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Invade nostalgia a Big Papi tras homenaje de los Vigilantes

ARLINGTON -- David Ortiz reconoció que ha sido un fin de semana lleno de nostalgia en Texas, desde que llegó al Globe Life Park.

“El Big Papi” recordó como en este mismo estadio de los Vigilantes conectó su primero de 521 cuadrangulares en las Grandes Ligas, cuando era un novato lleno de ilusiones con los Mellizos de Minnesota.

La nostalia fue mayor para Ortiz, cuando los Rangers le entregaron una placa conmemorativa, que reconocen su valía como rival, como un personaje ilustre de la “gran carpa” que será recordado por los aficionados texanos en su paso por Arlington en los años por venir.

“Es un honor que las organizaciones se tomen su tiempo para darle una despedida a uno”, dijo Ortiz, sentado en su casillero del clubhouse visitante antes del segundo partido de la serie contra los Vigilantes. “Es algo que tal vez me he ganado con el tiempo y mi juego”.

“Es algo que confirma que he estado muchos años aquí”, agregó. “Es más que nada un honor”.

Jugadores de los Rangers como Adrián Beltré, quien fue el representante de su equipo para entregar la placa conmemorativa, dijeron que siempre recordarán a Ortiz como un gran rival y uno de los máximos exponentes de la pelota latina en las Grandes Ligas.

“Ha construido una gran carrera”, comentó Beltré. “Como dominicano, es un orgullo ver otro pelotero de mi país con la carrera que él ha hecho. No ha sido fácil. Nadie te regala nada y en su caso particular tuvo que trabajar muy duro para lograr todo lo que tiene”.

Ortiz anunció en noviembre pasada su retiro al final de la actual temporada, en la que de manera soprendente vive uno de sus mejores momentos en años recientes.

A sus 40 años de edad, el bateador designado de los Medias Rojas de Boston bateaba para .339 en 67 partidos disputados antes del sábado por la noche, una de las tres mejores marcas de la Liga Americana.

Sumaba 18 cuadrangulares y .430 de promedio de embase, líder en las Mayores, igual que en porcentaje de slugging (.454).

“Es impresionante la manera en que trabaja cada día”, dijo el primera base de los Medias Rojas Hanley Ramírez. “Es admirable. Está en su última temporada y en este mismo momento está trabajando allá en las jaulas de bateo y en el gimnasio, más que cualquier novato”.

Conforme avanza la temporada, parece que “Big Papi” tiene aún más para dar y sorprender.

Llegó el sábado con 10 juegos consecutivos pegando al menos un imparable; racha en la que promedia .386 con 26 de sus 60 carreras producidas en los últimos 29 partidos.

Se convirtió ya en el primer jugador de los Medias Rojas con al menos 30 dobletes en los primeros 72 partidos de la temporada dede que lo hizo Earl Webb en 1931. Y sus 49 extra bases son la mayor cantidad para la organización a este punto de la temporada en los últimos 100 años.

“Nadie pensaría que ya se va a retirar, pero eso es algo personal”, dijo el lanzador venezolano de Boston, Eduardo Rodríguez. “Nunca sabes. Yo creo que aún puede jugar a un gran nivel. Pero si estuviera mal, todo mundo estaría pidiendo su retiro. Ahora le está yendo bien y todo mundo quiere que siga jugando”.

“Son las dos caras de la moneda y es difícil lidiar con ellas”, agregó. “Pero es una decisión de cada quien”.

Ortiz reiteró estar convencido de su decisión de dejar de jugar pelota profesional al final de la temporada.

Dijo que planea irse a descansar con su familia, sin involucrarse más en la pelota profesional.

Mientras, sigue disfrutando de su última campaña, así como del respeto y tributos que le brindan en todos los parques donde se para, como sucedió en Arlington, de donde además se llevará sus botas bordadas con su apodo, “Big Papi” y un cinturón piteado con hebilla al más puro estilo texano.

“Gracias a Dios he tenido una buena carrera”, manifestó Ortiz. “Las emociones vendrán al final”.