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Heat-Spurs: Segundo juego de ajustes

Para el campeón Miami Heat, una combinación de agresividad y urgencia es necesaria para el segundo juego de la Final de la NBA frente a los San Antonio Spurs.

Miami no lo hizo mal en la derrota 92-88 para abrir la serie, pero perdió energía a través del juego antes de sucumbir ante el excelente desempeño de Tony Parker y Tim Duncan al frente de los campeones de la Conferencia del Oeste.

Ese letárgico desenlace dejó al Heat en peligro de enfrentar la monumental tarea de recuperarse en la carretera abajo 0-2 frente a un rival que apenas acumula dos derrotas en la postemporada. La eficiencia de Parker y la altura de Duncan fueron claves en el primer partido, y ahora el quinteto de Erik Spoelstra tiene que responder con los ajustes necesarios.

Pensamos que LeBron James le haría frente a Parker más a menudo esta vez, aunque Spoelstra tiene que tener más opciones si no quiere gastar a su súper estrella peleando cortina tras cortina en persecución del escurridizo armador de los Spurs. ¿Duncan? Su grandeza quedó en evidencia una vez más en la final, demostrando sus quilates frente a un rival que no cuenta los hombres grandes para afectarlo.

El esfuerzo de Miami tiene que ser en colectivo, embotellando y destellando una frenética energía que los impulse en ofensiva y defensa.

Pero eso es solo una ficha en el juego. Veamos otros factores claves entrando al segundo partido de la Final de la NBA.

El diente defensivo de Miami

El Heat no jugó con la chispa que los caracteriza, y necesita recuperarla para superar a un rival tan experimentado y disciplinado como los Spurs. Todo empieza con las pérdidas de balón, y la inhabilidad de Miami de poder sacar de ritmo a San Antonio.

Los Spurs ganaron el primer asalto de esta batalla en particular con un ridículo total de cuatro pérdidas que le permitió controlar el ritmo del juego y cortó las piernas a la ofensiva del Heat, la cual se nutre de las fallas de sus rivales. Miami anotó en cada uno de esos errores de San Antonio para un total de ocho puntos, lejos de su promedio en la temporada regular (18,6) y playoffs (18,4).

Miami tiene que jugar con más agresivididad en ambos de la cancha -sólo 17 tiros libres intentados- y buscar la manera de establecer su identidad defensiva. La urgencia del momento usualmente los inspira, así que esperen una actuación más eléctrica del monarca.

Más de Tony Parker
Para Miami tener éxito en defensa, necesita trastornar a Parker, quien viene de convertirse en apenas el quinto jugador en los últimos 20 años* en lograr un juego de por lo menos 20 puntos, cinco asistencias y cero pérdidas de balón en la final.

El veloz y certero base francés prácticamente hizo lo que quiso contra Miami, y pacientemente los despedazó en el cuarto parcial con 10 puntos, incluyendo la milagrosa cesta con 5,2 segundos jugar que dejó sin aliento al AmericanAirlines Arena.

Miami tiene que defenderlo con más agresividad, y tratar de cerrarle espacios para maniobrar. Conglomerar las líneas de pase es clave, al igual que la altura y presencia física de James si recibe la tarea de perseguir al Jugador Más Valioso de la final de 2007.

Un Rey más agresivo

Suena increíble tener que exigirle más luego de su tercer 'triple doble' -y segundo corrido- en una Final de la NBA. Pero sí, el Heat necesita un poco más de su cuatro veces JMV.

Con el balón en mano, James tiene que reconocer mejor cuando tomar control de la ofensiva de Miami, similar a como hizo en el tercer parcial del quinto juego contra Indiana. Sus cuatro tiros en el cuarto parcial del primer partido dejaron mucho que desear, especialmente porque sus compañeros tampoco demostraban vida en ofensiva. Era el momento para atacar, y James no tenía balas.

No necesariamente es cuestión de tirar más (aunque su 16 disparos deberían ser por lo menos 20), sino de ser más enérgico para prender la chispa que caracteriza al Heat.

Aunque Miami gana más cuando Jame tira menos (8-3 en los playoffs cuando tira menos de 18 veces, 4-3 cuando tira más de 18 veces), la contundencia del primer golpe propinado por los Spurs requiere una rápida respuesta de quien es el mejor canastero en el mundo.

No es tarea fácil, considerando el éxito de San Antonio contra James en sus primeros cinco pareos en juegos de final, limitándolo a un porcentaje de cestas de 36,8 FG%. El astro tuvo un partido incómodo contra Kawhi Leonard y una defensa colectiva que hizo un gran trabajo cerrándole el paso y doblándolo en la pintura, de paso negándole acceso a la línea del tiro libre (4-3).

Está en James encontrar la manera de descifrarla con energía controlada y violenta agresividad, manteniendo un alto nivel también en el lado defensivo, donde todos aniticipamos verlo más en Parker.

Por eso, más que nunca, James necesita más de sus socios en los 'Tres Grandes'.

Bosh en alerta

Wade demostró estar listo para el reto antes de caer presa del letargo del Heat en el cuarto parcial, pero los problemas de Bosh continúan.

El supuesto delantero fuerte del Heat escogió el peor momento para atravesar por uno de los peores momentos de su carrera en los playoffs (8,2 ppj, 5,0 rpj, 28,0 FG%), enamorado de la línea de tres puntos y contento con disparar tiro tras tiro de larga distancia.

Aunque su presencia en el perímetro ayuda a crear espacio para el Heat, su actual ineficiencia le roba confianza con cada tiro errado. Necesita atacar y tratar de jugar un poco más cerca al canasto -12 de sus 16 tiros contra los Spurs fueron de más allá de 15 pies*- para dejar su marca en el lado ofensivo y despertar su juego en total. James ya lo retó y todos cuentan con él; el balón lo encontrará, ya veremos si responde.

La presión de un 0-2

Mucho se habla de lo "cómodo" que el Heat se siente luego de la derrota en el primer partido, considerando que no pierden juegos corridos desde 8 y 9 de enero, su dominio tras una derrota en lo que va de esta postemporada (4-0 con margen de victoria de 22,3 ppj*), y que estuvieron en esta misma situación hace un año antes de ganar cuatro juegos en fila frente a OKC para conquistar el campeonato.

Sin embargo, los Spurs son un monstruo totalmente diferente a los que Miami ha dejado en su camino a la cima de la NBA. La experiencia y veteranía de sus hombres claves en finales es incomparable actualmente en la liga, y es por mucho el mayor reto que el Heat enfrenta desde el nacimiento de sus 'Tres Grandes' en el 2010.

Los Spurs y sus 'Tres Grandes' no se van a achicar por el momento, y no le regalarán nada a Miami. Reconocen la importancia de una ventaja de 2-0 de cara a tres juegos corridos en San Antonio, donde solo han perdido una vez en los playoffs, y la presión que esa situación ejercería en los hombros de su rival más glamoroso.

Sería el tipo de presión que obligaría a cualquiera caer de rodillas, incluyendo al Rey y su grupo de caballeros.

*vía ESPN Stats & Info