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El torneo mexicano, a la espera de un 'accidente'

América es el gran candidato a vencer; habrá algún 'accidente' que los pueda detener. Mexsport

El futbol mexicano del 2015 pinta en horizontes amarillos, a menos de que el América no pueda, o a menos de que alguien se interponga en el camino de ese América. A nadie le queda duda de que con la llegada de un nuevo entrenador y el fortalecimiento de su plantel, el equipo de Coapa es el más grande candidato a levantar el trofeo de campeón, pero antes de que ello sea una realidad, tendrá que sortear algunos paradigmas, entre ellos, el tema de agregar a su eficacia un juego atractivo y el que los rivales le ofrezcan pelea en un torneo que generalmente presume un gran equilibrio. Digamos que si no pasa nada extraordinario, el América será campeón.

LOS ANGELES, CA.- Digamos que si no pasa nada extraordinario, el América será campeón. Pero el futbol debe siempre buscar algo asombroso o pasmoso y a partir de este sábado comenzaremos a buscar el famoso 'accidente' que nos otorgue la adrenalina y la emoción que muchas veces la cancha nos queda a deber.

En lo que haga o deje de hacer el América, desde ahí parecen desprenderse las hojas del árbol futbolístico mexicano del 2015, pero una pequeña o gran tormenta, una serie de circunstancias que son parte del juego, una sorpresa, una inspiración, una falla, la capacidad de crear y hasta de cambiar podrían marcar el rumbo del torneo.

El América entra como favorito, gran, gran favorito. Lo respalda un entrenador que ha conseguido grandes condiciones en la última época, un plantel que se enriqueció tras una inversión de casi 30 millones de dólares y el aun fresco aroma de lo que logró algunas semanas atrás. El futbol mexicano, sin embargo, es un futbol que dentro de su irregularidad y carencias, tiene siempre espacio para el equilibrio. Y lo reconoce el propio Gustavo Matosas aplicando precautoriamente 'el freno de mano' con este par de frases: "Yo espero un torneo competido". Y esta otra: "Sé de la dificultad de ganar partidos en esta liga".

Hay dos preguntas claves antes de que el balón empiece a rodar esta noche por las canchas mexicanas. La primera, me parece que tiene que ver exclusivamente con el América y se refiere a si tendrá la capacidad de acoplarse rápidamente al nuevo estilo del entrenador -para eso llegó Matosas, para darle un nuevo estilo- y a la obligación de ser un equipo tan efectivo -como lo fue con Mohamed- y tan espectacular -como promete serlo con su nuevo estratega. La segunda, se refiere a los rivales, a la oposición que el propio América encontrará en la cancha, una condición que bajo mi óptica podría obedecer más a una cuestión pasional, orgullosa y hasta espiritual que a un tema estrictamente futbolístico.

Gustar y ganar, hasta ahí extendió la promesa Gustavo Matosas. Cuando se trataron de utilizar otro tipo de términos -espectacular, avasallador, poderoso, imponente, etcétera- pidió prudencia y dijo que su equipo no tendrá el sello de la soberbia. Yo creo que sobre el América pesa cierta presión. Ya no solo basta ganar los partidos, sumar puntos, encabezar la tabla, clasificarse a la liguilla -porque eso ya lo viene haciendo desde los días de Mohamed- también habrá que ver cómo se comporta el mediocampo, la ofensiva, la combinación de Carlos Darwin y Sambueza, lo que Oribe Peralta y Darío Benedetto generan hacia el frente. El modelo que nos vendieron es el de un América profundo y espectacular. Tendremos que esperar eso y más.

¿Los rivales? No hace falta mucha memoria para recordar qué le sucedió al último rival del América en la cancha. La final ante Tigres fue evidente. Un equipo bien armado, bien dirigido, bien apoyado que termino derretido 'en miedo'. ¿Quién levanta la mano para ponerle frente al 'monopolio' que América desea establecer en la cancha? ¿Sera finalmente el Cruz Azul renovado con Roque Santa Cruz? ¿Serán los equipos de Monterrey y su riqueza en planteles? ¿El Santos que apunta hacia una nueva era? ¿Pumas, León, Pachuca, tienen con qué ofrecer pelea? Yo sigo teniendo mis dudas.

Seis meses con 'hepatitis', el torneo vislumbra para pintarse de amarillo, a menos de que el América no pueda o a menos de que alguien se interponga en su camino. ¿Qué es más factible esperando que ese 'accidente' se haga realidad?

@Faitelson_ESPN