encontrado en Estados Unidos, aún tienen una gran tarea pendiente.

"El gran objetivo de todos nosotros en el beisbol es algún día poder representar a nuestro país en el Clásico Mundial", afirmó. "Porque aunque vengamos a jugar aquí, el representar a tu país significa otra cosa más grande".

Puig coincidió con Martin en el orgullo de representar alguna vez su país.

"Aquí estamos jugando por Cuba todos los días y a todas horas", expresó el estrella de los Dodgers. "Sería muy bonito jugar un Clásico Mundial como cubanos en las Grandes Ligas. Mientras, hay que seguir 'echando para adelante' y enseñando que los cubanos sabemos jugar pelota como los mejores...".