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Paula Creamer ganó un grande con dolor

Paula Creamer no se encuentra en plenitud física; no importó Getty Images

Con increíble determinación, y dolor, Paula Creamer ganó el domingo, su primer Mayor, el U.S. Open en Oakmont Country Club. Creamer fue la única jugadora en finalizar el Campeonato bajo par (-3) derrotando a Na Yeon Choi y Suzann Pettersen por cuatro golpes.

Creamer había arrancado el día con tres golpes de ventaja y en un momento parecía que sus rivales la podrían alcanzar. Sin embargo, más intenso era su dolor en el dedo, mejor Creamer empezó a ejecutar, y cuando hizo birdies en el 14 y en el 15, el resto empezó a jugar por el segundo lugar.

"La mano me dolió durante todo el día" dijo Creamer, "he hice todo lo posible para no pensar en ello".

Creamer se había lastimado el pulgar izquierdo el verano pasado pegando un tiro desde el rough en el Wegman's LPGA. Como el dolor no mermaba Paula empezó a recorrer el país, visitando especialistas en busca de una solución.

Los médicos todos coincidieron que era un problema de ligamentos y recomendaron reposo y rehabilitación. Paula se tomó un tiempo de descanso pero cuando inició la temporada en Tailandia, en Febrero, sólo pudo jugar 18 hoyos antes de tener que retirarse debido al dolor.

"Hubo un momento en que pensé, oh mi Dios, ¿y si no puedo jugar nunca más?" dijo Creamer.

La próxima solución era operarse, algo que todos habían rechazado al comienzo, pero que ahora se transformaba en la única solución. Y así, a fines de Febrero, Creamer lo arriesgaba todo para ver si podía volver a jugar al golf.

La operación fue un éxito, pero otra vez la mano debía descansar. La espera fue larga y dura. Cuatro meses pasaron hasta que Paula pudo anunciar que volvía a competir otra vez. Durante el periodo de recuperación había habido una sola meta en su mente:

Oakmont, Oakmont, Oakmont. Volver para el Open había sido su sueño y para prepararse, Paula había pedido que le mandaran los tapes de las dos últimas vueltas del U.S. Open del 2007, cuando el Open se jugó en Oakmont por ultima vez, y cuando Ángel Cabrera ganara "su" Open con un score de cinco sobre par.

Su obsesión con el U.S. Open y Oakmont pagaron sus frutos cuando la USGA utilizó el domingo, en la vuelta final, las mismas banderas que habían usado el día domingo para el Open del 2007. Algún día Creamer nos contará cuánto la ayudó esa familiaridad.

Ahora vendrá un merecido descanso. "Descansar con el trofeo a mi lado será mucho más fácil" dijo la campeona. Paula Creamer puede respirar hondo y disfrutar esta victoria. Los médicos ya le dijeron que este dolor es normal, que va a pasar...ahora sabe no sólo que podrá volver a jugar...sino que puede volver a ganar.