Al fin y a la poste, sólo se trata de que somos dos guerreros que queremos ser el mejor y es por eso que damos lo mejor de nosotros dentro de las cuerdas todo el tiempo.
Cuando primero acordé pelear contra Mike Alvarado el año pasado, supe que sería una pelea muy emocionante para los aficionados. De la manera que peleamos, no podía terminar de otra manera. El boxeo puede ser una ciencia para algunos, pero para mí se trata de pasión, corazón y coraje. Se trata de dar a los fans lo que ellos quieren -- una batalla de voluntades y fuerza.
Subir de peso ligero para combatir contra uno de los mejores pesos súper ligeros en el mundo me pareció una buena manera para probarme a mí mismo en el ring. Mucha gente sentía que era demasiado pequeño para enfrentarme a alguien como Mike Alvarado, quien es un tipo grande y peleó toda su carrera en las 140 libras.
Pero yo sabía que después de casi un año batallando en las 135 libras yo iba estar igual de grande que él en la noche de la pelea. Yo sabía que estaría igual de fuerte que él y que tenía la quijada y voluntad para tomar sus mejores golpes y también repartir mi propio dolor.
Estaba entusiasmado con la pelea porque sabía que Mike vendría a pelear igual que yo y que me quería arrancar la cabeza y yo a él también. Esta pelea no era sobre estrategias, era sobre la fuerza, fuerza de voluntad y la capacidad de soportar el dolor y seguir adelante.
Y tan pronto como comenzó la pelea le dimos duro y jamás nos detuvimos. Tomé sus golpes, él tomó la mayor parte de los míos y la pelea fue de ida y vuelta por siete rondas hasta que lo lastime lo suficiente para que el árbitro detuviera la pelea. Fue una pelea corta en los libros, pero una larga pelea dentro del ring.
Hoy que nos preparamos para volver a pelear, no veo qué puede ser tan diferente. Probablemente intentará mantenerse lejos y utilizar su distancia temprano, pero tarde o temprano parará e intercambiaremos y estaremos en otra guerra. Sé que él siente que la primera pelea fue detenida temprano, pero era sólo una cuestión de tiempo antes de que yo lo detuviera en frío. Estaba lastimado y ya no tiraba golpes cuando la pelea fue detenida.
He visto la primera pelea 100 veces, a veces tres veces al día y no puedo creer los golpes que intercambiamos esa noche. Pero me entusiasma cada vez que la veo. Así que aquí vamos por segunda vez. Será en ocho asaltos. Y los golpes seguirán llegando.
Ríos-Alvarado II se presenta, el sábado, 30 de marzo en el Mandalay Bay Events Center en Las Vegas, Nevada. La pelea a 12 asaltos será televisada en vivo en HBO Boxing After Dark®, comenzando a las 10:15 PM ET/PT.