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"Otra vez nos hicimos fuertes"

La Generación Dorada celebró a puro mate Andrés Nocioni

LONDRES -- Otra vez nos hicimos fuertes en cuartos de final de los Juegos Olímpicos. Ya es una sana costumbre de este equipo. El espíritu de lucha nos hizo elevar nuestro nivel contra Brasil, un equipo que está en plenitud y es cada vez más difícil enfrentar. Jugamos un partido muy sólido y no les dimos oportunidades.

La estrategia planteada por Julio Lamas y su cuerpo técnico fue muy buena. Liberar a Huertas para que anote pero no hiciera jugar a los demás volvió a funcionar, como en el Mundial de Turquía. En el comienzo Pablo Prigioni estaba un poco decepcionado porque Huertas estaba anotando mucho. Pero si un base o distribuye juego a la larga es bueno, por más que sume individualmente. En el segundo tiempo, Pablo además ajustó un poco la defensa y le complicó más el trabajo a Huertas.

Cuando se realizan este tipo de estrategias se respetan al 100%. En el entrenamiento del día previo se plantea y Julio, que es un entrenador abierto, da lugar a que realicemos propuestas. Una vez que estamos todos de acuerdo y se decide, se cumple.

Con respecto a mi juego, desde que les comenté que estaba teniendo el peor torneo de mi vida con la Selección hice como un reseteado. Sabía que lo que ya no había hecho no lo podría modificar. Pero me puse en la cabeza rendirle al equipo. Y eso hice. No tengo el talento de Luis o Manu para anotar y para otras aptitudes que reflejan sus números pero puedo aportar otras capacidades que también le sirven al equipo. Es muy importante tener jugadores con características diferentes.

Tuve pasajes importantes en el triunfo contra Brasil. Un par de tapas valiosas, algún rebote y puntos. Si me tengo que quedar con un momento personal en el partido, elijo la bandeja en el último cuarto con la marca de Nené. Fue importante porque nos dio una bocanada de aire y además fue linda. Le decía a Manu que en mi cabeza la volqué. Creo que tanto Nené como yo fuimos asustados para el aro. Yo pensando que él me iba a tapar y él pensando que yo la iba a volcar. Por eso cambié la decisión y me fue bien. Igual, la cuento como una volcada, je.

Una vez concretado el triunfo, puedo decir que le dio más valor que el rival fuera Brasil. Lo celebramos en la cancha lo que debíamos y un poco en la Villa. Pero ya está. Ahora, nada de festejos. Ya tenemos el cuchillo entre los dientes para buscar una medalla. Queremos ganarle a Estados Unidos. Y si no se puede, iremos por el bronce.

Ya empiezo a ver en mis compañeros la sangre en los ojos con ese deseo de colgarnos otra medalla. En la noche de la victoria contra Brasil estuvimos tomando mate hasta tarde, después de la ya clásica cena con música. En esas rondas de mates se propuso que si conseguimos una medalla todos nos pelamos la cabeza. Y hay que decir acá que 11 estuvimos de acuerdo y Luis Scola arrugó. Hasta Martín Leiva, con su pelo más largo, dijo que sí. Muy flojo lo del capitán Luis Alberto. Se nos tiró para atrás. La idea no fue mía pero la avalé 100%. Sería una imagen impactante subirnos al podio todos rapados. Si se da, me parece que lo agarramos a Luis entre todos y lo pelamos igual.

Otra promesa había sido que si le ganábamos a Brasil haríamos una competencia de flexiones de brazos contra el gimnasta Federico Molinari. Por suerte no lo encontramos porque él hace más de 100 y yo creo que entre todos nosotros juntos no llegamos a ese número.

Se viene Estados Unidos. Ya tenemos la experiencia del partido previo y sabemos lo que hay que mejorar. No debemos dejarlos correr, tienen que tomarnos menos rebotes ofensivos (tarea difícil) y hay que controlar el tiro externo de Kevin Durant. No será fácil, pero este equipo siempre tiene una carta más para jugar. Veremos si los longevos podemos dar otro golpe. Somos los mismos de siempre, como La Renga.