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Wade y Bosh deben producir

Dwyane Wade y Chris Bosh son la ficha del tranque para el Heat Ezra Shaw/Getty Images

Podemos hablar de la estatura de los Indiana Pacers, su dominio absoluto en la pintura, su sofocante defensa y el surgir de Paul George y Roy Hibbert.

Pero el campeón Miami Heat podría decir que está donde está debido a que dos de sus 'Tres Grandes' producen menos en comparación.

Mientras LeBron James demuestra cada segundo en cancha porque es el mejor canastero en el mundo, Dwyane Wade y Chris Bosh están lejos de cumplir con las expectativas entrando al decisivo -y para algunos sorpresivo- choque en el séptimo juego de la final de la Conferencia del Este.

La falta de productividad de Wade y Bosh ha dejado a Miami sin ayuda constante para James, quien en ocasiones ha revertido "a sus días en Cleveland", dominando el balón uno contra cinco en búsqueda de puntos que son difíciles de conseguir contra los Pacers y su excelente defensa.

Y a veces ha funcionado; por eso nos encontramos en un partido de vida o muerte. Pero hasta el Rey necesita ayuda.

Wade no ha hecho excusas por la dolencia que sufre en su rodilla, tratando de batallar y encontrar su ritmo en cancha contra un equipo que reconoce la importancia de 'Flash' en la serie.

Con Indiana al frente 2-1 en la segunda ronda de los playoffs de 2012, y tras una victoria en la cual Wade solo encestó cinco tantos -en aquel entonces el peor total de su carrera en los playoffs-, el exMVP de la Final de la NBA explotó para totales de 30, 28 y 41 tantos los siguientes tres partidos que ayudaron a James a cerrar la contienda en particular rumbo a su primer campeonato juntos.

Esta vez, el tiro de Wade (14,5 ppj en la serie) no ha estado ahí (.442 FG%, .667 FT%) en lo que es la peor serie de postemporada en su brillante carrera. Peor aún, el estelar escolta va de más a menos, tocando fondo en los juegos cuatro, cinco y seis, con un total de 36 puntos y solo 11 encestes en 34 tiros de campo.

Su acto de desaparición y falta de ritmo ha dejado a James como el único jugador en Miami capaz de crear su propio tiro y generar ofensiva para otros.

Esos 'otros' incluye a Bosh, el supuesto delantero fuerte que vive en el perímetro y juega pequeño frente a la altura que presentan Hibbert, David West y compañía, recuperando un total de 22 rebotes en los primeros seis desafíos de la serie.

Bosh (11,3 ppj, 3,7 rpj, .411 FG%), quien se ausentó de la serie del año pasado debido a una lesión, llegó a la final del Este enfocado en verse las caras con Hibbert y los hombres grandes de los Pacers, ansioso por dejar su marca en el avance del Heat. Sin embargo, luce lejos de ser uno de los 'grandes', totalizando 19 tantos en 21 tiros con apenas cinco aciertos en los pasados tres partidos, afectado también por un leve esguince en un tobillo.

De hecho, su mayor contribución entrando al duelo decisivo fue quizás en el primer partido, cuando sirvió como ansuelo en la jugada final que permitió a James anotar la cesta de oro, con Frank Vogel sacrificando a Hibbert en la jugada.

El más alto de los 'Tres Grandes' de Miami apenas se siente, y su decepcionante actuación sirve de excusa para que muchos clamen por su salida del grupo, pensando en el presente y futuro del equipo.

Indiana se merece el crédito por la defensa empleada, pero más energia y furia controlada podría despertar a los socios de James.

En resumidas cuentas, Wade y Bosh no solo tienen que producir más, sino ser más efectivos con las oportunidades que tengan, forzando la mano del coach Erik Spoelstra; si producen con prontitud, James no vacilará en buscarlos y econtrarlos con mayor regularidad. Dentro de todo, el 'Rey' sabe compartir el balón.

Miami tiene mucho que perder en el segundo séptimo juego de los 'Tres Grandes' como compañeros, incluyendo:

1. Un segundo campeonato corrido, y tercero para la franquicia. Solo los Celtics (17), Lakers (16), Bulls (6) y Spurs (4) han ganado más.

2. La oportunidad de ser el primer equipo desde el segundo 'threepeat' de los Chicago Bulls de Michael Jordan (1996-98) en ganar el Este tres años corridos.

3. Su lugar en la conversación de los mejores equipos en la historia, luego de una histórica temporada que los vio ganar 27 juegos corridos.

Sin contar lo que significaría a largo plazo para la franquicia en relación a Bosh (¿material de cambio?) y Wade (¿gastado a los 31 años de edad por su temerario estilo de juego?), y como eso afecta a James (posible agente libre en el 2014).

Sí, el Heat tiene mucho en juego, más allá de la física cita con los Pacers. James hará su parte; le toca a Wade y Bosh.