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Es Ferretti, Tuca-rcelero en el Tri

LOS ÁNGELES -- De la fraternidad a la milicia. De la camaradería al absolutismo. Cambios drásticos al interior de la selección mexicana de futbol.

Según reporta Alex de la Rosa para ESPN, en la concentración del Tri para enfrentar a Trinidad & Tobago, las reglas han cambiado. En 180 grados.

Tras un proceso de tolerancia, con disciplina, pero sin un rigor marcial, con Miguel Herrera, ahora con Ricardo Ferretti se ha llegado a un aislamiento casi absoluto.

Reporta De la Rosa que estas medidas restrictivas limitan las salidas de la concentración y las sesiones virulentas de shopping que tanto saborean los seleccionados.

Y en estas limitaciones estamos incluyendo convivencia con las familias, acercamiento de promotores, visitas de amigos y de directivos, así como inquilinos furtivos en las habitaciones.

De un extremo al otro. Y evidentemente esto deberá tener un impacto en los seleccionados nacionales, que han vivido de todo tipo de situaciones, desde libertinaje hasta carceleros.

Un punto intermedio parece ser el más correcto, especialmente para evitar que la concentración se convierta en una convivencia castrense.

Ya se había hablado en este espacio del respaldo significativo que implica la figura de Miguel Mejía Barón en esa conexión entre el Tuca Ferretti y los jugadores, más preponderante incluso que alguien que conoce ese terreno perfectamente, como Santiago Baños.

Ojo: el futbolista profesional debe estar preparado para cualquiera que sean los preceptos de cada entrenador, aunque siempre contará con espacios para negociar, en este caso, principalmente a través de las voces de sus capitanes recientes, como Andrés Guardado y Rafa Márquez, más allá de que éste hasta sorprenda con un pliego de peticiones, como la cartita que derogó a Néstor de la Torre.

Al final, al aceptar ese contrato de regulación con la selección mexicana, los jugadores quedan enterados perfectamente de lo prohibido y lo permitido.

Y es natural, gregario, gremial, que los jugadores busquen un ambiente favorable, de bienestar para trabajar y convivir en estos partidos que antes eran moleros y ahora son "importantísimos para la preparación", según el mismísimo Tuca Ferretti.

Hay detalles que parecen triviales y en verdad son delicados. Por ejemplo, hay cuerpos técnicos que recomiendan los espacios libres para compras, porque supuestamente relajan al jugador.

Sin embargo, otros piensan con las limitaciones de tiempo, y hasta de idioma, para algunos jugadores es estresante poder satisfacer a todos los familiares que esperan un recuerdito, y terminan más agobiados y frustrados que satisfechos.

Y hay otros ejemplos. Chepo de la Torre compartía más el perfil del Tuca: limitar visitas, salidas, contactos externos y los acercamientos incluso con los medios informativos.

Otros han actuado diferente. Con Manuel Lapuente y Javier Aguirre se encontraba un punto de equilibrio, similar al de Miguel Herrera, aunque con mayor tolerancia.

Y citando ejemplos, con Hugo Sánchez, los jugadores, protegidos por seguridad, podían abandonar el hotel en Puerto La Cruz y regresar de madrugada, a cambio de no cometer abusos, y los más sonados fueron los casos de Cuauhtémoc Blanco y Nery Castillo, aunque un par de jugadores más gustaban de otro tipo de esparcimiento y tenían a su propia taxista, si una dama, para que los trasladara.

Claro, el mismo Hugo con su clan, terminaba una larga sesión de relajamiento con la compañía de Don Julio, hasta cerca de las dos de la mañana casi todos los días, durante la Copa América de Venezuela.

Y durante la Copa América de Paraguay las excursiones eran obligadas a un sitio llamado Crystal en Foz de Iguazú, la frontera brasileña de Ciudad del Este en Paraguay.

Durante la Copa del Mundo de Alemania, varios jugadores que no hicieron el viaje con sus familias, visitaban con frecuencia un hotel frente a la estación de trenes en la pequeña y pintoresca ciudad de Göttingen.

Y en Pereira, durante la Copa América de Colombia, la victoria por 2-0 sobre Chile fue fervorosa y sensualmente festejada incluso por algunos directivos del Tri.

Ojo: estas y otras aventurillas más, las consignó oportunamente este reportero. No se trata de hacer buches con agua pasada.

Entonces, a sabiendas que un saldo positivo el 10 de octubre ante EE.UU., le garantizará a Tuca Ferretti seguir al frente del Tri, el técnico prefiere de una vez imponer su rigor y sus restricciones, para, además de conseguir los resultados que pretende, percibir exactamente la postura de sus jugadores hacia su forma de actuar.

Bien lo dijo el Tuca Ferretti en la rueda de prensa, cuando habló de que se le apapacha, se le arrulla, se la cobija excesivamente al futbolista mexicano.

Veremos en esta prueba de fuego, en una relación prolongada, quién se quema las manos.