<
>

Qué dejó el último día de campaña regular

La última fecha del calendario regular dejó muchas cosas interesantes que pasaron quizás por debajo del telón cuando casi todo el mundo miraba hacia Fenway Park, donde Derek Jeter jugaba el partido final de su carrera.

A 982 millas de Boston, en el U.S. Cellular Field de Chicago, decía adiós después de 18 campañas otro de esos peloteros ejemplares que sólo salen de tarde en tarde.

Paul Konerko se despedía del béisbol tras una brillante carrera en la que disparó 2,340 hits, 439 de ellos jonrones, remolcó 1,412 carreras, participó en seis Juegos de Estrellas y ganó una Serie Mundial.

Tras pasar sus dos primeras temporadas entre los Dodgers y Cincinnati, donde apenas tuvo tiempo de juego, llegó en 1999 a los Medias Blancas y se estableció como su primera base titular y capitán, un líder tranquilo, pausado, admirado y respetado.

Entretanto, en la capital de la Unión Americana, una espectacular atrapada del novato Steven Souza en el jardín izquierdo preservó el juego sin hits ni carreras que Jordan Zimmermann lanzó ante los Marlins de Miami para cerrar con broche de oro la campaña e insuflar una energía especial a un equipo que se apresta a tratar de ganarlo todo en la postemporada.

Fue la quinta ocasión en la historia en que se lanza un choque sin hits ni carreras para concluir el calendario y segunda consecutiva.

Lo curioso es que el pasado año, los Marlins vencieron a los Tigres de Detroit con no hit no run del venezolano Henderson Álvarez, casualmente el pitcher abridor por Miami en el último choque de este 2014.

Y hablando de venezolanos, por quinto año consecutivo, un hijo de esa tierra se coronó campeón de bateo.

En el 2010 lo hizo Carlos González en la Liga Nacional y entre el 2011 y 2013 Miguel Cabrera fue dueño y señor de la corona en la Americana.

Esta vez fue el pequeño gigante del madero, José Altuve, quien estuvo amenazado por su compatriota Víctor Martínez hasta el último día.

Altuve llegó a la jornada final con average de 340, mientras que Martínez estaba tres rayas por debajo.

El manager de los Astros barajó la posibilidad de no poner a jugar a su estrella para preservar la corona, pero el venezolano, en un acto de clase, optó por salir al terreno a arriesgarlo todo.

Su muestra de grandeza y respeto a los fanáticos tuvo su premio: bateó de 4-2 y elevó su average aún más, hasta .341, inalcanzable para Víctor Martínez, en blanco en tres turnos, para descender hasta .335.