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Salida de Dirrell complica el Super Six

Como se supo la semana pasada, algunos problemas neurológicos han afectado seriamente la carrera del estadounidense Andre Dirrell, lo que lo obligó a convertirse en la tercera baja entre los participantes del torneo Super Six de los supermedianos, que organiza la cadena televisiva Showtime.

Una verdadera pena, porque este tipo de afecciones suelen terminar con los sueños de un púgil. Aunque esto por ahora no está confirmado, lo increíble es que muchos hayan siquiera especulado con que se trataba de una farsa.
Mentir sobre un caso tan serio no entra en la cabeza de nadie. Aún en el mundo del boxeo, habitado por tantos mentirosos, ventajeros y malos perdedores.

Dirrell, de 27 años, debía enfrentar a su compatriota Andre Ward el próximo 27 de noviembre, por la tercera ronda del torneo Super Six, que ya tuvo las retiradas de Jermain Taylor y Mikkel Kessler, dos de los principales protagonistas. Como reemplazantes habían sido designados Allan Green y Glen Johnson. Pero lo cierto es que, a estas alturas, el torneo ya ha perdido todo sentido.

Como dijimos al enterarnos de la idea, este torneo estaba condenado al fracaso. Demasiados participantes en un deporte en el que la mayor parte del tiempo es muy difícil siquiera planificar dos combates seguidos. Ni hablar de una competición que tenía prevista una duración de más de un año y medio.
Por ahora, es incierto el futuro del torneo, aunque está confirmada la pelea entre Carl Froch y Arthur Abraham, para el 27 de noviembre.

  • En tierras argentinas se rumorea que el próximo rival del mexicano Erik Morales, el 18 de diciembre, podría ser Jorge La Hiena Barrios. Lo que sí es seguro es que esta nueva presentación del Terrible será en Tijuana y televisada en los Estados Unidos por la cadena Showtime.

    Otras versiones indican que se preferiría un rival de menor riesgo, teniendo en cuenta que el objetivo primordial de Morales es una pelea ante su compatriota Juan Manuel Márquez.

  • Finalmente, y después de varias idas y vueltas con su propio promotor, Gary Shaw, Timothy Bradley firmó el contrato que asegura su enfrentamiento ante Devon Alexander, el próximo 29 de enero. Por ahora, la sede sería la ciudad de Miami, aunque también podría ser Las Vegas.

  • Para la última semana de octubre, la cadena televisiva HBO tiene previsto reunir a los efectos promocionales a cuatro de los mejores exponentes de las 140 libras: Bradley, Alexander, Amir Khan y Marcos Maidana. Quizás esto sea un indicio de que los ganadores de ambos pleitos se enfrenten a mediados del año próximo.

  • Está confirmado que Víctor Ortiz protagonizará la semi-estelar de Khan vs. Maidana, el 11 de diciembre en Las Vegas. Sin embargo, su rival no será Andreas Kotelnik, como se había especulado. Algunos dicen que su promotor, Don King, pidió demasiado dinero, pero también existe la posibilidad de que el ucraniano de el salto al peso welter. Según confirmaron desde Golden Boy Promotions, Ortíz enfrentará a Lamont Peterson, un welter Jr. de buen nivel y muy alto para la categoría, cuya única derrota fue en diciembre del año pasado a manos de Timothy Bradley en una pelea muy competitiva.

    El otro oponente con el que se especulaba es el sudafricano Kaizer Mabuza, quien en febrero pasado noqueó a Kendall Holt, convirtiéndose en retador obligatorio del título welter Jr. de la FIB. Pero Mabuza no está interesado y prefiere esperar por el ganador del choque entre Zab Judah y el argentino Lucas Matthysse, el 6 de noviembre. Por lo tanto, Ortiz sigue buscando rival.

  • El panameño Celestino Caballero ya se encuentra en Las Vegas, donde realizará la puesta a punto para lo que será su debut en las 130 libras, el próximo 27 de noviembre ante el estadounidense Jason Litzau. Pelenchín entrenará, una vez más, a las órdenes de su entrenador, Jeff Mayweather.

    Al parecer, el panameño se cansó de esperar una chance ante Juan Manuel López, Yuriorkis Gamboa, Rafael Márquez o Israel Vázquez y decidió volver a subir de categoría, después de su reinado en el peso pluma Jr. y un efímero paso de una sola pelea por los plumas.