<
>

Rutas diferentes coinciden en el SB

Eli Manning no pasó un día tranquilo, pero condujo a los Giants a otro Super Bowl. AP

BRISTOL -- Los Patriotas consiguieron la revancha sobre los Ravens en el duelo de Campeonato de la Conferencia Americana, pero el trofeo Lamar Hunt llegó a sus manos con muy poco brillo.

En muy pocas ocasiones Tom Brady se ha impuesto a los rivales con menos yardas, mas entregas de balón y sin ningún pase de anotación... esa no es la marca de la casa que construyó Bill Belichick.

Nueva Inglaterra tuvo dificultades contra una gran defensiva y tuvo que apoyarse mayormente en su ataque terrestre para conseguir touchdowns incluido un QB sneak, en parte porque faltó mayor precisión de Brady y porque las yardas después de las recepciones no hicieron la mella que esperaban.

La victoria llega con un sabor agridulce para los Pats. Belichick y su equipo no causaron la conmoción con Aaron Hernández alineado como corredor como en el juego ante Denver y no fuimos testigos de la jugada sorpresa, la que siempre está escondida en el repertorio de la mente maestra de los últimos años.

No creemos estar pidiendo más de lo que Nueva Inglaterra nos tenía acostumbrados. Rob Gronkowski pagó factura al salir del partido al menos momentáneamente por una lesión de tobillo la cual seguramente será seguida con lupa hasta el partido grande. El mismo Brady no llegó al parecer al cien por ciento por una lesión de hombro que lo orilló a tener un día menos de práctica antes del juego de Campeonato y un golpe de Ray Lewis en su anotación en el último cuarto seguro que no lo dejará olvidar lo cara que los Ravens vendieron su derrota.

Siempre es dramático un cierre definido por un gol de campo, sobre todo cuando Joe Flacco dentro de sus capacidades trató de darle a su equipo la mejor posibilidad para llegar a su primer Super Bowl. Pero este es un trabajo de equipo y algunas piezas no estuvieron a la altura.

Pero la aguja de termómetro apenas se estaba calentando, para una afición que por un momento pensó que la temporada no se celebraría.

Bajo difíciles condiciones climáticas Nueva York tuvo que llevar el partido hasta las últimas consecuencias de las nuevas reglas de tiempo extra. Un duelo defensivo tuvo maniatado el marcador pero la creemos que la falta de un receptor de larga distancia y una estrategia repetitiva a la ofensiva puso contra a la pared a los 49ers en las terceras oportunidades. Eli Manning no pasó un día de campo tampoco: fue capturado en 6 ocasiones y aunque tuvo un fumble no forzó la intercepción que quizás en algunos de sus malos momentos como titular hubiera sido mortal. Nueva York fue paciente y se mantuvo enfocado en el partido hasta que pudieron poner la escena del gol de campo más cómodo posible para Lawrence Tymes.

Sabe amargo el tropiezo de San Francisco pero es parte del a veces doloroso camino del aprendizaje para un entrenador de primer año y una franquicia que no tiene vestigios de su última visita a la postemporada en 2002. Vernon Davis superó las 100 yardas, pero un duelo de este calibre necesitaba de más protagonistas para poder ganar, aun siendo local.

Eli Manning conectó con 8 diferentes receptores, pero fue la única conexión con Mario Manningham la que regresó a los Gigantes a la vida en el último cuarto. Umenyiora, Tuck, Canty y Pierre-Paul solo consiguieron 3 capturas sobre Alex Smith pero lograron presionarlo lo suficiente para limitarlo a menos del 50 por ciento de efectividad.

Dos dignos campeones de conferencia, pero con perspectivas distintas de cara a su segundo duelo en el Super Bowl en 4 años, ¿no lo creen?