<
>

En sólo una semana, Decio fomenta racismo y violencia

ESPN Digital

LOS ÁNGELES -- Un año de suspensión, pero no de castigo, para Fidel Kuri. Y hasta acá escucho su carcajada.

Edgardo Codesal ha dicho a sus íntimos, que más que el jalón de cabellos y el coscorrón o zape que le asestó el ejemplar diputado federal, la tortura mayor fue el tufo del dueño del Veracruz mientras lo insultaba, y que el verdadero suplicio fue limpiarse la cara y los lentes de los vestigios de saliva y comida que le escupió mientras le hablaba. Le creo de semejante martirio.

Hoy, con la resolución de La Comisión DECIOplenaria, Kuri ha salido vencedor. Y Codesal, humillado. Y el arbitraje intimidado, expuesto, abandonado.

¿Qué pierde Fidel Kuri? Absolutamente nada. Y lo fascinante es la contradicción torpe en la que cae la Inquisición mexicana y su falaz Torquemada.

Recordemos que Fidel Kuri debió elegir entre ser Diputado Federal o fungir como directivo del equipo, como dueño del Club Veracruz.

Claro, listo es. Prefirió ese privilegio de vivir del pueblo y por el pueblo, pero no para el pueblo. Le viene de sangre. La política en México permite a cualquiera, desde analfabeta hasta convicto, convertirse en un gigoló del patrimonio de la nación.

En el momento en que Kuri elige, dejó de fungir en todas las funciones que supuestamente le correspondían como dueño.

Lo irrisorio hoy es que la ínclita Comisión DECIOplenaria le prohíbe desempeñar todas las funciones a las que Kuri ya había renunciado a ejercer.

Por si alguien no entiende: le quitaron a Kuri unos calcetines con un hoyo que ya no se ponía. Y ese fue su pena. Queda claro que es una suspensión y no un castigo.

Por lo pronto, Kuri puede acudir al Luis 'Pirata' Fuente y acomodarse en otro palco, lejos del cubículo oficial, pero con los mismos privilegios de dueño.

¿Irá a otros estadios? Cómodamente. Júrelo Usted que podrá hacerlo en un palco que seguramente el anfitrión le acondicionará para que se sienta como en su casa.

Si Fidel Kuri, en un acto de transformación camaleónica, fue capaz de hacerse panista y de nuevo priísta, ¿qué incomodidad puede provocarle cambiarse de palco?

Lo grave es el monumento a la impunidad y a la inmunidad. E insisto. Hasta acá escucho sus carcajadas.

El daño es aún más grave. La impunidad en uno es la declaración pública de impunidad para todos. Mañana cualquier otro directivo puede buscar a Codesal o cualquiera de sus visores y desahogarse con él como piñata, al fin y al cabo lo suspenderán, pero sin un verdadero castigo.

Y si el jefe de los árbitros ha quedado indefenso ¿qué tan indefensos quedan los árbitros? La luz verde para la barbarie ha sido encendida. Ya no hay veda.

Más grave aún, en menos de una semana, la Comisión DECIOplenaria ha dejado abierto libertinaje para dos de los peores ultrajes e injurias posibles: el racismo y la violencia.

Recordemos que hace una semana el clan de Decio decidió que no procedían los reclamos de Carlos Darwin y de Michael Arroyo contra Darío Verón, por sus imprecaciones racistas, incluso usando la palabra simio.

Y ahora, después del asalto de Kuri a Codesal, pues la temporada de caza ha comenzado.

¿Tiene culpa Codesal? En parte. Debió ir al ministerio público y presentar una denuncia. ¿Por qué no lo hizo? Esto es aún más grave: porque se lo prohibieron. Le ordenaron que no procediera penalmente. Sumiso... y doblemente humillado.

Y es curioso. La secta de Decio, la facción del poder y el abuso, decidió proceder contra Kuri hasta con más ligereza, liviandad o ¿pánico?, que con los aficionados de Monterrey que causaron destrozos en el Estadio Cuauhtémoc de Puebla.

¿Qué es más grave? ¿Destrozar butacas o injuriar, amenazar, violentar y sobajar a una persona, más allá de las leyendas negras que acompañan a Codesal?

Sófocles, poeta griego, testigo del tema, dijo que "un Estado donde queden impunes la insolencia y la libertad de hacerlo todo, termina por hundirse en el abismo".

Sí, cierto, a nivel directivo, hace tiempo que el futbol mexicano pulula en el abismo.