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Nueva cobertura; viejos amigos

TORONTO -- Si algo disfruto de una cobertura es ver, platicar y disfrutar del evento con muchos compañeros de ESPN que viven y trabajan en diversos lugares.

Así ha sucedido en grandes coberturas recientes como en la previa a la función de boxeo de Floyd Mayweather contra Manny Pacquiao o en las Finales NBA.

Pero en estos dos primeros días en Toronto ha sido increíble ver y contar la cantidad de compañeros que llegaron para la cobertura de los Juegos Panamericanos, que prometen ser los más fastuosos de la historia.

Desde el área de soporte técnico, pasando por producción, coordinadores, talentos, periodistas y hasta jefes somos una centena, de los que algunos ni siquiera nos habíamos conocido en persona, aunque ya hubiésemos trabajado "juntos" en diversos proyectos.

Siempre me ha llamado la atención qué tan diferentes o similares pueden ser las personas trabajando, dentro y fuera del aire; en cámara o atrás del escenario.

Es interesante ver de qué manera se puede coordinar todo el talento, caracteres tan diversos que provienen de tan dispares lugares.
El hotel, situado en el centro de Toronto, parece que fueran los dormitorios de alguna universidad.

En cada pasillo me he encontrado a alguien que hacia tiempo no veía.

Por ejemplo, el jueves tuve el gusto de reencontrarme con Antonietta Collins, con quien alterne de manera profesional durante algún tiempo en Dallas, o este viernes a la primera persona de ESPN que vi fue al gran Andrés Agulla, con quien trabajé varios años en el programa Juego Cruzado.

Por cierto, apenas hace una semana pude trabajar de nuevo al aire con Rafael Ramos y este viernes por la noche seguro que saludaré a Carolina Guillén en la ceremonia inaugural de los Juegos Panamericanos.

De verdad que esa convivencia durante varios días o semanas es agradable; comer, trabajar y alternar con algunos que veo casi todo el tiempo pero a través de la pantalla o escucho por radio, como mis grandes amigos Kenneth Garay, José Francisco Rivera, José Del Valle y Carlos Arratia, no tiene precio.

Otro ejemplo fue que el jueves en la noche estábamos en la misma mesa personal de ESPN que vive en Bristol, Connecticut; Los Ángeles, Miami y la Ciudad de México.

De hecho, es hasta triste cuando termina la cobertura y uno tiene que despedirse para volver a la ciudad donde estamos basados; en mi caso, Dallas, Texas.

Serán uno Juegos inolvidables, estoy seguro por completo. Será una cobertura como jamás nadie haya visto en este tipo de eventos.
Pero una de las cosas que más voy a disfrutar y recordar toda mi vida serán las anécdotas que viva al lado de todo el personal del Líder Mundial en Deportes con el que estaré en contacto directo en el día a día de Toronto o aquellos que tuvieron que quedarse a coordinar y trabajar desde las diferentes ciudades en que están basados.

Por lo pronto, me voy a la ceremonia inaugural de los Juegos, de donde saldrá otra decena de anécdotas para recordar...

El siguiente turno en este relevo es para Gonzalo Aguirregomezcorta.